?Da?an m¨¢s al cerebro de la mujer que al del hombre las contusiones en el deporte?
Las mujeres, adem¨¢s de m¨¢s susceptibles a las contusiones que los hombres, tardan tambi¨¦n m¨¢s tiempo en recuperarse cuando el da?o afecta al cerebro
Algunos datos, particularmente en EE UU, muestran que las mujeres que practican deportes de contacto y cierta brusquedad, como el f¨²tbol, el hockey, el rugby o el boxeo, adem¨¢s de m¨¢s susceptibles a las contusiones que los hombres, tardan tambi¨¦n m¨¢s tiempo en recuperarse cuando el da?o afecta al cerebro. El asunto es preocupante porque el papel de la mujer en el deporte es cada vez mayor y quiz¨¢ se hace necesario un protocolo especial de asistencia a la mujer contusionada.
Por un lado, hay noticias de un buen n¨²mero de atletas que desarrollaron problemas de memoria e incluso demencias que se relacionaron con da?os en la cabeza durante el juego muchos a?os antes. En 2015, el cine se ocup¨® de los traumatismos cerebrales que pueden sufrir los jugadores profesionales de f¨²tbol en Concussion (La verdad duele, en Espa?a o La verdad oculta, en Hispanoam¨¦rica), escrita y dirigida por el estadounidense Peter Landesman. M¨¢s tarde, en 2019, un celebrado an¨¢lisis epidemiol¨®gico retrospectivo encabezado por el neuropat¨®logo William Stewart, de la Universidad de Glasgow y publicado en The New England Journal of Medicine, puso los pelos de punta a jugadores y familiares al constatar que la mortalidad por enfermedades neurodegenerativas como el alzh¨¦imer era m¨¢s alta que la normal, hasta tres veces y media, en antiguos futbolistas profesionales escoceses.
Por otro lado, aunque un estudio prospectivo de j¨®venes atletas universitarios realizado entre 2014 y 2017 por investigadores de la Universidad de Pensilvania no hall¨® diferencias globales entre hombres y mujeres en el tiempo de recuperaci¨®n de las contusiones, ahora, un nuevo estudio del equipo de Stewart ha puesto de manifiesto una mayor fragilidad femenina en las jugadoras adolescentes. En ¨¦l se analizaron las contusiones en la cabeza de un numeroso grupo de jugadores y jugadoras de f¨²tbol (43.741 chicos y 39.637 chicas) durante tres a?os acad¨¦micos consecutivos (del curso 2016-2017 al 2018-2019) en la Asociaci¨®n Atl¨¦tica de la Michigan High School. De los 83.378 jugadores de ambos sexos, 1.507 sufrieron contusiones durante los partidos, de los cuales 950 eran chicas (63%) y 557 chicos (37%). La causa m¨¢s com¨²n de las contusiones entre los chicos era la colisi¨®n con otros jugadores (48,4%), mientras que las chicas chocaron m¨¢s a menudo con objetos como el propio bal¨®n, el suelo u otras partes del terreno de juego (41,9%). Adem¨¢s, dejaron de jugar durante un tiempo m¨¢s chicos que sufrieron contusiones que chicas. Eso s¨ª, el tiempo medio de recuperaci¨®n de ellos era m¨¢s corto, de 11 d¨ªas, mientras que el de ellas era de 13 d¨ªas.
Estos datos y otros anteriormente publicados indican que las mujeres no solo son m¨¢s propensas que los hombres a las contusiones, sino que generalmente las tienen m¨¢s graves
Estos datos y otros anteriormente publicados indican, como decimos, que las mujeres no solo son m¨¢s propensas que los hombres a las contusiones, sino que generalmente las tienen m¨¢s graves. Si esto sigue confirm¨¢ndose, es natural que nos preguntemos por qu¨¦ el cerebro femenino es m¨¢s vulnerable que el masculino. Douglas Smith, director del Centro de Da?o y Reparaci¨®n Cerebral de la Universidad de Pensilvania, cree que los choques intensos que pueden producirse entre jugadores o con objetos como el propio bal¨®n son la principal raz¨®n de las contusiones, pues pueden romper o inflamar los axones, las largas prolongaciones o fibras que emiten las neuronas para comunicarse entre ellas. Las que, por ejemplo, van desde la corteza cerebral hasta el tronco del enc¨¦falo pueden tener longitudes que superan la decena de cent¨ªmetros. En otros lugares del cuerpo, fuera del cerebro, pueden alcanzar m¨¢s de un metro de longitud.
