Josefa Ros Velasco, fil¨®sofa: ¡°Si alguien se aburre suele darse a la botella, cuando le pasa a un pa¨ªs suele darse una revuelta¡±
La fil¨®sofa ha recibido el Premio Nacional de Investigaci¨®n por su estudio del aburrimiento, un ¡°malestar esencial¡± que lleva 10 a?os estudiando de forma te¨®rica, pero tambi¨¦n en residencias de mayores
Al principio eran los fil¨®sofos, luego los te¨®logos, despu¨¦s los soci¨®logos, alg¨²n fisi¨®logo y a partir del siglo XX las ciencias de la salud mental. Ahora, hasta la arquitectura y la zoolog¨ªa. Todas estas disciplinas se han asomado al aburrimiento para tratar de desentra?ar los misterios de ese cansancio del ¨¢nimo tan humano. La murciana Josefa Ros Velasco, de 35 a?os, acaba de recibir el Premio Nacional de Investigaci¨®n precisamente por su trabajo sobre el aburrimiento. Despu¨¦s de una d¨¦cada de estudio, y tras publicar La enfermedad del aburrimiento (Alianza), esta fil¨®sofa est¨¢ convencida de que es una emoci¨®n ¡°esencial en la evoluci¨®n de nuestra especie¡±, un mecanismo adaptativo que nos hace mejorar: ¡°Gracias a experimentar ese malestar, te sientes instado a introducir cualquier novedad en tu contexto para dejarlo atr¨¢s¡±.
¡°A lo mejor es gracias al aburrimiento que empezamos a mantener conversaciones cada vez m¨¢s complejas, a imaginar el futuro, el aliciente para el desarrollo de una protocultura¡±, asegura, rememorando los albores de la humanidad. Y aclara, para evitar el malentendido m¨¢s com¨²n, que aburrirse es muy distinto a no hacer nada: es una sensaci¨®n inc¨®moda, por definici¨®n, no buscada. ¡°Es un estado de malestar que surge cuando nuestra relaci¨®n con el entorno deja de satisfacernos. Nunca, nunca, uno se puede sentir contento, ni feliz, ni a gusto, con el aburrimiento. Eso no es aburrimiento¡±. Y, por lo general, es funcional: cuando uno siente ese malestar, explica Ros, dise?amos en nuestra mente una estrategia de huida y la ponemos en pr¨¢ctica. Y solo cuando no podemos huir, el aburrimiento se puede convertir en algo disfuncional y patol¨®gico, como ella ha observado en su investigaci¨®n en las residencias de mayores.
Pregunta. Detesta el mito de que el aburrimiento es el germen de la creatividad, generalmente solo lleva a repasar la lista de la compra.
Respuesta. S¨ª, es que es un mito. La pr¨®xima vez que os est¨¦is aburriendo, por favor haced ese ejercicio de autoconciencia de vuestro aburrimiento y comprobad a qu¨¦ os lleva. Si te est¨¢s aburriendo con una actividad, lo normal es que pases a otra que ya conoces. El aburrimiento es reactivo. Son falsos esos esl¨®ganes que te venden: ab¨²rrete, te har¨¢ ser m¨¢s creativo.
P. La prueba del algod¨®n: del confinamiento no salieron millones de Cervantes.
R. El aburrimiento requiere tiempo para generar un cambio fuerte, e incluso as¨ª, es casi imposible que salga bien. Lo m¨¢s normal es que al final se traduzca en comportamientos disfuncionales, desadaptativos, perjudiciales para uno mismo. Casi siempre vamos al consumo de drogas, consumo de alcohol, reacciones violentas, autolesiones y toda esta ristra de comportamientos nocivos que se asocian al aburrimiento.
P. ?Las respuestas menos sanas se dan cuando no encontramos soluci¨®n a nuestro aburrimiento?
R. Cuando no se logra esa estrategia de huida y se dan casos de aburrimiento cr¨®nico o cronificado. Imagina que est¨¢s en una circunstancia en la que te aburres y el horizonte es que se prolongue durante meses. Y no te puedes ir. Seguramente tu reacci¨®n final no sea algo bueno.
