Salvar la capa de ozono ha reducido tambi¨¦n el calentamiento global

En el a?o 2003, Kofi Annan, entonces secretario general de Naciones Unidas, defini¨® el protocolo de Montreal como ¡°quiz¨¢s el acuerdo ambiental internacional con m¨¢s ¨¦xito hasta ahora¡±. Creado en 1987, este tratado decret¨® la eliminaci¨®n de las sustancias que agotan la capa de ozono (SAO), un total de 96 productos qu¨ªmicos utilizados en aerosoles y refrigeraci¨®n, que estaban causando un agujero en la capa de la estratosfera que protege la Tierra de los rayos ultravioleta.

El protocolo de Montreal se firm¨® para proteger la vida en la Tierra y, tambi¨¦n la salud humana, puesto que los rayos UV de los que esa capa nos protege pueden causar c¨¢ncer de piel. Ahora, un estudio conjunto de cient¨ªficos del Reino Unido, Nueva Zelanda y Estados Unidos revela que el tratado tambi¨¦n ha tenido un papel vital en la lucha contra el cambio clim¨¢tico y ha ralentizado el calentamiento global. Proteger la capa de ozono ha impedido que la radiaci¨®n ultravioleta da?ara el tejido de los ¨¢rboles y plantas de nuestro planeta, limitando la fotos¨ªntesis y, por tanto, la capacidad de la biosfera de absorber toneladas de di¨®xido de carbono de la atm¨®sfera. El estudio ha sido publicado en la prestigiosa revista Nature, con el cient¨ªfico clim¨¢tico Paul Young (Universidad de Lancaster) al frente de la investigaci¨®n: ¡°La conclusi¨®n del estudio es que, a finales de este siglo, alrededor del a?o 2100, el exceso de di¨®xido de carbono que hubiera llegado a la atm¨®sfera habr¨ªa causado el incremento de 0,8 grados en la temperatura terrestre. Pero adem¨¢s, los SAO tambi¨¦n son gases de efecto invernadero, o sea que ellos solos hubieran desencadenado 1,7 grados m¨¢s¡±. El cient¨ªfico explica que, si sumamos estas dos cifras, el estudio concluye que el protocolo de Montreal ha evitado 2,5 grados adicionales de calentamiento global. Este protocolo es el ¨²nico texto de la ONU que ha sido ratificado por todos los pa¨ªses del mundo y, gracias a ¨¦l y a sus posteriores enmiendas, la capa de ozono est¨¢ en proceso de recuperaci¨®n.

Para llegar a esta estimaci¨®n, los cient¨ªficos conectaron cinco modelos inform¨¢ticos distintos para crear este mundo alternativo donde los SAO no se hubieran prohibido en 1987 y, al contrario, hubieran crecido a un ritmo de un 3% cada a?o. Las sustancias qu¨ªmicas que agotan la capa de ozono, como los clorofluorocarbonos, estaban en alza en los a?os ochenta, y se utilizaban en aerosoles, refrigeraci¨®n (neveras, aires acondicionados), disolventes, espumas y hasta en alimentaci¨®n: algunas bebidas gaseosas se hac¨ªan con gases no t¨®xicos y las burbujas resultantes eran SAO. Sin el protocolo de Montreal los cient¨ªficos han calculado que la capa de ozono se hubiera colapsado hacia mediados de nuestro siglo, con unas consecuencias nefastas para la salud humana. Uno de los pa¨ªses que m¨¢s hubieran sufrido es Nueva Zelanda, que seg¨²n su ministerio de Sanidad tiene la mayor tasa de c¨¢ncer de piel en el mundo (82.000 nuevos casos cada a?o). El estudio publicado en Nature cuenta con la contribuci¨®n del meteor¨®logo Olaf Morgenstern, del NIWA, el Instituto de Investigaci¨®n Atmosf¨¦rica y Oce¨¢nica en Nueva Zelanda. ¡°Gracias al protocolo de Montreal, el nivel de SAO en la estratosfera empez¨® a declinar en 1997¡±, asegura. Aunque se han registrado algunas emisiones ilegales en China, la capa de ozono sigue recuper¨¢ndose y, seg¨²n Morgenstern, la comunidad cient¨ªfica ¡°espera que se restablezca completamente alrededor del a?o 2060¡±.

