La misteriosa sustituci¨®n de todos los hombres de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica
Un controvertido an¨¢lisis gen¨¦tico sugiere que la llegada de grupos descendientes de pastores de las estepas reemplaz¨® a toda la poblaci¨®n masculina hace unos 4.000 a?os
Si es dif¨ªcil comprender una relaci¨®n de pareja cuando las dos personas est¨¢n vivas, entenderla cuando ambas murieron hace 3.800 a?os parece una fantas¨ªa, pero no lo es del todo. El arque¨®logo Luis Ben¨ªtez de Lugo recuerda el d¨ªa de 2004 en el que, en medio de un mar de olivos manchegos, apareci¨® una ins¨®lita tumba compartida por una mujer y un hombre de la Edad del Bronce. ¡°Fue espectacular¡±, rememora. En aquella sepultura intacta desde la prehistoria estaban, acompa?ando a la pareja, sus objetos cotidianos. Junto a ¨¦l, un cuenco de cer¨¢mica, un pu?al y un brazalete de arquero. Junto a ella, otro cuenco, un peque?o cuchillo y unos botones de marfil. El amor, si es que lo hubo, no fosiliza.
Un nuevo an¨¢lisis de ADN acaba de dar una sorpresa monumental sobre la identidad de aquellas dos personas, desenterradas en el yacimiento de Castillejo del Bonete, a las afueras de la localidad de Terrinches, en Ciudad Real. Ella era una mujer local, pero ¨¦l era un hombre con ascendencia yamnaya, los n¨®madas que abandonaron las estepas de la actual Rusia hace unos 5.000 a?os. La mezcla, aparentemente, se repiti¨® por toda la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. ¡°Hay una llegada de gente de las estepas a lo largo de varias generaciones y acaban sustituyendo a los varones locales. Ahora hay que discutir si los pasaron a cuchillo o si fue algo m¨¢s amable¡±, apunta Ben¨ªtez de Lugo, de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
Un equipo de m¨¢s de un centenar de cient¨ªficos publica hoy en la revista Science el an¨¢lisis gen¨¦tico de m¨¢s de 400 personas fallecidas en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica en ¨¦pocas antiguas de los ¨²ltimos 8.000 a?os. Los datos, seg¨²n explica el genetista Carles Lalueza Fox, sugieren que la llegada de grupos con ancestros de las estepas desde hace 4.500 a?os supuso ¡°el reemplazo del 40% de la poblaci¨®n local y de casi el 100% de los hombres¡± de la pen¨ªnsula. El proceso dur¨® unos cinco siglos.
¡°La forma en la que se produjo este reemplazo es objeto de cierta controversia, sobre todo entre los arque¨®logos¡±, reconoce Lalueza Fox, codirector del estudio e investigador del CSIC en el Instituto de Biolog¨ªa Evolutiva, en Barcelona. ¡°No se trata de una invasi¨®n s¨²bita, sino m¨¢s bien de una colonizaci¨®n. Un proceso parecido a la colonizaci¨®n de Am¨¦rica por parte de los europeos¡±, sostiene.
El pasado 22 de septiembre, uno de los autores principales del estudio, el genetista estadounidense David Reich, ya adelant¨® parte de sus resultados en un evento organizado por la revista New Scientist. ¡°La colisi¨®n de estas dos poblaciones no fue amistosa, sino que los hombres llegados del exterior desplazaron a los hombres locales casi por completo¡±, declar¨® entonces, antes de decidir guardar silencio hasta la publicaci¨®n de su trabajo.
"No se trata de una invasi¨®n s¨²bita, sino m¨¢s bien de una colonizaci¨®n", afirma el genetista Carles Lalueza Fox
¡°Creo que ser¨ªa un error dar un salto a la conclusi¨®n de que los hombres ib¨¦ricos fueron asesinados o desplazados a la fuerza¡±, explica ahora a EL PA?S. ¡°Una posibilidad alternativa es que las mujeres ib¨¦ricas locales prefiriesen a los reci¨¦n llegados de Europa central en un contexto de fuerte estratificaci¨®n social¡±, apunta Reich, de la Universidad de Harvard.
¡°Que mataran a todos los hombres es bastante improbable, porque no hay evidencias de violencia generalizada en el registro arqueol¨®gico. Pero, en 500 a?os, todos los linajes paternos desaparecen y se queda solo uno. Si no hubo violencia, pudo existir una estratificaci¨®n social tan fuerte que los clanes for¨¢neos se reprodujeran much¨ªsimo m¨¢s. Puede ser que tuvieran un estatus much¨ªsimo m¨¢s alto, porque tuvieran m¨¢s recursos¡±, hipotetiza el genetista espa?ol I?igo Olalde, del equipo de Reich en Harvard.