P. Aunque aburrirse es bueno.
R. El aburrimiento es malo porque duele, pero bueno porque conviene. No pasa nada porque te aburras, al contrario, es beneficioso, porque t¨² ah¨ª recibes la se?al de que esto que haces y que te est¨¢ aburriendo, pues quiz¨¢ tendr¨ªas que cambiarlo. Si nunca nos aburri¨¦semos de las cosas... ?Qu¨¦ horror! A lo mejor estar¨ªamos aqu¨ª sentados moldeando plastilina y tirados por el suelo jugando con los Playmobil. Llega un momento en el que algo te dice: ya est¨¢, ya he tenido bastante. Es gracias a que te aburres de las cosas y que te sientes mal, que te das cuenta de que tu presente se ha quedado obsoleto. Sientes ese impulso de explorar lo que hay en la realidad y eso es maravilloso. As¨ª es como crecemos las personas, al buscar algo nuevo, salir de lo conocido porque ya no me representa ning¨²n reto.
P. Pero tampoco podemos erradicarlo de nuestra vida.
R. El problema est¨¢ en los individuos que se aburren constantemente, que sufren un aburrimiento patol¨®gico de tipo individual. O ese otro tipo en el que no se puede responder al aburrimiento, debido a situaciones sociales que nosotros mismos creamos. En ocasiones es la propia sociedad la que crea este tipo de espacios en los que la gente se aburre permanentemente. Geri¨¢tricos, aulas, c¨¢rceles. Tenemos que intentar evitar esas dos formas de aburrimiento.
¡°El aburrimiento es malo porque duele, pero bueno porque conviene¡±
P. Usted estudia el aburrimiento en las residencias de mayores.
R. Hemos creado un espacio generador de aburrimiento situacional cronificado, es decir, en el que los mayores se aburren constantemente. No todos, pero un porcentaje se enfrenta a ese problema de saber lo que quieren hacer para no aburrirse, pero no pueden ponerlo en pr¨¢ctica, porque se encuentran en un entorno constrictivo. Eso es un problema porque no pueden reaccionar o lo hacen como pueden: gritan, lloran, se vuelven agresivos, le pegan al que tienen al lado en la mesa, se autolesionan, no se quieren tomar la medicaci¨®n. Desarrollan trastornos de la conducta, trastornos alimenticios, trastornos del sue?o, depresi¨®n e incluso el peor caso que me he encontrado es ideaci¨®n suicida. Muchas veces, quienes les cuidan dicen que est¨¢n perdiendo la cabeza y a lo mejor solo es frustraci¨®n por no poder vivir una vida con significado. Es un aburrimiento que se hace ya profundo. ?Cu¨¢l es el horizonte que tienen ellos? La muerte.
P. ?Y qu¨¦ se puede hacer?
R. Hace falta un cambio radical de modelo, porque esas instituciones y cuidadores tienen que entender que ellos no est¨¢n ah¨ª para ofrecerles actividades, sino que deben adoptar el rol del facilitador. Yo, el mayor que vive en la residencia, estoy en mi casa y t¨² vienes a trabajar; yo te digo lo que quiero y t¨² te tienes que encargar de ayudarme a conseguirlo. Falta ese canal de comunicaci¨®n, que a veces se da de manera informal. Con tanto compromiso que muestra ahora mismo el sector, que hay que hacer un cambio cultural, esto no puede ser todo de boquilla. Hay que comprometerse de verdad.
P. ?Hay un aburrimiento espec¨ªfico de nuestra ¨¦poca?
R. Sentimos la presi¨®n de que tenemos que sacarle producto a cada cosa que hacemos. Es decir, es la ¨¦tica capitalista del trabajo llevada a la vida personal, al ocio, a todo. Antes ten¨ªas que ser productivo en el trabajo. Pero es que ahora tenemos esa obsesi¨®n aplicada a todo. Decides ver una pel¨ªcula de Netflix y necesitas sacarle producto: comentarlo en las redes sociales e interactuar con la gente, recibir unos cuantos likes. Esto, sin embargo, nos tiene aburrid¨ªsimos. Caminamos en esta l¨ªnea por inercia. El hast¨ªo ha crecido much¨ªsimo y si va a seguir aumentando, esto nos conduce a un quiebre mental, a una de esas reacciones explosivas frente al contexto que ha generado ese aburrimiento. Yo creo que va a acabar estallando este sistema, pero ?cu¨¢ndo?
