Climabar: ¡°Greta no se va a poder ir de botell¨®n nunca, ya tiene que ser santa toda su vida¡±
Carmen Huidobro y Bel¨¦n Hinojar divulgan la ciencia del cambio clim¨¢tico con una cerveza en la mano, citas de Rosal¨ªa y un buen humor ecoconcienciado
¡°Las emisiones, como el perreo: hasta el suelo¡±, es uno de los lemas de Climabar, una pareja ecoconcienciada. Carmen Huidobro y Bel¨¦n Hinojar, madrile?as de 27 a?os, se conocen desde la guarder¨ªa y en lo peor de la pandemia, una en ERTE y la otra en paro, decidieron lanzar un proyecto para divulgar sobre la crisis clim¨¢tica con v¨ªdeos en redes. Pero con una cerveza en la mano, con buen humor y sin mensajes cenizos. Huidobro, formada en ciencias y pol¨ªtica ambiental, e Hinojar, creativa, hab¨ªan dado a luz una nueva forma de enterarse de la emergencia planetaria: ¡°Est¨¢ claro que hace falta un cambio de narrativa, que mezclemos los dos mundos y hagamos algo distinto. Y as¨ª empezamos a probar con Climabar¡±.
Pregunta. ?Todav¨ªa hace falta divulgaci¨®n? Da la sensaci¨®n de que en vuestra generaci¨®n lo ten¨¦is m¨¢s interiorizado.
Carmen Huidobro. No tanto, ?eh? Comparado con otras generaciones, s¨ª que hay m¨¢s concienciaci¨®n y al menos un conocimiento b¨¢sico de ciertos temas. Pero yo creo que lo que sigue faltando son referentes y una manera de comunicarlo distinto. El cambio clim¨¢tico es un tema que se sigue polarizando por ideolog¨ªas pol¨ªticas, cuando es ciencia. Hay que enfocarlo como cualquier campa?a de marketing: cu¨¢l es tu audiencia, qu¨¦ mensaje quieres lanzar y c¨®mo lo vas a hacer. No se puede mandar el mismo a todo el mundo, lo que se hac¨ªa normalmente en las campa?as de concienciaci¨®n. Por ejemplo, cuando el Papa habl¨® de cambio clim¨¢tico, muchas personas cristianas de repente se abrieron a este mundo.
Bel¨¦n Hinojar. Co?o, mi abuela, mi abuela, yo llevo dos a?os haciendo esto y le ha dado igual, lo dice el Papa y ya de repente a la se?ora le interesa. Muy bien, muy bien [r¨ªen].
P. ?Y qu¨¦ tipo de respuesta tiene esta forma de comunicar?
B. H. Tenemos muy pocos haters, aunque claro, somos dos t¨ªas hablando de crisis clim¨¢tica con alcohol, o sea, yo creo que somos carnecita para lo que tenemos un mont¨®n: mansplaining. Un mont¨®n de se?ores explic¨¢ndonos cosas, eso les flipa. M¨¢s que hater, simplemente eso. Y luego que nos infantilizan un mont¨®n, en plan mira las ni?as, qu¨¦ graciosas en el bar.
C. H. Dentro de la propia comunidad eco de divulgadores y de algunos periodistas, incluso, se nos ha infantilizado mucho. Hablamos de este tema de una manera muy simplificada, como nunca se ha hecho. Eso les da miedo. Nos molesta cuando nos hacen mansplaining y nos infantilizan.
P. Siempre se ha criticado que los activistas asustan y Climabar usa un tono radicalmente distinto.
B. H. Muchas veces dicen que se simplifican demasiado las cosas, pero es porque si no, la gente no va a entender. O sea, ?vamos a estar todo el rato mordi¨¦ndonos la cola? Nosotras adem¨¢s hemos metido lo del tema de los bares, las referencias a Rosal¨ªa, Bad Bunny¡ Y algunos se ponen de los nervios, se ven muy fuera. Pero es que no es mi objetivo hablar de este tema contigo, t¨² ya sabes de qu¨¦ va toda esta movida. Le tiene que gustar al resto de gente, as¨ª que tampoco nos importa.
