La primera fecha del calendario maya aparece en lo m¨¢s profundo de una pir¨¢mide
Un grupo de arque¨®logos identifica el registro m¨¢s antiguo del almanaque sagrado de 260 d¨ªas en fragmentos de un mural
En 2001 un grupo de arque¨®logos encabezados por William Saturno descubri¨® una nueva ciudad maya semioculta en la selva de El Pet¨¦n, en Guatemala. El lugar conocido como San Bartolo destacaba por su pir¨¢mide construida en fases sucesivas, una sobre otra. La llamaron Las Pinturas, as¨ª en espa?ol, por uno de los tesoros que encontraron en la primera c¨¢mara: murales pintados en vivos colores que recuerdan a los frescos de la Pompeya romana. Entre ilustraciones de sus dioses y el origen del mundo, hab¨ªa una de las primeras muestras de la escritura de la civilizaci¨®n mesoamericana. Ahora, se ha identificado la primera referencia al calendario maya en dos fragmentos de mural encontrados en lo m¨¢s profundo de Las Pinturas. El hallazgo muestra que los mayas organizaban el tiempo de forma ritual mucho antes de lo que se cre¨ªa.
Boris Beltr¨¢n era estudiante de la Universidad de San Carlos de Ciudad de Guatemala cuando entr¨® en el equipo de excavaciones de San Bartolo en 2004. Hoy es codirector del Proyecto Arqueol¨®gico Regional San Bartolo-Xultun y recuerda c¨®mo, cuatro a?os m¨¢s tarde, encontr¨® la primera referencia al calendario maya: ¡±Cuando hallamos los fragmentos en el centro de la pir¨¢mide, no nos dimos cuenta de lo que era, pero no dejaba de repetir, son pinturas, son pinturas¡±. Su colega Heather Hurst, arque¨®loga de la universidad Skidmore College (Estados Unidos) y codirectora del yacimiento, repet¨ªa que ¡°no puede ser, no puede ser¡±. Pero era. All¨ª encontraron m¨¢s de 7.000 fragmentos de murales pintados sobre el estuco de las paredes. Usando la dataci¨®n por radiocarbono de restos de madera carbonizada del relleno, han podido calcular que estas pinturas de la fase temprana se habr¨ªan plasmado sobre el yeso hace entre 300 y 200 a?os antes de esta era, unos dos siglos antes que las pinturas de la primera c¨¢mara.
¡±Cuando hallamos los fragmentos en el centro de la pir¨¢mide, no nos dimos cuenta de lo que era, pero no dejaba de repetir, son pinturas, son pinturas¡±.Boris Beltr¨¢n es codirector del Proyecto Arqueol¨®gico Regional San Bartolo-Xultun
¡°Fueron los propios mayas los que derribaron la pared para ampliar la pir¨¢mide. Pero el cuidado con que desmontaron el mural, c¨®mo retiraron el repello, c¨®mo lo depositaron en el interior de la c¨¢mara... Como si fuera una regla constructiva de los mayas. Cuando se hace una nueva estructura, entierran la anterior. No se rompe y se tira sin m¨¢s, es algo sagrado, como si enterraran a la familia¡±, dice Beltr¨¢n. ¡°Cuando pintaban una imagen, los mayas cre¨ªan que el acto de pintarla daba vida a la figura. As¨ª que cuando llegaba el fin de su uso, deb¨ªan de retirarla con respeto¡±, a?ade Hurst.
Durante m¨¢s de 10 a?os, Hurst, Beltr¨¢n y otros arque¨®logos, como el director del Centro Mesoam¨¦rica de la Universidad de Texas en Austin (Estados Unidos) David Stuart, que particip¨® en el descubrimiento inicial, han intentado resolver este rompecabezas de 7.000 fragmentos. Con el concurso de sofisticadas tecnolog¨ªas de imagen y su conocimiento acumulado sobre la civilizaci¨®n maya han logrado recomponer escenas que muestran el origen del mundo seg¨²n los mayas, de sus dioses, como el del ma¨ªz o al dios sol levant¨¢ndose sobre la monta?a... Pero tambi¨¦n han encontrado glifos que dan nuevas pistas sobre aspectos claves de aquella civilizaci¨®n. Una es la primera referencia escrita al gobernador emparejada a una figura en un trono en pinturas de 100 a?os antes de esta era, primera evidencia de un rey siglos antes de los famosos reyes de Tikal, Ceibal o Palenque. Exist¨ªa ya una organizaci¨®n social compleja y una jerarqu¨ªa del poder.
