La soledad lleva a la p¨¦rdida de habilidades para tareas cotidianas

Cada pelda?o que se asciende en la escala del aislamiento supone la p¨¦rdida de una funcionalidad f¨ªsica cotidiana. Se empieza por la propensi¨®n a las ca¨ªdas, la incapacidad de dar paseos largos o la imposibilidad de llevar la bolsa de la compra y se termina sin poder cerrar una ventana o levantarse. El final es la dependencia absoluta. Un estudio publicado en American Journal of Preventive Medicine ha analizado durante nueve a?os a 12.427 personas para establecer la relaci¨®n directa entre el aislamiento progresivo y las incapacidades que va generando. ¡°La soledad es la nueva pandemia¡±, afirma Jes¨²s del Pozo-Cruz, uno de los autores e investigador principal del grupo internacional Epidemiology of Physical Activity and Fitness Across Lifespan (EPAFit), de la Universidad de Sevilla (US).

El aislamiento no es una consecuencia de la covid, aunque esta haya puesto el foco en esta circunstancia vital por su imposici¨®n. Su extensi¨®n y sus consecuencias se han analizado ampliamente y sus efectos en la salud f¨ªsica y mental han sido protagonistas este mi¨¦rcoles del 23 Congreso Europeo de Endocrinolog¨ªa. Seg¨²n Chiara Simeoli, investigadora de la Universidad de N¨¢poles, ¡°la soledad es un factor de estr¨¦s psicol¨®gico significativo que causa efectos severos en la salud mental, a¨²n m¨¢s en las personas con condiciones preexistentes¡±.

Un ejemplo de esas condiciones previas es la diabetes. Un estudio de la endocrin¨®loga Liana Jashi presentado en el congreso europeo confirma que, entre estos pacientes, el aislamiento supone un menor acceso a la atenci¨®n m¨¦dica y un aumento de peso as¨ª como del consumo de cigarrillos y de alcohol. La actividad f¨ªsica disminuye en este colectivo un 29,8% ¡°y el ejercicio es vital para prevenir m¨¢s problemas f¨ªsicos y psicol¨®gicos¡±, seg¨²n la m¨¦dica.

El aislamiento afecta a todos. Aunque se agrava con el envejecimiento, los mayores de 50 a?os empiezan a tener problemas y tambi¨¦n los j¨®venes

Jes¨²s Del Pozo-Cruz, investigador de la Universidad de Sevilla

El estudio de Del Pozo-Cruz, en el que han participado investigadores de Dinamarca y Australia, se centra precisamente en esa disminuci¨®n de la actividad para establecer una relaci¨®n bidireccional entre el aislamiento y la p¨¦rdida de funcionalidades f¨ªsicas: ambas son causa y efecto. El trabajo, a partir de 54.860 observaciones de personas al a?o durante casi una d¨¦cada, es el primero que se extiende m¨¢s all¨¢ de una comunidad concreta y que prescinde de otros condicionantes socioecon¨®micos, como la educaci¨®n o el nivel de renta. ¡°El aislamiento afecta a todos. Aunque se agrava con el envejecimiento, los mayores de 50 a?os empiezan a tener problemas y tambi¨¦n los j¨®venes, que lo sufren igual y en los que tiene los mismos efectos, aunque estos ¨²ltimos tienen m¨¢s capacidad de reacci¨®n¡±, explica el investigador de la US.

El estudio tuvo en cuenta un ?ndice de Aislamiento Social con seis escalas. Cero representa el menor nivel de soledad y llega hasta el sexto pelda?o conforme se van perdiendo, por fallecimiento o alejamiento, relaciones sociales, personas con las que se convive y familiares cercanos. El otro lado del espejo es la bater¨ªa de rendimiento f¨ªsico, que eval¨²a de cero a 12 las capacidades, siendo cero la dependencia total y 12 la mejor condici¨®n.