P. ?Hay un hueco que los medios no saben cubrir?
B. H. Hay un mont¨®n de canales y fuentes de informaci¨®n, gente haciendo cosas muy guays. Tampoco es que estemos cubriendo ning¨²n hueco, porque nosotras no somos periodistas ni pretendemos serlo, somos m¨¢s una mezcla entre saber y entretenimiento. Dando un valor extra: no solo te cuento esto, sino que encima te lo voy a poner con un lacito.
C. H. Creo que estamos haciendo algo que los medios tradicionales no hacen, que es contar las cosas que de verdad vayan a enganchar con la audiencia. Es decir, no solo hablamos del IPCC [el panel de los expertos que asesora a la ONU sobre crisis clim¨¢tica], sino que todo lo relacionamos con algo que te importe. Porque t¨² dices que si los pa¨ªses de ?frica van a sufrir no s¨¦ cuantas sequ¨ªas al a?o, a muchos les da igual. Pero si te digo que la cerveza se va a ver m¨¢s cara, que hay una crisis de los papeles de liar, que tu veranito en Ibiza se va a ver un poco afectado, te jodes. Y es lo que intentamos hacer. Cuando hablamos de temas un poco densos, como lo del IPCC, siempre intentamos no solo contarlo de una manera entretenida, divertida y corta, sino que tambi¨¦n te quedes con algo que haga que te importe. Por desgracia el cambio clim¨¢tico es algo que nos afecta a todos, pero es muy raro trasladarlo a tu vida diaria todav¨ªa. Es algo tan progresivo y paulatino que no lo notas.
Tenemos un mont¨®n de ¡®mansplaining¡¯, se?ores explic¨¢ndonos cosas, eso les flipa
P. Los medios hemos sido catastrofistas y no siempre funcion¨®.
C. H. Hay personas a las que el miedo s¨ª que les ha funcionado y las ha hecho muy activistas. Pero hay otras a las que el miedo las deja paradas y lo ignoran. Al haber sido pesimistas durante tanto tiempo, ahora a la gente ya le da m¨¢s igual.
P. Ustedes no le ponen el peso sobre los hombros a la gente, no le tiran la bronca a quien compra las camisetas en Zara.
B. H. Claro, cari?o, no te las voy a coser yo, eso te lo aseguro. Muchas empresas de marcas han tendido a poner toda la presi¨®n encima del individuo. Por ejemplo, toda la movida de la huella de carbono: que venga una petrolera, o una marca de refrescos con botellas rojas, a decirte que recicles sus botellas, a m¨ª me parece muy fuerte. Cuando te imponen lo de tu huella de carbono, t¨² te paralizas. Dices, ?qu¨¦ co?o hago? Puedes hacer un mont¨®n de cosas, no te agobies, intenta lo que t¨² puedas. Hay un mont¨®n de puntos intermedios entre ser Greta y no hacer absolutamente nada.
C. H. Hay una descompensaci¨®n entre los mensajes individuales y la acci¨®n colectiva, y eso es un poco lo que intentamos combatir tambi¨¦n. No queremos criminalizar a las personas porque ya hay tropecientos mensajes de: calcula tu huella, haz esto, lo otro. Nosotras no queremos ser parte de eso, porque poco se habla de que las petroleras como Shell y Exxon taparon que ven¨ªa la crisis clim¨¢tica desde los a?os setenta. Y eso es de lo que deber¨ªamos estar hablando. Esos son los verdaderos culpables. No me importa que tengas que comprar en Inditex porque no te da el dinero y tienes que hacerte t¨¢pers los domingos.
