Nuevos estudios cuestionan el uso de insecticidas con neonicotinoides, permitidos como recurso de emergencia
Los pesticidas parecidos a la nicotina afectan no solo a las abejas sino a todos los insectos beneficiosos y a la principal fuente de alimento de estos
No pocas veces las decisiones pol¨ªticas chocan con los estudios cient¨ªficos y la agricultura es un campo de batalla habitual. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA por sus siglas en ingl¨¦s) ha considerado ¡°justificado¡± el uso de emergencia en 11 Estados de insecticidas con neonicotinoides en la remolacha azucarera durante 2020 y este pasado a?o. Sin embargo, varias investigaciones recientes alertan de que estos productos, que son los m¨¢s utilizados en EE UU, no solo contaminan el suelo y los acu¨ªferos, sino que tambi¨¦n, adem¨¢s de matar a las abejas, envenenan al resto de insectos beneficiosos para la polinizaci¨®n y el control de plagas as¨ª como el alimento de estos.
La remolacha Beta vulgaris vulgaris, principal materia prima para la obtenci¨®n de az¨²car de forma industrial en Europa, ha sido tratada en los dos ¨²ltimos a?os con neonicotinoides, una familia de insecticidas qu¨ªmicamente parecida a la nicotina que act¨²a sobre el sistema nervioso central de los insectos. Pese a estar prohibido su uso desde 2018 en la UE, algunos pa¨ªses los siguen autorizando cuando consideran que existe ¡°un peligro para los cultivos que no puede atajarse por otros medios razonables¡±, una excepci¨®n prevista en el Reglamento de la UE. As¨ª ha sido en Alemania, B¨¦lgica, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Espa?a, Finlandia, Francia, Lituania, Polonia y Ruman¨ªa.
La prohibici¨®n se sustenta en que la EFSA considera demostrado que algunas de las sustancias que componen estos insecticidas (imidacloprid, tiametoxam y clotianidina) entra?an riesgos para la salud de las abejas y que el empleo de tiacloprid (otro compuesto neonicotinoide tambi¨¦n usado como plaguicida) podr¨ªa llevar aparejada la contaminaci¨®n de las aguas subterr¨¢neas. Sin embargo, la misma entidad ha considerado justificadas en los dos ¨²ltimos ejercicios las autorizaciones de uso de emergencia, ¡°ya fuera porque no se dispon¨ªa de productos o m¨¦todos alternativos (qu¨ªmicos o no qu¨ªmicos) o porque exist¨ªa el riesgo de que la plaga pudiera hacerse resistente a los productos alternativos disponibles¡±.
La Asociaci¨®n Empresarial para la Protecci¨®n de las Plantas (AEPLA) defiende la utilizaci¨®n de neonicotinoides cuando ¡°no existen alternativas viables¡± y defiende que ¡°hasta el 40% de la producci¨®n potencial de cultivos en el mundo se pierde anualmente por plagas y enfermedades¡±
Sin embargo, un consorcio internacional de investigadores del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias y Universidad de Valencia (Espa?a), la Universidad de Wageningen (Holanda) y las de Minnesota y de Pensilvania (Estados Unidos) ha publicado en Biological Reviews una investigaci¨®n en la que, tras cuatro a?os de estudio, identifican no solo los riesgos de la utilizaci¨®n de estos insecticidas para las abejas sino tambi¨¦n para el resto de insectos beneficiosos como agentes de control biol¨®gico y polinizadores as¨ª como nuevas v¨ªas indirectas de extensi¨®n de los productos t¨®xicos.
Veneno en el alimento de los insectos
Un trabajo previo de este grupo, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) ya demostr¨® el uso de los neonicotinoides, adem¨¢s de matar a las abejas y contaminar el entorno, acaban indiscriminadamente con los animales beneficiosos y causan el envenenamiento de la melaza excretada por los insectos que se alimentan de plantas previamente tratadas con insecticidas sist¨¦micos. Esta melaza, principal fuente de carbohidratos, cuando no la ¨²nica en casos de monocultivos de floraci¨®n limitada, resulta t¨®xica para los insectos que se alimentan de ella y que resultan esenciales para el control de las plagas y para la polinizaci¨®n.
La melaza que producen los pulgones, las cochinillas, las moscas blancas o los ps¨ªlidos (insectos hem¨ªpteros) es el principal alimento de agentes de control biol¨®gico de plagas, como mariquitas, crisopas, parasitoides y hormigas, y de algunos polinizadores como abejas, s¨ªrfidos y otras moscas polinizadoras.
