Maryna Viazovska, matem¨¢tica: ¡°Yo no intentar¨ªa imaginar un mundo en ocho dimensiones, es un experimento peligroso¡±
La investigadora ucraniana ha ganado la medalla Fields, cumbre de las matem¨¢ticas, tras demostrar cu¨¢l es la mejor forma de apilar esferas m¨¢s all¨¢ del espacio tridimensional
Dice el matem¨¢tico estadounidense Charles Fefferman que enfrentarse a un problema complejo es como jugar al ajedrez contra el diablo. En 1611, el astr¨®nomo alem¨¢n Johannes Kepler inici¨® una de estas partidas endemoniadas. El desaf¨ªo era averiguar la mejor manera de apilar esferas, ya fueran bolas de ca?¨®n o naranjas, de tal forma que ocupasen el menor espacio posible. Durante siglos, algunos de los mejores matem¨¢ticos de la humanidad fueron aplastados por el demonio, hasta que en 1998 se demostr¨® que lo ideal era amontonar las naranjas en una pir¨¢mide. En 2016, una mujer ucraniana que entonces ten¨ªa 31 a?os, Maryna Viazovska, machac¨® al diablo. Superado el espacio tridimensional, descubri¨® la mejor forma de apilar esferas en ocho dimensiones. Y, unos d¨ªas despu¨¦s, en 24 dimensiones. Este 5 de julio, Viazovska se convirti¨® en la segunda mujer que gana la medalla Fields, una de las cumbres de las matem¨¢ticas.
La investigadora, nacida en Kiev hace 37 a?os, tiene en la capital ucraniana a sus padres y a su abuela. Cuando el d¨¦spota ruso Vlad¨ªmir Putin decidi¨® invadir Ucrania en febrero, Viazovska, catedr¨¢tica de la Escuela Polit¨¦cnica Federal de Lausana (Suiza), se convirti¨® en una persona incapaz de pensar en n¨²meros. ¡°Fue un shock que algo as¨ª pudiera ocurrir, pero ahora entiendo que no consigues nada por el hecho de no trabajar, as¨ª que he vuelto a las matem¨¢ticas. Adem¨¢s, las matem¨¢ticas son un refugio frente a la vida real, frente a las cosas malas que suceden en la vida real¡±, afirma por videoconferencia desde la ciudad suiza.
Pregunta. ?C¨®mo apila usted las naranjas en la cocina?
R. Normalmente no tengo tantas naranjas, mis hijos se las comen enseguida. El problema no es apilarlas, el problema es reponerlas seg¨²n se van acabando [risas].
P. Es dif¨ªcil imaginar un mundo en ocho dimensiones o en 24. ?Usted puede?
R. No lo intento, creo que es muy peligroso y malo para la salud. Para los matem¨¢ticos, el n¨²mero de dimensiones es simplemente el n¨²mero de coordenadas. Imagina un archivo de Excel con ocho celdas y que introduces en ellas ocho n¨²meros. Estas coordenadas se pueden representar como un punto en un espacio de ocho dimensiones, pero no pienso en ello como un espacio f¨ªsico en el que yo pueda estar presente. Lo veo como una fila en una tabla de Excel, nada m¨¢s.
P. Cuando dice que es peligroso imaginar un mundo en ocho dimensiones, ?es solo una broma o una persona se puede perder intentando imaginar un mundo tan multidimensional?
R. Era una broma, pero yo no lo intentar¨ªa. Creo que, muy a menudo, nuestra salud mental es m¨¢s fr¨¢gil de lo que pensamos. As¨ª que prefiero abstenerme de hacer experimentos peligrosos.
P. El problema de cu¨¢l es la mejor manera de apilar esferas es muy simple de formular y muy dif¨ªcil de resolver. ?Hay m¨¢s problemas as¨ª a los que se quiera enfrentar?