P. ?Y c¨®mo ven el fen¨®meno Greta Thunberg?
B. H. Te da una pena que te mueres porque esa ni?a no se va a poder ir de botell¨®n nunca, no va a poder hacer nunca nada. Ya la ni?a tiene que ser santa toda su vida [r¨ªen]. Para m¨ª, sinceramente, me parece una putada que a la ni?a se le est¨¦ poniendo toda esta presi¨®n, y luego hay por ah¨ª se?oros que son dinosaurios que tienen el 100% de las acciones de empresas que est¨¢n gastando una millonada en joder el planeta, y a esos no se les dice ni p¨ªo. Pero vamos a por la ni?a, vamos a mandarle mariachis para hacerle bullying [r¨ªen].
P. ?La lucha contra la emergencia clim¨¢tica es una cosa ya de cielas contra se?oros?
C. H. Cien por cien. Greta es un claro ejemplo de ¡°?para qu¨¦ voy a seguir con mis estudios, si se est¨¢n cargando mi futuro?¡±. Fue una manera muy guay de poner claro que no es el planeta el que est¨¢ en juego, es nuestro futuro como especie. Cuando ella se dio cuenta, empez¨® todo.
El cambio clim¨¢tico es algo que nos afecta a todos, pero es muy raro trasladarlo a tu vida diaria
P. ?De verdad existe la ecoansiedad en su generaci¨®n?
B. H. Yo la ignoro bastante, en plan lalala [con las manos en los o¨ªdos]. Pero es fuerte. Hay gente que lo ha pasado mal, yo tengo amigos que se plantean no tener hijos por esto.
C. H. Yo me lo planteo, no porque contaminen, que eso me parece absurdo. Pero qu¨¦ futuro les voy a dar. Es que si vienen las guerras del agua, mis genes no est¨¢n preparados para que mi descendencia sobreviva [r¨ªen]. Les voy a traer al mundo para que luego tenga que ser una especie de juegos del hambre. S¨ª que existe esa ecoansiedad.
P. ?Es un problema generacional? ?De j¨®venes reprochando a los mayores el mundo que les han dejado?
C. H. A nuestros padres se les ense?¨® que el progreso era sin¨®nimo de tener varios coches, tener una casa en la playa, tener una casa grande aunque tengas que moverte en coche, viajar, aire acondicionado, comer mucha carne, porque antes era un lujo. De repente se empiezan a democratizar ciertas cosas, como acumular muchos bienes, que durante la ¨¦poca de nuestros abuelos no pasaba. Y cuando t¨² ahora llegas a nuestros padres y les dices que est¨¢ mal todo lo que ellos pensaban que estaban haciendo bien, se produce el choque y el rechazo. Todo lo que han comprado era para m¨ª y ahora les estoy diciendo que lo est¨¢n haciendo todo fatal y que se est¨¢n cargando mi futuro.
P. Porque pones en duda la identidad de la gente, su modo de vida.
B. H. Es que es muy violento, no puedes coger el modo de vida de alguien y empezar a juzgarle. No se puede. Son cosas muy personales, elecciones de cada uno, y nunca puedes exponer la vida de alguien y decir, esto est¨¢ mal. Es importante conseguir que te abran un poquito la mente para al menos escuchar.
P. ?Y de verdad hace falta explic¨¢rselo a quienes deben tomar las decisiones?
C. H. Saben que esto va a petar. Estamos viendo como empresas grandes est¨¢n cambiando sus inversiones, tienen en cuenta la crisis clim¨¢tica, pero est¨¢n estirando el chicle hasta ver hasta d¨®nde pueden llegar. Es el cortoplacismo, aunque est¨¢ m¨¢s que demostrado que cuanto m¨¢s tarde actuemos, m¨¢s caro va a ser.
P. ?Optimistas?
B. H. Siempre, que el pesimismo no nos ha llevado nunca a nada. Es como la verg¨¹enza: no pasa nada interesante estando triste y teniendo verg¨¹enza.
C. H. Optimistas, porque las soluciones est¨¢n ah¨ª, sabemos lo que tenemos que hacer. No es como si tuvi¨¦ramos que inventar una tecnolog¨ªa para salvarnos. Ya est¨¢. Todo lo que necesitamos, lo tenemos. Es cuesti¨®n de actuar.
B. H. ?Mueve el culo, co?o!
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