Las lenguas indoeuropeas se expandieron por Eurasia en oleadas y desde or¨ªgenes diferentes
Un an¨¢lisis etimol¨®gico de las palabras y el ADN antiguo reescriben el viaje que iniciaron hace 8.000 a?os los idiomas que hoy habla la mitad de la poblaci¨®n mundial
Noche viene del t¨¦rmino latino noctis, que en griego se dice nykt¨®s, en ingl¨¦s moderno night, nuit en franc¨¦s y en s¨¢nscrito, la lengua cl¨¢sica de India, naktasya. Uno de los primeros en detectar que todos estos idiomas podr¨ªan tener un origen com¨²n fue el jesuita franc¨¦s Gaston-Laurent Coeurdoux hace 250 a?os. Desde entonces, los ling¨¹istas han buscado el origen de todas estas lenguas, las indoeuropeas, como si fueran Indiana Jones. Ahora, en un esfuerzo de decenas de cient¨ªficos que han combinado an¨¢lisis ling¨¹¨ªstico, computaci¨®n avanzada, arqueolog¨ªa y ADN antiguo, le han puesto fecha al llamado protoindoeuropeo y reubicado en el mapa desde d¨®nde partieron los humanos que lo hablaban.
En la actualidad se hablan unas 400 lenguas indoeuropeas, seg¨²n la base de datos de Glottolog (aunque la frontera entre variedad regional, dialecto y lengua hace algo arbitraria esta cifra). Casi la mitad de los humanos hablan alguna de ellas. Su expansi¨®n original llev¨® a sus primeros hablantes, en un proceso que dur¨® milenios, a poblar ¨¢reas desde hasta la actual Irlanda, en el oeste, hasta la parte occidental de China, en el este, y desde tierras escandinavas, en el norte, hasta la India, en el sur. Los expertos en este campo se han dividido durante d¨¦cadas en dos grandes bloques: por un lado, los que defienden que el llamado protoindoeuropeo antecesor, se hablaba en el norte del Creciente F¨¦rtil, en las fronteras actuales de Turqu¨ªa, L¨ªbano e Irak hace unos 9.000 a?os. Esta es una de las zonas donde apareci¨® la agricultura y, con su expansi¨®n, aquellos agricultores propagaron su lengua. Pero hay una hip¨®tesis alternativa: entre hace 6.000 y 4.500 a?os se produjeron una serie de movimientos por parte de poblaciones de las estepas tanto hacia el oeste como hacia el este. Pueblos como los misteriosos yamnaya, por ejemplo, llevaron sus lenguas hacia Europa, unas lenguas que fueron el germen de las ramas it¨¢lica, germ¨¢nica y celta del ¨¢rbol indoeuropeo.
Al frente de m¨¢s de 80 cient¨ªficos, la mayor¨ªa ling¨¹istas y genetistas, el investigador Paul Heggarty mantiene ahora que tanto la hip¨®tesis de los agricultores anatolios como la de los pastores esteparios est¨¢n equivocadas... y tienen parte de raz¨®n. ¡°Analizamos los datos ling¨¹¨ªsticos como si fuera datos gen¨¦ticos¡±, dice. Para ello, han creado una base de datos con 5.013 cognados, palabras que etimol¨®gicamente comparten un origen com¨²n, como las distintas formas decir noche. Los t¨¦rminos proced¨ªan de 161 lenguas indoeuropeas, 52 de ellas antiguas o ya muertas, como el tocario, el g¨®tico o el castellano antiguo. Con todo ello crearon el ¨¢rbol filogen¨¦tico de las lenguas indoeuropeas. Para saber cu¨¢ndo se separ¨® cada rama (hoy hay diez ramas vivas), le pusieron fecha a los idiomas de los que no se conoc¨ªa su dataci¨®n. ¡°Por ejemplo, para el lat¨ªn cl¨¢sico, fijamos el 50 antes de nuestra era¡±, explica Heggarty, que lidero el proyecto mientras era profesor del Instituto Max Planck de Antropolog¨ªa Evolutiva (Alemania). Y fueron yendo para atr¨¢s buscando el punto de origen. ¡°El m¨¦todo intenta reunir todas las ramas para ver la edad del ancestro com¨²n a todos los idiomas¡±, a?ade el ahora profesor de la Pontificia Universidad Cat¨®lica del Per¨².
Este linaje ling¨¹¨ªstico indoeuropeo ya se hab¨ªa diferenciado en m¨²ltiples ramas independientes hace aproximadamente 7.000 a?os, seg¨²n detallan los autores de esta investigaci¨®n en la revista cient¨ªfica Science. ¡°Esto descartar¨ªa la hip¨®tesis de la estepa¡±, recuerda Heggarty. La fecha m¨¢s probable en el que el protoindoeuropeo tuvo su primer evento de diversificaci¨®n habr¨ªa sido hace 8.120 (con un margen de variaci¨®n de varios siglos por arriba y por abajo). En apoyo de la alternativa anatolia, recientes estudios de ADN antiguo apuntan que agricultores de la regi¨®n cauc¨¢sica entre el mar Negro y Caspio se expandieron hacia Anatolia. El hitita, idioma hablado por habitantes de la civilizaci¨®n anatolia del mismo nombre, constituye otra rama mayor, hoy extinta, de la familia indoeuropea.