Hemos llevado la ¨¦tica capitalista del trabajo a la vida personal, al ocio, a todo
P. ?Las sociedades se aburren igual que las personas?
R. S¨ª, pero necesitas mucho m¨¢s tiempo para que se produzca una reacci¨®n a nivel social. En el momento en el que nos soltaron tras el confinamiento, parec¨ªa que no hab¨ªa pasado nada. No estamos tan mal todav¨ªa, nos quejamos mucho del aburrimiento, pero todav¨ªa no estamos preparados para renunciar a las comodidades del sistema capitalista. Nos fastidian muchas cosas, pero nos gustan much¨ªsimas otras. No hay que ser hip¨®crita. Para ponerlo en Twitter est¨¢ muy bien, pero no te vas a una isla desierta.
P. Entonces, ?votamos cosas nuevas por aburrimiento?
R. Por supuesto, claro que se pueden aburrir los pa¨ªses y las sociedades y las culturas, y es lo m¨¢s l¨®gico del mundo. Tiene su parte positiva: en vez de quedarte en lo que ya conoces, sigues avanzando, sea mejor o peor, eso es algo que ya demuestra el tiempo. Con un colega chileno escrib¨ª un art¨ªculo precisamente sobre si es posible que la sociedad chilena estuviese aburrida, hasta el punto de que ese aburrimiento haya desencadenado toda la revuelta que se produjo en oto?o de 2019. Aburridos no de una pel¨ªcula, sino insatisfacci¨®n con el contexto en el que te encuentras inmerso. Necesidad de dar paso a lo siguiente porque el presente se ha quedado obsoleto, ya no te estimula, ya no cumple con tus necesidades, con tus expectativas.
P. Y entonces al final se dan a la botella.
R. S¨ª, efectivamente [r¨ªe]. Si cuando se aburre uno individualmente se suele dar a la botella, cuando un pa¨ªs se aburre suele suceder una revuelta.
P. El aburrimiento como motor de la Historia.
R. S¨ª, como dec¨ªa Cioran. Cuando se produce esa revuelta, muchas veces acaba cobr¨¢ndose vidas de personas inocentes. Hay quien cree que hasta eso es positivo, un da?o colateral. Lo importante es que avanzamos, porque evitar ese riesgo es contraproducente para la sostenibilidad de la especie humana. Cada vez que un sistema se queda obsoleto, damos paso al siguiente. Mayo del 68, la Revoluci¨®n Francesa. A m¨ª me gusta la ruptura de la Edad Media y el paso a la Edad Moderna. Ese aburrimiento del Dios tirano, de la teolog¨ªa, de sentirme vigilado constantemente por alguien que no veo; al menos voy a sentirme vigilado por el que tengo aqu¨ª al lado, que por lo menos le puedo decir algo cara a cara. Ese es el cambio m¨¢s radical.
P. ?Est¨¢ estigmatizado el aburrimiento, nos cuesta reconocerlo?
R. En el plano individual y en el colectivo. No pasa nada, hay que manifestar ese aburrimiento, compartir ese estado de malestar en el que todos nos encontramos. Hablarlo de verdad, y qu¨¦ se te est¨¢ pasando por la cabeza para romper con ¨¦l. Eso nos permite dise?ar estrategias de prevenci¨®n para cuando el estallido llegue. Da una verg¨¹enza terrible admitir que nos aburrimos porque no queremos ser se?alados como ese individuo que pierde el tiempo, que no se conoce lo suficiente a s¨ª mismo, que est¨¢ vac¨ªo, sin suficiente curiosidad o inter¨¦s por lo que le rodea. Si t¨² hablas con los dem¨¢s de lo que te aburre, das el primer paso para saber c¨®mo los dem¨¢s reaccionan frente a situaciones parecidas, que te puedan aconsejar, y entender que no te pasa solamente a ti. Para eso est¨¢ el aburrimiento, para decirte: oye, cambia esto que hay que renovarse.
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