Aida Andrades, experta en pat¨®genos antiguos del Instituto Max Planck en Jena (Alemania), aplaude el nuevo trabajo, en el que no ha participado. A su juicio, el proceso de cambio dr¨¢stico observado por los genetistas pudo ser ¡°complejo y multifactorial¡±. ¡°Habr¨ªa que considerar la posibilidad de que una o m¨²ltiples enfermedades afectaran de formas diferentes a la poblaci¨®n de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica y a la poblaci¨®n con ascendencia esteparia¡±, argumenta.
Hace un a?o, el equipo de Andrades encontr¨® la bacteria responsable de la peste bub¨®nica en los restos de dos personas que fallecieron hace 3.800 a?os en las estepas de la actual Rusia. ¡°No creo que la peste afecte a un sexo m¨¢s que al otro, pero quiz¨¢s el comportamiento de los hombres sea diferente al de las mujeres, poni¨¦ndolos a ellos en riesgo m¨¢s a menudo, por ejemplo teniendo m¨¢s contacto con animales infectados¡±, plantea la investigadora. Para Lalueza Fox, el siguiente paso est¨¢ claro: ¡°Hay que volver a mirar el registro arqueol¨®gico con otros ojos¡±.
El nuevo an¨¢lisis gen¨¦tico ha deparado otras sorpresas extraordinarias. En 1999, las obras para construir un pol¨ªgono industrial en el municipio madrile?o de San Fernando de Henares destaparon un yacimiento ¨²nico de la Edad del Cobre y la Edad del Bronce. All¨ª, seg¨²n los nuevos an¨¢lisis de ADN, estaba enterrado junto a personas de origen local un hombre norteafricano que muri¨® hace unos 4.000 a?os. ¡°Es sorprendente que un individuo del norte de ?frica llegue hasta el centro de la Pen¨ªnsula. ?Con qu¨¦ objetivo?¡±, se pregunta Corina Liesau, prehistoriadora de la Universidad Aut¨®noma de Madrid e investigadora del yacimiento, denominado Camino de las Yeseras. ¡°Lo que hoy sabemos es que este yacimiento, que recibi¨® e integr¨® entre su poblaci¨®n local a este migrante, es clave para entender las din¨¢micas socioecon¨®micas y seguramente religiosas¡± de aquella ¨¦poca, a?ade Liesau.
La prehistoriadora pide cautela a la hora de interpretar los datos gen¨¦ticos que sugieren un reemplazo total de la poblaci¨®n masculina de la Pen¨ªnsula a lo largo de la Edad del Bronce. ¡°Hay que seguir investigando sobre esta cuesti¨®n, precisando el tiempo y en cu¨¢ntas generaciones se produjo¡±, advierte. ¡°Las relaciones sociales en la prehistoria pudieron ser muy diferentes a las actuales, por lo que hay que ser muy cautos y rigurosos¡±, alerta.
El pasado 5 de octubre, Liesau y otro centenar de arque¨®logos escribieron a este peri¨®dico para criticar el uso del t¨¦rmino ¡°invasi¨®n¡±, por estar ¡°totalmente fuera de contexto¡± en las rudimentarias sociedades de la Edad del Bronce. Hoy, el CSIC ha emitido un comunicado asegurando que las investigaciones de sus cient¨ªficos ¡°muestran una invasi¨®n de descendientes de poblaciones esteparias que reemplaz¨® a casi todos los hombres hace 4.000 a?os¡±.
Un yacimiento ¨²nico invadido por un pol¨ªgono industrial
El poblado que acogi¨® al enigm¨¢tico hombre norteafricano hace unos 4.000 a?os est¨¢ hoy ocupado por un pol¨ªgono industrial en San Fernando de Henares, al este de Madrid. Sus antiguos habitantes, de las edades del Cobre y del Bronce, viv¨ªan en caba?as y practicaban rituales funerarios. "Camino de las Yeseras es un yacimiento ¨²nico a nivel peninsular", explica la prehistoriadora Patricia R¨ªos, de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
¡°Desde el a?o 1999, en cinco campa?as de diferente entidad, se han excavado solo tres hect¨¢reas de las 22 que tiene, siempre en intervenciones de urgencia por el desarrollo de las obras del pol¨ªgono. Nuestras investigaciones dependen de la buena voluntad de las empresas de arqueolog¨ªa y de la financiaci¨®n de nuestros proyectos¡±, lamenta R¨ªos. ¡°Un yacimiento de esta importancia, con m¨¢s de 8.500 estructuras detectadas, con fosos, caba?as, tumbas, ¨¢rea central, dep¨®sitos animales extraordinarios y talleres deber¨ªa haber corrido mejor suerte que la que ha tenido¡±, opina.
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