En apoyo de la alternativa anatolia, recientes estudios de ADN antiguo apuntan que agricultores de la regi¨®n cauc¨¢sica ¡ªentre el mar Negro y el Caspio¡ª se expandieron hacia Anatolia y quiz¨¢ m¨¢s al oeste, hasta la pen¨ªnsula griega y lo que hoy es Albania. Durante d¨¦cadas, hubo un gran grupo de ling¨¹istas que defend¨ªan que el hitita, idioma hablado por habitantes de la civilizaci¨®n anatolia del mismo nombre, era el ancestro com¨²n de los otros idiomas indoeuropeos, con algunos considerando que ser¨ªa incluso el heredero directo del protoindoeuropeo, el primer idioma de la familia.
Pero el ADN antiguo tambi¨¦n estaba dando pruebas a los que defend¨ªan la hip¨®tesis esteparia. Desde 2015, se ha ido descubriendo que pueblos venidos desde la estepa p¨®ntica, al sur y noreste de las actuales Rusia, Ucrania y Kazajist¨¢n, fueron colonizando Europa central hace entre 6.000 y 4.500 a?os, dejando su huella tanto en la gen¨¦tica de los modernos europeos como en las poblaciones aut¨®ctonas de entonces. Hay trabajos en 2018 y 2019, por ejemplo, que muestran como hombres venidos del este pudieron reemplazar a casi todos los varones que entonces viv¨ªan en la pen¨ªnsula ib¨¦rica. Fueron estos pueblos los que trajeron las lenguas it¨¢licas, germ¨¢nicas o c¨¦lticas. Cuando salieron de su lugar de origen, deber¨ªan de hablar todos el mismo idioma o muy parecidos, alg¨²n sucesor del protoindoeuropeo. Es en el largo periplo (los celtas tardaron siglos en alcanzar lo que hoy es Irlanda) y sobre todo una vez asentados y en contacto con las poblaciones locales cuando se inicia la diversificaci¨®n entre unas lenguas que en su inicio deber¨ªan ser la misma.
¡°Ni el alban¨¦s, ni la cultura mic¨¦nica, que hablaban griego, ni la hitita tienen se?al gen¨¦tica dominante de la estepa¡±Paul Heggarty, investigador del Instituto Max Planck de Antropolog¨ªa Evolutiva, Alemania
Explicar esto es la gran aportaci¨®n del trabajo de Heggarty. Combinado el an¨¢lisis filogen¨¦tico de los cognados con lo que ha aportado el ADN antiguo, resulta que pudo haber dos or¨ªgenes sucesivos. En un primer momento, la expansi¨®n se produjo desde la regi¨®n sur del C¨¢ucaso, con cinco de las grandes familias ling¨¹¨ªsticas ya separadas hace 7.000 a?os. ¡°Ni el alban¨¦s, ni la cultura mic¨¦nica, que hablaban griego, ni la hitita, tienen se?al gen¨¦tica dominante de la estepa¡±, recuerda Heggarty. Pero varios milenios despu¨¦s hubo otra oleada, esta protagonizada por los pastores esteparios del norte, de la que nacer¨ªan las ramas occidentales del ¨¢rbol y probablemente tambi¨¦n las lenguas eslavas y b¨¢lticas y quiz¨¢ las extinguidas del tocario, en lo que hoy es el T¨ªbet, y las que llegaron hasta el subcontinente indio.
El lat¨ªn y el origen de las lenguas romances
La diversificaci¨®n no se detuvo ah¨ª. Cuando el lat¨ªn era solo el idioma de Latium, una de las regiones del centro de lo que hoy es Italia, solo en la pen¨ªnsula it¨¢lica hab¨ªa m¨¢s de 400 idiomas, la mayor¨ªa it¨¢licos, es decir, pertenecientes a una rama indoeuropea. ¡°Con los soldados de las legiones, el lat¨ªn lleg¨® a todo el continente¡±, recuerda el profesor de la Universidad Jaume I y experto en la diversificaci¨®n de las lenguas romances, Kim Schulte. Se produce entonces un doble proceso, mientras la expansi¨®n del idioma imperial (como suceder¨ªa con la del espa?ol y el ingl¨¦s en Am¨¦rica siglos despu¨¦s), acaba con la mayor¨ªa de las lenguas locales, lleva ya en su interior la semilla de la divisi¨®n.
¡°La creencia del origen medieval de las lenguas romances procede de que es entonces cuando aparecen los primeros escritos en castellano, catal¨¢n o franc¨¦s, pero se hablaban ya siglos antes¡±. Seg¨²n los autores del estudio, la diversificaci¨®n del lat¨ªn vulgar en las distintas lenguas romances ya empez¨® en las primeras d¨¦cadas de esta era. Las razones para que, incluso en una unidad pol¨ªtica como la Roma imperial, la lengua se rompa en nuevos pedazos son varias. Algunas las apunta Schulte: ¡°Una es el contagio de los idiomas locales, como el antiguo ¨ªbero o tart¨¦sico en Espa?a. Otra es el control pol¨ªtico: El rumano es de los primeros en diferenciarse porque los romanos controlaron la Dacia [regi¨®n hist¨®rica de la actual Ruman¨ªa] solo unos 200 a?os. La distancia geogr¨¢fica tambi¨¦n es muy importante¡±. Y pone el ejemplo de la palabra mensa, que en el lat¨ªn cl¨¢sico significa mesa, en espa?ol, o masa, en rumano. Sin embargo, otras regiones m¨¢s cercanas a Roma adaptaron una innovaci¨®n ling¨¹¨ªstica del lat¨ªn vulgar, como era la palabra tabula. As¨ª, en italiano, mesa se dice tabula, en catal¨¢n taula y en franc¨¦s table. En conjunto, termina Schulte, ¡°en Espa?a y otras partes hab¨ªa dialectos desde principios del imperio¡±.
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