Es la primera vez que se investiga a escala global el efecto que el incremento de rayos UV tendr¨ªa en la biosfera. El an¨¢lisis publicado en Nature concluye que la destrucci¨®n de la capa de ozono hubiera diezmado la producci¨®n alimentaria, pues la radiaci¨®n habr¨ªa da?ado los cultivos. Adem¨¢s, si la vegetaci¨®n pierde capacidad para absorber el di¨®xido de carbono que produce la actividad humana, los cient¨ªficos estiman que, sin el protocolo de Montreal, a finales de nuestro siglo la atm¨®sfera habr¨ªa acumulado entre un 40% o 50% m¨¢s de di¨®xido de carbono, o 580.000 millones extras de CO?. El calentamiento extra que hubiera sufrido el planeta convertir¨ªa en imposible cumplir con el objetivo de acuerdo de Par¨ªs de limitar el aumento de la temperatura terrestre a 1,5 grados respeto a niveles preindustriales.

El meteor¨®logo Olaf Morgenstern es consciente de lo que esto supondr¨ªa en la lucha contra el cambio clim¨¢tico: ¡°Se trata de una cifra muy relevante. El ¨²ltimo informe del IPCC [Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim¨¢tico] que se public¨® a principios de agosto, advierte de la diferencia que medio grado de temperatura puede representar para el planeta. Si a?adimos a esta temperatura los 0,8 grados extra que hubiera producido el carbono no absorbido por la biosfera, esto significa que ser¨ªa imposible limitar el calentamiento global a 1,5 grados, como pide el Acuerdo de Par¨ªs¡±.

Los cient¨ªficos estiman que, sin el protocolo de Montreal, a finales de nuestro siglo la atmosfera hubiera acumulado entre un 40% o 50% m¨¢s de di¨®xido de carbono, o 580.000 millones extras de CO2

El protocolo de Montreal no naci¨® como un tratado contra el cambio clim¨¢tico, pero seg¨²n un estudio publicado en 2019 por el Instituto de F¨ªsica en el Reino Unido, ha sido ocho veces m¨¢s efectivo que otros acuerdos dise?ados espec¨ªficamente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, como el protocolo de Kioto de 1997. Seg¨²n Paul Young, los gobiernos pueden aprender muchas lecciones del protocolo de Montreal: ¡°Es verdad que la capa de ozono es un problema distinto que el cambio clim¨¢tico. Por lo que respeta al ozono, estamos hablando de un peque?o grupo de sustancias qu¨ªmicas producidas por un peque?o grupo de compa?¨ªas. Aunque en ese momento no exist¨ªan sustitutos, las mismas compa?¨ªas fueron capaces de producirlos. En cambio, cuando hablamos de CO?, es la base de toda nuestra econom¨ªa y no puede ser reemplazado. Es un conflicto mucho m¨¢s dif¨ªcil de resolver¡±. Al mismo tiempo, reflexiona el cient¨ªfico, s¨ª que podemos extraer una conclusi¨®n positiva del protocolo de Montreal: ¡°La comunidad cient¨ªfica descubri¨® que hab¨ªa un problema, y el mundo se puso de acuerdo para lidiar con ese problema lo m¨¢s urgentemente posible. Es un ejemplo victorioso de cooperaci¨®n internacional basada en el conocimiento cient¨ªfico¡±.

El protocolo de Montreal no hubiera sido posible sin la contribuci¨®n de dos cient¨ªficos que en 1974 publicaron un estudio en la revista Nature sobre c¨®mo los SAO estaban destruyendo la capa de ozono, el mexicano Mario Molina, y el estadounidense Frank Sherwood Rowland. En esa ¨¦poca en Estados Unidos cada hogar ten¨ªa una media de 15 aerosoles que conten¨ªan SAO. Aunque la industria qu¨ªmica denost¨® durante a?os a los autores del estudio, la ciencia acab¨® sobreponi¨¦ndose a los intereses econ¨®micos. En 1995, la Academia Sueca de las Ciencias concedi¨® a los dos cient¨ªficos el premio Nobel de Qu¨ªmica, junto al holand¨¦s Paul Crutzen, por su legado en la lucha para salvar la capa de ozono.

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