Descubierta una operaci¨®n de c¨¢ncer hace 4.000 a?os en el Egipto de los faraones
Cient¨ªficos espa?oles encuentran el caso m¨¢s antiguo de intervenci¨®n oncol¨®gica y el cr¨¢neo de una mujer que sobrevivi¨® a un espadazo y despu¨¦s falleci¨® por un tumor que devor¨® buena parte de su cabeza
En octubre de 2022, el arque¨®logo catal¨¢n Edgard Camar¨®s encontr¨® una caja de cart¨®n en la que alguien hab¨ªa escrito: ¡°?c¨¢ncer?¡±. Dentro hab¨ªa un mont¨®n de huesos de hace miles de a?os. Era parte de la colecci¨®n Duckworth, en la Universidad de Cambridge (Reino Unido), uno de los mayores repositorios de restos humanos antiguos del mundo. De la caja salieron dos cr¨¢neos con cicatrices escalofriantes. ¡°Las anotaciones en las cajas dec¨ªan que ven¨ªan de Giza, en Egipto, donde est¨¢n las pir¨¢mides¡±, explica Camar¨®s, ahora en la Universidad de Santiago de Compostela. ¡°Estos restos provienen de la arqueolog¨ªa colonialista inglesa en la que se iba y se cog¨ªa lo m¨¢s curioso o llamativo. No sabemos si estos dos cr¨¢neos estaban en la necr¨®polis, probablemente s¨ª. Por la salud de los dientes y el trato que recibieron en vida, posiblemente era gente de una buena posici¨®n social¡±, detalla el arque¨®logo.
Junto a Tatiana Tondini, de la Universidad de Tubinga (Alemania), y Albert Isidro, de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, Camar¨®s ha usado t¨¦cnicas de microscop¨ªa y esc¨¢ner en tres dimensiones para analizar las osamentas y sus lesiones en detalle. Las conclusiones apuntan a que son dos de los casos de c¨¢ncer m¨¢s antiguos que se conocen. Uno de ellos presenta adem¨¢s la primera prueba de cirug¨ªa oncol¨®gica, un intento rudimentario de extirpar el tumor. Los resultados se han publicado en la revista Frontiers in Medicine.
El cr¨¢neo m¨¢s antiguo era de un var¨®n que vivi¨® hace m¨¢s de 4.000 a?os (entre el 2687 y el 2345 antes de la era actual), la ¨¦poca en la que florecieron las primeras dinast¨ªas egipcias y se construyeron las grandes pir¨¢mides. Los investigadores creen que las marcas en el cr¨¢neo son de una met¨¢stasis que se extendi¨® desde un tumor primario en la faringe que hab¨ªa afectado tambi¨¦n al paladar. Lo m¨¢s interesante es que, en torno a los tumores de la cabeza, el microscopio desvela marcas de corte probablemente hechas con un escalpelo en un intento de extirpar el tumor. La falta de cicatrizaci¨®n demuestra que no sirvi¨® de mucho, y el individuo muri¨® poco antes o poco despu¨¦s de la intervenci¨®n.
Para Camar¨®s, estas peque?as marcas cuentan mucho m¨¢s de lo que parece. Si el paciente estaba vivo, estar¨ªamos ante la primera cirug¨ªa oncol¨®gica conocida. Si sucedi¨® despu¨¦s de la muerte, evidencia una autopsia probablemente realizada para intentar comprender mejor una enfermedad que, en aquellos tiempos, era una ¡°frontera a lo desconocido, a pesar de lo avanzada que estaba la medicina egipcia¡±, explica.
Hasta ahora se han hallado momias con multitud de intervenciones m¨¦dicas: trepanaciones, pr¨®tesis, fracturas curadas, incluso empastes dentales. Adem¨¢s de momificar cad¨¢veres con maestr¨ªa, los egipcios escribieron el primer tratado de medicina conocido, hace 4.500 a?os. En ¨¦l, el m¨¦dico Imhotep describe casi 50 casos cl¨ªnicos y sus posibles tratamientos. Uno de ellos es una mujer con un tumor de mama. El m¨¦dico describe con todo rigor y detalle el aspecto y textura al tacto del tumor, pero a pesar de todos sus conocimientos reconoce que para esta enfermedad no hay cura conocida.