R. Hay muchos problemas en teor¨ªa de n¨²meros [la rama de las matem¨¢ticas que estudia las propiedades de los n¨²meros] con una formulaci¨®n muy sencilla, pero creo que resolver uno solo de estos problemas a lo largo de una vida ya es algo excepcional. Ahora estoy trabajando en problemas que no son tan conocidos y atractivos para el p¨²blico general, pero s¨ª son importantes para la estructura interna de la teor¨ªa de n¨²meros. Elegir los problemas a los que te quieres enfrentar es un arte. No hay que escogerlos solo porque sean atractivos o parezcan bonitos, tambi¨¦n hay que tener en cuenta si puedes aportar un conocimiento especial para resolverlos.
Todav¨ªa estamos aprovechando las matem¨¢ticas que se hicieron en el siglo XIX
P. Solucionar algunos problemas matem¨¢ticos requiere d¨¦cadas o incluso siglos.
R. S¨ª, ocurre con muchos problemas importantes de matem¨¢ticas puras, pero no siempre, por suerte.
P. Usted afirm¨®, tras recibir la medalla Fields, que las aplicaciones de su trabajo podr¨ªan llegar dentro de un siglo.
R. Era un poco una met¨¢fora, pero es cierto que todav¨ªa estamos aprovechando las matem¨¢ticas que se hicieron, por ejemplo, en el siglo XIX.
P. El autor del problema del apilamiento de esferas, el astr¨®nomo Johannes Kepler, public¨® de hecho sus leyes del movimiento de los planetas al comienzo del siglo XVII y casi cuatro siglos m¨¢s tarde la humanidad envi¨® naves espaciales a algunos de ellos.
R. A menudo es as¨ª como funciona la ciencia.
P. ?Cu¨¢les pueden ser las aplicaciones de saber c¨®mo apilar esferas en ocho dimensiones o en 24?
R. Lo ¨²til, probablemente, son los m¨¦todos que desarrollamos para resolver este problema. Es dif¨ªcil decir cu¨¢l es la aplicaci¨®n pr¨¢ctica de saber cu¨¢l es la mejor manera de apilar esferas. Este problema es muy especial, muy sim¨¦trico, muy idealizado, pero el mundo real est¨¢ lleno de otros importantes problemas de optimizaci¨®n geom¨¦trica [procedimientos para minimizar la energ¨ªa de un sistema, por ejemplo], aunque sean m¨¢s feos. Uno de los resultados colaterales de mi trabajo es la construcci¨®n de una especie de funciones m¨¢gicas, que espero que se puedan utilizar en problemas de procesamiento de se?ales. Es como si tuvi¨¦ramos una nueva medicina. Ahora hay que encontrar la enfermedad en la que usarla.
P. ?Qu¨¦ tipo de procesamiento de se?ales?
R. Por ejemplo, esta videoconferencia en la que estamos es el resultado de una compresi¨®n de la imagen y del sonido. Estas se?ales se comprimen en el ordenador, se convierten en unos y ceros [el c¨®digo binario utilizado en la inform¨¢tica], se env¨ªan por un canal y se descodifican en el otro extremo. Nuestros resultados son potencialmente ¨²tiles para el procesamiento de se?ales en todo tipo de comunicaciones, pero tendremos que esperar a que alg¨²n ingeniero lea mi trabajo, se inspire y encuentre una aplicaci¨®n real.
Tendremos que esperar a que alg¨²n ingeniero lea mi trabajo, se inspire y encuentre una aplicaci¨®n real
P. El matem¨¢tico ucraniano Bogdan Rublyov ha sugerido que usted no gan¨® la medalla Fields en la anterior edici¨®n, en 2018, por presiones de Rusia. ?Usted tambi¨¦n lo cree?
R. Yo no s¨¦ nada de eso, espero que no. Espero que el comit¨¦ elija a los ganadores con un criterio estrictamente matem¨¢tico. No tengo razones para no pensarlo.