Entre los miles de fragmentos hay dos que hacen referencia al Tzolk¡¯in, el calendario sagrado. Los detalles de su hallazgo acaban de ser publicados en la revista cient¨ªfica Science Advances. Clasificados como #4778, en uno de los trozos se observa un punto y una raya horizontal. Le falta un trozo y ah¨ª, sostienen los investigadores, deb¨ªa ir un segundo punto. Los mayas escrib¨ªan el n¨²mero 7 con dos puntos encima de una l¨ªnea. Entre la parte inferior de este primer fragmento y el segundo se percibe con claridad la cabeza de un ciervo o venado. Y el siete venado es uno de los d¨ªas del Tzolk¡¯in. Formado por 260 d¨ªas que ¡°recuerdan a la duraci¨®n de la gestaci¨®n humana¡±, comenta Hurst, el almanaque no tiene meses. En su lugar, se compone con 20 d¨ªas representados por glifos y contados del 1 al 13 de forma c¨ªclica. Al siete venado le segu¨ªa 8 estrella, 9 jade/agua, 10 perro, 11 mono¡
¡°Los mayas tienen un calendario solar, como nosotros, pero tambi¨¦n tienen uno ritual¡±, comenta Hurst. ¡°Nosotros tambi¨¦n tenemos uno, la Semana Santa es parte de esa secuencia de rituales a lo largo del a?o¡±, a?ade. Estaba asociado a una mitolog¨ªa del origen y tambi¨¦n para marcar las celebraciones que acompa?aba al Haab, el calendario de 360 d¨ªas. Los cinco restantes, aunque se contaban, eran nefastos y la gente evitaba salir de sus hogares. Rodeando a ambos estaba la rueda calend¨¢rica, que completaba su ciclo cada 52 a?os. La compleja forma que los mayas ten¨ªan para organizar el tiempo se completa con la cuenta larga, un sistema vigesimal (de base 20) de contar los d¨ªas de forma lineal. Es con esta ¨²ltima la que se ha permitido encontrar equivalencias entre el calendario maya y el calendario gregoriano.
¡°Los mayas tienen un calendario solar, como nosotros, pero tambi¨¦n tienen uno ritual. Nosotros tambi¨¦n tenemos uno, la Semana Santa es parte de esa secuencia de rituales a lo largo del a?o¡±Heather Hurst, codirectora del Proyecto Arqueol¨®gico Regional San Bartolo-Xultun
La relevancia del hallazgo del siete venado reside en que se tratar¨ªa ¡°de la fecha m¨¢s antigua registrada, en este caso en un mural¡±, seg¨²n Beltr¨¢n. Pero deb¨ªan de llevar us¨¢ndolo mucho tiempo. San Bartolo ya exist¨ªa hace unos 400 a?os de esta era. El propio estilo de los escribas ¡°tan depurado¡±, como destaca Hurst, sugiere una tradici¨®n que ven¨ªa de m¨¢s atr¨¢s. Adem¨¢s, aunque los mayas y otros pueblos de Mesoam¨¦rica ten¨ªan distintas formas de organizar el poder y sociedades diferentes, usaban el mismo calendario ritual visto en San Bartolo, un calendario que siguen usando las comunidades ind¨ªgenas.
Para los descubridores del siete venado, San Bartolo a¨²n tiene muchos secretos por desvelar. Algunos siguen dentro de la pir¨¢mide. Pero otros est¨¢n fuera. Hasta la ciudad llegan o parten de ella cuatro calzadas. ¡°San Bartolo est¨¢ en el centro de algo, ahora tenemos los ojos puestos en saber donde acaban estos caminos¡±, dice la arque¨®loga Heather Hurst.
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