El segundo cr¨¢neo es m¨¢s reciente, de hace unos 2.700 a?os, y presenta una herida terrible, como si algo hubiese devorado el cr¨¢neo o este hubiese estallado. Se trataba de una mujer de 50 a?os que sufri¨® una herida profunda en la cabeza por encima de la ceja izquierda. Probablemente, se la hizo un atacante diestro con una espada u otra hoja afilada. ¡°Si hubiera sido un hombre, inmediatamente hubi¨¦ramos dicho que era un guerrero. Siendo una mujer [y sin tener m¨¢s huesos que el cr¨¢neo] es un poco m¨¢s complejo, aunque podr¨ªa plantearnos que el rol de las mujeres pod¨ªa ser distinto de lo que pens¨¢bamos¡±, aventura Camar¨®s. A pesar de que los egipcios tampoco conoc¨ªan cura para las frecuentes infecciones, la mujer se cur¨® de su herida, quiz¨¢ gracias a los cuidados de m¨¦dicos. Luego apareci¨® un tumor en la parte posterior del cr¨¢neo que los cient¨ªficos identifican como un osteosarcoma o un meningioma, ante el que los m¨¦dicos ya no pudieron hacer nada.
Hoy en d¨ªa ninguno de estos dos pacientes hubieran desarrollado tumores tan avanzados, y probablemente se habr¨ªan curado, opina Camar¨®s. Los restos aportan nuevos datos sobre la evoluci¨®n del c¨¢ncer y c¨®mo ha ido cambiando con el tiempo. ¡°El c¨¢ncer es producto de nuestros h¨¢bitos y nuestra gen¨¦tica y es muy distinto en la actualidad al c¨¢ncer que sufr¨ªan, por ejemplo, los deshollinadores de Inglaterra del siglo XVIII. Curiosamente, el tumor nasofar¨ªngeo es uno de los que tiene una evidencia m¨¢s alta en Egipto. Y eso tiene que ver posiblemente con un ambiente de tipo des¨¦rtico donde al inhalar arena quiz¨¢s se inflaman las fosas nasales y es un factor que podr¨ªa aumentar la incidencia de este tumor en aquella ¨¦poca¡±, destaca.
En 2017, el antrop¨®logo forense de la Universidad de Granada Miguel Botella diagnostic¨® el c¨¢ncer de mama m¨¢s antiguo conocido, el de una mujer de unos 40 a?os cuyo c¨¢ncer se hab¨ªa extendido por todo el cuerpo provocando un sufrimiento terrible. El m¨¦dico destaca la val¨ªa del nuevo hallazgo del equipo de Camar¨®s y reflexiona sobre su significado. ¡°Quiz¨¢s lo m¨¢s interesante es que hubo un cuidado de estas personas¡±, opina. ¡°Que alguien llegue a estos l¨ªmites, interviniendo en el cr¨¢neo, aunque la enfermedad estaba ya muy extendida, nos habla de un entorno de importante atenci¨®n y recursos, adem¨¢s de inter¨¦s cultural por entender una enfermedad que es inherente a los humanos y a los seres vivos en general¡±, destaca.
Luis Alfaro, de la Sociedad Espa?ola de Anatom¨ªa Patol¨®gica, ofrece una opini¨®n cr¨ªtica que ilustra lo dif¨ªcil que es hacer un diagn¨®stico de consenso cuando se trata de pacientes que murieron hace m¨¢s de 2.000 a?os. ¡°El caso de la mujer, con 50 a?os, dif¨ªcilmente podr¨ªa ser un osteosarcoma. A su edad ser¨ªa una rareza. Y un meningioma crecer¨ªa de dentro hacia afuera, pero la lesi¨®n es mucho mayor en el exterior que en el interior. Yo considerar¨ªa m¨¢s probables carcinomas cut¨¢neos: epidermoide o basocelular, que dejados evolucionar pueden causar extensa destrucci¨®n ¨®sea¡±, apunta. ¡°El otro caso, con una edad estimada de 30 a?os o menor, hace dif¨ªcil el diagn¨®stico de carcinoma metast¨¢sico. Es cierto que los carcinomas nasofar¨ªngeos ocurren a edades m¨¢s tempranas que otros tipos y puede dar met¨¢stasis ¨®seas, pero son raras en el cr¨¢neo. Yo tomar¨ªa en consideraci¨®n una posible displasia fibrosa poliost¨®tica, entidad benigna pero con importantes lesiones ¨®seas craneofaciales¡±. ¡°En cualquier caso¡±, a?ade, ¡°es un estudio riguroso con unas im¨¢genes espectaculares¡±.
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