Cuando las plantas o las semillas son tratadas con los neonicotinoides, la melaza que producen los insectos que se alimentan de ella es tambi¨¦n t¨®xica y, por lo tanto, la contaminaci¨®n afecta tambi¨¦n a las especies que la ingieren. Los estudios han demostrado que entre 30 y 40 d¨ªas despu¨¦s del tratamiento de semillas de soja con los insecticidas, los pulgones de esta planta se hac¨ªan resistentes a las concentraciones m¨¢s bajas mientras que la melaza que excretaban era venenosa para los insectos beneficiosos.
De esta forma, mientras las plagas se hacen tolerantes o resistentes a los insecticidas sist¨¦micos en grandes superficies de monocultivo que carecen de n¨¦ctar como los cereales (ma¨ªz, trigo, cebada, o arroz, entre otros), que ocupan m¨¢s del 50% de la superficie de cultivo mundial (723 millones de hect¨¢reas, tres cuartas partes de la superficie de Europa), la melaza que producen se convierte en t¨®xica para los insectos que la ingieren y estos y sus funciones beneficiosas desaparecen.
Del n¨¦ctar a la melaza
Miguel Calvo-Agudo, del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias y principal autor de los estudios, destaca la importancia de las investigaciones: ¡°Cambia el paradigma de las rutas de exposici¨®n porque todo estaba considerado para el n¨¦ctar y ahora tambi¨¦n se incluye la melaza como factor de riesgo en las evaluaciones del impacto medioambiental de los insecticidas¡±
¡°El impacto¡±, a?ade el investigador, ¡°es superior para los insectos beneficiosos que para los perjudiciales; los que originan las plagas, muchas veces, se vuelven tolerantes o resistentes a estos insecticidas mientras que en especies polinizadoras, por ejemplo, los efectos son muy graves¡±.
La EFSA justifica su decisi¨®n de autorizar los usos de emergencia de neonicotinoides en la falta de ¡°m¨¦todos alternativos (qu¨ªmicos o no qu¨ªmicos)¡±. Calvo-Agudo cree que los hay y que los insecticidas deber¨ªan ser ¡°el ¨²ltimo recurso a utilizar, aunque actualmente se est¨¦n utilizando como primero¡±. El investigador se?ala que se usan de forma preventiva tratando las semillas antes de que aparezca el problema y que algunos, seg¨²n advierte, ¡°pueden permanecer en el medio ambiente durante a?os¡±. ¡°Como son solubles¡±, explica, ¡°si se aplican en una parcela, pueden llegar a otras tierras a trav¨¦s del agua o incluso acumularse en r¨ªos y lagos. Entonces las plantas vuelven a absorber el insecticida¡±.
El impacto es superior para los insectos beneficiosos que para los perjudiciales; los que originan las plagas, muchas veces, se vuelven tolerantes o resistentes a estos insecticidas mientras que en especies polinizadoras, por ejemplo, los efectos son muy gravesMiguel Calvo-Agudo, Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias
El cient¨ªfico asegura que la experiencia demuestra que hay opciones para tratar los campos: ¡°Se ha visto que hay muchos casos en los que el control biol¨®gico funciona al 100%, pero requiere que el agricultor sepa exactamente qu¨¦ plaga tiene y tratarla muy espec¨ªficamente. Es m¨¢s complejo, el productor tiene que estar mucho m¨¢s formado y, quiz¨¢s, puede ser m¨¢s caro a corto plazo, pero, una vez que se han instalado los insectos beneficiosos, van a funcionar durante muchos m¨¢s a?os y aumentan el rendimiento de los cultivos; son algunas de las ventajas del control biol¨®gico¡±.
La propia EFSA, en la justificaci¨®n del uso de neonicotinoides para la remolacha, incluye alternativas ante las plagas: siembra temprana, medidas de biocontrol, rotaci¨®n de cultivos, evitar la labranza y control de las malezas hu¨¦spedes de insectos perjudiciales. Calvo-Agudo a?ade m¨¢s f¨®rmulas. ¡°El control biol¨®gico de conservaci¨®n consiste en introducir entre l¨ªneas de cultivo plantas que hagan que aumenten las poblaciones de insectos beneficiosos y puedan ser m¨¢s eficientes atacando a las plagas¡±.
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