Estad¨ªsticamente, el estudio reflej¨® que cada aumento de una unidad en el ?ndice de Aislamiento Social result¨® en una disminuci¨®n promedio de 0,27 unidades en la bater¨ªa de rendimiento f¨ªsico, una relaci¨®n que aumenta con la edad. Del Pozo-Cruz resume: ¡°En t¨¦rminos generales, por cada punto que se gana en el ?ndice de Aislamiento se pierde una funci¨®n f¨ªsica que lleva a la fragilidad y a la dependencia¡±.

Las personas que est¨¢n socialmente aisladas tienen m¨¢s riesgo de mortalidad prematura y son m¨¢s propensas a presentar problemas de salud mental y desarrollar demencia

La cadena es m¨¢s larga. El propio estudio afirma que ¡°las personas que est¨¢n socialmente aisladas tienen m¨¢s riesgo de mortalidad prematura y son m¨¢s propensas a presentar problemas de salud mental y desarrollar demencia¡±. A esa predisposici¨®n se suman las comorbilidades (coexistencia de dos o m¨¢s enfermedades en un mismo individuo, generalmente relacionadas), que conforman el c¨®ctel completo de factores asociados. Seg¨²n la investigaci¨®n: ¡°Es probable que las consecuencias de estar aislado se compongan con estas vulnerabilidades relacionadas con la edad, generando un efecto negativo m¨¢s fuerte de la soledad en el funcionamiento f¨ªsico entre los mayores. Este escenario es consistente con hallazgos emp¨ªricos anteriores¡±.

En el lado opuesto se encuentran los adultos mayores socialmente integrados y que, por esta condici¨®n, pueden ser m¨¢s propensos a participar en actividades f¨ªsicas y evitar el sedentarismo, lo que a su vez provoca mejoras en su funcionalidad.¡°Las conexiones sociales promueven otros comportamientos positivos (por ejemplo, una dieta saludable), lo que potencialmente desacelera los declives f¨ªsicos asociados con el envejecimiento¡±, concluye el estudio.

En Espa?a, el 36,8% de las personas de m¨¢s de 65 a?os vive en hogares unipersonales. Entre la poblaci¨®n de mayor edad, el 56% de los hombres y el 72% de las mujeres refieren sentir alg¨²n tipo de soledad

La investigaci¨®n, que admite que se dan limitaciones marcadas por el origen de los datos a partir de respuestas personales, que pueden incluir sesgos, y por las dificultades de identificar estimaciones inequ¨ªvocamente causales, considera sin embargo que es lo suficientemente ¡°robusto¡± y que se suma a la creciente evidencia sobre las consecuencias negativas del aislamiento social. En este sentido, Del Pozo-Cruz reclama intervenciones de salud p¨²blica hacia las personas en riesgo de aislamiento, con programas de desarrollo de habilidades, contacto personal programado y actividades con animales. ¡°Es necesario promover ejercicios f¨ªsicos en grupo y, si estos est¨¢n dirigidos por profesionales, mejor¡±, afirma.

Un estudio publicado en Science direct sobre la importancia de tener en cuenta el aislamiento en los sistemas de atenci¨®n primaria se?ala que, en Espa?a, el 36,8% de las personas de m¨¢s de 65 a?os vive en hogares unipersonales. Entre la poblaci¨®n de mayor edad, el 56% de los hombres y el 72% de las mujeres refieren sentir alg¨²n tipo de soledad, una proporci¨®n que aumenta al ritmo del envejecimiento.

Este estudio coincide con los mencionados: la soledad incrementa el sedentarismo, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y la alimentaci¨®n inadecuada. Tambi¨¦n afecta a la cantidad y la calidad del sue?o. La explicaci¨®n fisiopatol¨®gica se fundamenta en que el aislamiento perjudica no solo los h¨¢bitos saludables, sino tambi¨¦n las regulaciones biol¨®gicas de los sistemas endocrino, cardiovascular, inmune e inflamatorio; la presi¨®n arterial y la actividad adrenocortical del eje hipot¨¢lamo-hipofisario.

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