A pesar de estar amortiguado por las meninges ¡ªlas tres capas de tejido que lo envuelven (duramadre, aracnoides y piamadre)¡ª y el l¨ªquido que hay entre ellas (l¨ªquido cefalorraqu¨ªdeo), el cerebro no puede moverse demasiado dentro del cr¨¢neo, por lo que se supone que cuando los axones son estirados por un suave encontronazo durante el juego pueden deformarse y volver despu¨¦s a su estado normal, como cuando se estira una goma, pero si el choque es violento, las fibras podr¨ªan romperse de manera definitiva y perder sus funciones. Y como los an¨¢lisis microsc¨®picos del tejido cerebral y las neuroim¨¢genes han mostrado una aparente mayor debilidad en las fibras nerviosas de ellas que en las de ellos, el equipo de Smith quis¨® corroborar estos datos. Para ello, cultiv¨® en el laboratorio neuronas de ratas y comprob¨® despu¨¦s su resistencia someti¨¦ndolas a golpes intensos de aire. As¨ª observaron que los axones de las hembras eran m¨¢s peque?os y susceptibles de da?o que los de los machos, algo que ha sido tambi¨¦n comprobado en cultivos de c¨¦lulas humanas. Su equipo estudia ahora esas diferencias estructurales en jugadores profesionales de hockey sobre hielo antes y despu¨¦s del da?o cerebral. Tratan de encontrar marcadores biol¨®gicos en la sangre de los jugadores que pudieran indicar el estado de los axones de sus neuronas para prevenir da?os o mejorar los tratamientos en las contusiones.
Aunque la mayor fragilidad femenina podr¨ªa deberse tambi¨¦n a que las mujeres tienen en general cuellos m¨¢s d¨¦biles y con menor circunferencia que los hombres, otros importantes factores no biol¨®gicos podr¨ªan igualmente influir. As¨ª, se ha sugerido que las diferencias pudieran radicar en el menor tiempo que las mujeres dedican a entrenar o a una inmediata atenci¨®n m¨¦dica diferente a la de los hombres. Pero tambi¨¦n, sorprendentemente, las hormonas y el momento del ciclo menstrual en que las jugadoras afrontan el trauma parece influir en la recuperaci¨®n del da?o cerebral sufrido. As¨ª, Jeffrey Bazarian, neur¨®logo especializado en el tratamiento del da?o cerebral en la Universidad Rochester de Nueva York, y sus colegas han observado que las mujeres se recuperan peor de ese tipo de da?o cuando el trauma tiene lugar durante la fase l¨²tea, es decir, inmediatamente despu¨¦s de la ovulaci¨®n, cuando los niveles de la hormona progesterona en sangre est¨¢n m¨¢s elevados. Ciertamente, las cosas podr¨ªan ser al rev¨¦s, pues el da?o en la cabeza podr¨ªa afectar al ciclo menstrual y a las funciones reproductivas femeninas, que, como sabemos, se controlan desde el cerebro. En cualquier caso, el trabajo del equipo de Bazarian muestra una interesante relaci¨®n entre el ciclo hormonal y la recuperaci¨®n de las contusiones que, como todo lo dem¨¢s que hemos explicado, deber¨ªa empezar a tenerse en cuenta en las investigaciones sobre las contusiones y en los protocolos de asistencia a la mujer deportista contusionada.
Ignacio Morgado Bernal es catedr¨¢tico em¨¦rito de Psicobiolog¨ªa en el Instituto de Neurociencia y en la Facultad de Psicolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona.
Materia gris es un espacio que trata de explicar, de forma accesible, c¨®mo el cerebro crea la mente y controla el comportamiento. Los sentidos, las motivaciones y los sentimientos, el sue?o, el aprendizaje y la memoria, el lenguaje y la consciencia, al igual que sus principales trastornos, ser¨¢n analizados en la convicci¨®n de que saber c¨®mo funcionan equivale a conocernos mejor e incrementar nuestro bienestar y las relaciones con las dem¨¢s personas.
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