El c¨¢ncer de mama m¨¢s antiguo del mundo
El antrop¨®logo forense Miguel Botella diagnostica en dos momias de Asu¨¢n dos carcinomas de hace 4.000 a?os
En el sur de Egipto, a mil kil¨®metros de El Cairo r¨ªo Nilo abajo, se encuentra la ciudad de Asu¨¢n. All¨ª, en el a?o 2.000 antes de nuestra era, una mujer de entre 35 y 40 a?os se enfrent¨® ¡°a una situaci¨®n de dolor insoportable provocada por una met¨¢stasis completa, desde los dedos de los pies hasta la cabeza. Tuvo que sufrir much¨ªsimo¡±, recrea Miguel Botella, antrop¨®logo forense y catedr¨¢tico de la Universidad de Granada. Se refiere al diagn¨®stico que ha realizado del c¨¢ncer de mama m¨¢s antiguo documentado cient¨ªficamente hasta el momento, de hace m¨¢s de 4.000 a?os. El descubrimiento se incluye en el proyecto Qubbet el-Hawa, liderado por la Universidad de Ja¨¦n, que en breve empezar¨¢ su d¨¦cima campa?a, en la necr¨®polis del mismo nombre, a la orilla del Nilo frente a la ciudad de Asu¨¢n.
Botella cuenta que se encontr¨® el osario casi de casualidad, cuando, en enero de 2015, iba de camino a estudiar otra momia que hab¨ªa descubierto. "Vi entonces una v¨¦rtebra enterrada en la arena", dice el investigador, que intuy¨® a partir del hueso que esa persona habr¨ªa sufrido c¨¢ncer de mama. Pero no es f¨¢cil confirmar el diagn¨®stico m¨¦dico a una momia egipcia. ¡°Est¨¢ terminantemente prohibido sacar ning¨²n resto ni muestra del lugar¡±, explica Botella, que detalla que ha habido que esperar dos a?os hasta conseguir los permisos necesarios para el traslado de la momia al hospital de Asu¨¢n.
All¨ª, ¡°con uno de los mejores TAC del mundo hemos realizado m¨¢s de 3.000 cortes de un mil¨ªmetro al cuerpo y, finalmente, hemos podido ratificar el diagn¨®stico: c¨¢ncer de mama¡±, declara Botella, que destaca saca dos conclusiones principales de su pionero diagn¨®stico: "Por un lado nos cuenta que el c¨¢ncer de mama existe desde siempre, est¨¢ en todos los momentos de la humanidad; y, por otro que esta mujer tuvo gente con recursos que la acompa?¨®, que dedic¨® su tiempo a alimentarla, a cuidarla y a asistirla¡±, dice el antrop¨®logo respecto a su estudio. ¡°Debi¨® estar al menos tres a?os viva mientras la met¨¢stasis crec¨ªa¡±, a?ade.?
Se estima que la enferma estar¨ªa en una situaci¨®n de extrema fragilidad y que probablemente har¨ªa que las fracturas ¨®seas se multiplicaran por momentos. La pregunta entonces es si exist¨ªa alg¨²n m¨¦todo curativo o al menos paliativo. ¡°No ten¨ªan nada para curar esa enfermedad pero s¨ª sab¨ªan ya como utilizar el opio para paliar los dolores¡±, recuerda Botella, por lo que el opio y las atenciones de sus acompa?antes ser¨ªan quiz¨¢s los ¨²nicos consuelos para esos tres a?os de fort¨ªsimos dolores.
Carcinoma en un hombre
Y junto a este primer c¨¢ncer de mama, en el mismo lugar, en la necr¨®polis de Qubbet el-Hawa, tambi¨¦n aparece el segundo carcinoma cient¨ªficamente diagnosticado. Un hombre de algo m¨¢s de 40 a?os vivi¨® sus ¨²ltimos a?os, probablemente menos que la mujer con c¨¢ncer de mama, con un mieloma m¨²ltiple, ¡°un c¨¢ncer de m¨¦dula ¨®sea que le provoc¨® una met¨¢stasis tambi¨¦n importante y, finalmente, una descalcificaci¨®n casi completa¡±, cuenta Miguel Botella. La dataci¨®n de este hombre es algo m¨¢s reciente. Vivi¨® alrededor del a?o 1.800 antes de nuestra era.
El proyecto Qubbet el-Hawa, liderado por el investigador jiennense Alejandro Jim¨¦nez Serrano, puso los pies en el terreno en 2008. Desde entonces, cuenta Jim¨¦nez, han sacado a la luz m¨¢s de 300 momias. Se trata de un lugar especialmente interesante por su ubicaci¨®n, junto a la isla de Elefantina. Esta zona, en el Nilo, entre Asu¨¢n y Qubbet el Hawa, era el lugar donde arropados por la primera catarata del Nilo, los gobernadores de la isla y una importante guarnici¨®n militar vigilaban la estabilidad de una zona apetitosa para sus vecinos del sur, los nubios. Era la entrada a Egipto de marfil, oro, ¨¦bano y esclavos. Un entorno extremadamente pr¨®spero.
En estas excavaciones no es posible sacar restos del lugar ni hacer pruebas que contaminen la escena. ?C¨®mo se datan entonces? ?C¨®mo sabemos la edad de estos dos enfermos? Alejandro Jim¨¦nez lo explica: ¡°La cer¨¢mica que acompa?a a las momias es la que nos permite datarlas, en ocasiones con un margen de error que no va m¨¢s all¨¢ de 10 o 15 a?os¡±, ilustra. Una estatuilla de madera ha sido la clave tambi¨¦n para conocer en qu¨¦ momento vivieron otros dos j¨®venes que tambi¨¦n han sido diagnosticados por el profesor Botella gracias al TAC. ¡°Un ni?o de algo m¨¢s de 9 a?os y una ni?a adolescente, de 16 o 17 a?os que murieron por un proceso infeccioso agudo", matiza Botella.?
Vivieron en el 600 antes de nuestra era y tambi¨¦n revela Jim¨¦nez que en este caso eran adinerados pero no nobles, como los enfermos de c¨¢ncer. ¡°Estaban acompa?ados de un ajuar rico pero se ve que no ten¨ªan recursos suficientes para su propias tumbas y aprovecharon un mausoleo que ya exist¨ªa desde hac¨ªa siglos¡±, aclara el director del proyecto. "Su conservaci¨®n, frente a los enfermos de c¨¢ncer, ha sido excelente. Los menores manten¨ªan sus espectaculares sudarios de cuentas de fayenza ¨Ccer¨¢mica de aspecto exterior v¨ªtreo¨C de m¨²ltiples colores que hasta reproducen una m¨¢scara. Las momias de este per¨ªodo conservan de manera excelente sus estructuras corporales y se puede conocer de manera muy precisa el rostro¡± concluye el antrop¨®logo.
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