P. ?Qu¨¦ le dir¨ªa a Vlad¨ªmir Putin si lo tuviera enfrente?
R. No quiero tenerlo cara a cara. Y no creo que tenga sentido hablar con ¨¦l. Muchos presidentes, primeros ministros y l¨ªderes pol¨ªticos europeos han pasado horas y horas hablando con ¨¦l y parece que no hay avances. Si tuviera que decirle algo a alguien ser¨ªa a la gente de Rusia. Les dir¨ªa que lo que Rusia le est¨¢ haciendo a Ucrania es horrible, malvado, y que deben frenarlo. Decirle esto a Putin no servir¨ªa para nada. Putin ya se da cuenta de lo malvadas y destructivas que son sus acciones.
P. Volviendo a las matem¨¢ticas, usted es la segunda mujer que gana una medalla Fields desde la creaci¨®n de estos premios en 1936. Ha habido unos 60 hombres ganadores y solo dos mujeres. ?Por qu¨¦?
R. No lo s¨¦, probablemente hay muchas razones. Espero que esto cambie en el futuro. Cada vez hay m¨¢s mujeres en la ciencia y en las matem¨¢ticas. Espero que esta tendencia contin¨²e y en el futuro veamos m¨¢s mujeres entre los ganadores de la medalla Fields.
P. ?Hay machismo en las matem¨¢ticas?
R. El sexismo existe en nuestra sociedad, y la comunidad matem¨¢tica es parte de la sociedad. Cualquier cosa mala que exista en la sociedad existir¨¢ en la comunidad matem¨¢tica, pero no creo que la comunidad matem¨¢tica sea especialmente mala en este aspecto. Hay una voluntad de corregir esta situaci¨®n y espero que se tenga ¨¦xito.
El sexismo existe en nuestra sociedad, y la comunidad matem¨¢tica es parte de la sociedad
P. Usted naci¨® poco antes del desastre de Chern¨®bil. Y la Uni¨®n Sovi¨¦tica se desmoron¨® cuando usted ten¨ªa seis a?os...
R. S¨ª, el accidente de Chern¨®bil tuvo un gran impacto para todo el mundo en Kiev, porque est¨¢ a menos de 100 kil¨®metros de la central nuclear. Cuando ocurri¨® yo ten¨ªa un a?o y medio, as¨ª que no lo recuerdo, pero s¨¦ lo que me han contado mis padres y mis abuelos. Me llevaron a Mosc¨², que se consideraba un lugar seguro, y vivimos all¨ª varios meses con unos familiares. Mi padre y mi abuelo, como casi todos los hombres que viv¨ªan en Kiev por entonces, tuvieron que participar como liquidadores, los encargados de luchar contra las consecuencias de la explosi¨®n. Mi abuelo tuvo que ir a Pr¨ªpiat [la ciudad fantasma en la zona de exclusi¨®n de Chern¨®bil] para rescatar algunos documentos, porque la ciudad se hab¨ªa vaciado de personas, pero se hab¨ªan quedado all¨ª algunos papeles importantes. Quedarse un tiempo en la ciudad era arriesgado, porque la gente recib¨ªa grandes dosis de radiaci¨®n, as¨ª que iban muchas personas, pero durante poco tiempo. Iban unas pocas horas, recog¨ªan lo necesario y regresaban. La f¨¢brica en la que trabajaba mi padre [una planta de producci¨®n de aviones Antonov] tambi¨¦n aportaba liquidadores. ?l ten¨ªa que ir a una estaci¨®n de lavado a limpiar los propios veh¨ªculos de limpieza que se ensuciaban en Chern¨®bil. Mi padre estaba muy enfadado por tener que ir all¨ª, porque parec¨ªa un lugar muy peligroso, lleno de veh¨ªculos radiactivos. Al final solo tuvo que limpiar algunos, la mayor¨ªa acab¨® en otra estaci¨®n de lavado. As¨ª que mi padre no se expuso demasiado a la radiaci¨®n.
P. ?Espera volver pronto a Kiev?
R. S¨ª, por supuesto, es mi ciudad. He vivido en muchos lugares en mi vida, pero siempre pienso que Kiev es mi casa. Me gustar¨ªa ir en verano, pero todav¨ªa no lo he planeado. Hacer planes en Ucrania ahora no es sencillo.
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