?Por qu¨¦ recordamos lo que ocurri¨® hace mucho tiempo y olvidamos lo que pas¨® ayer?
Lo sorprendente y dif¨ªcil de explicar por la neurociencia ser¨ªa lo contrario, es decir, que los mayores record¨¢ramos solo lo reciente y olvid¨¢ramos lo que pas¨® hace mucho tiempo
Tony Bennett, 95 a?os, enfermo de alzh¨¦imer y leyenda viva de la interpretaci¨®n musical estadounidense, fue capaz de reconocer y pronunciar inmediatamente en voz alta el nombre de Lady Gaga al aparecer esta esplendorosamente ante una apasionada audiencia de miles de personas en el escenario del grandioso Radio City Music Hall de Nueva York. En el mismo evento, Tony record¨® sin problemas e interpret¨® con la diva las canciones que le hicieron famoso en su larga carrera musical. Sin embargo, al d¨ªa siguiente, sentado en un banco de Central Park con su esposa Susan que le interrogaba, el cantante fue incapaz de recordar nada del que quiz¨¢ hab¨ªa sido, tan solo unas horas antes, el ¨²ltimo concierto de su vida.
Son muchas las personas que al llegar a una determinada edad se sorprenden al ser capaces de recordar episodios o cosas de su vida que ocurrieron muchos a?os antes y, sin embargo, tienen una gran dificultad para recordar lo que hicieron el d¨ªa anterior. ?Qu¨¦ me pasa, estar¨¦ empezando a tener alzh¨¦imer?, se preguntan temerosas esas personas. Lo cierto es que ni siquiera es necesario tener una enfermedad neurol¨®gica, como la de Tony Bennett, para que eso ocurra, pues, en realidad, lo sorprendente y dif¨ªcil de explicar por la neurociencia ser¨ªa lo contrario, es decir, que los mayores record¨¢ramos solo lo reciente y olvid¨¢ramos lo que pas¨® hace mucho tiempo. Veamos por qu¨¦.
En marzo de 1894, invitado por la Royal Society brit¨¢nica, Santiago Ram¨®n y Cajal imparti¨® en Londres la Croonian Lecturer, una conferencia honor¨ªfica reservada solo a los grandes de la Ciencia. Su t¨ªtulo La fina estructura del tejido nervioso conten¨ªa la primera explicaci¨®n cient¨ªfica de la historia sobre lo que tiene que ocurrir en el cerebro para que aprendamos, formemos memorias y recordemos. Impresion¨® a cuantos le oyeron postulando el crecimiento de finas prolongaciones de las neuronas, que ¨¦l llam¨® espinas dendr¨ªticas (por recordarle a las espinas de los rosales), para establecer m¨²ltiples conexiones entre ellas. Los complejos circuitos neuronales que formar¨ªan esas conexiones ven¨ªan a ser el almac¨¦n de las memorias, su substrato o base material. El aragon¨¦s lo intuy¨® antes que nadie abriendo las puertas al conocimiento de lo que actualmente llamamos plasticidad neuronal, la capacidad del cerebro para ser modificado por las experiencias que vivimos, algo que hemos podido constatar, m¨¢s de un siglo despu¨¦s, mediante modernas t¨¦cnicas de histolog¨ªa y microscop¨ªa.
Gracias a Ram¨®n y Cajal y a muchos investigadores posteriores sabemos que la memoria no es algo et¨¦reo o inmaterial, pues cuando aprendemos el cerebro cambia, modificando su qu¨ªmica, su morfolog¨ªa y su funcionamiento, algo que ocurre continuamente a lo largo de la vida. Pero ahora sabemos tambi¨¦n que esos cambios, que implican a una portentosa maquinaria neuronal de genes y mol¨¦culas, ocurren con m¨¢s facilidad y potencia cuando somos j¨®venes, lo que explica que los mayores podamos recordar mejor lo que ocurri¨® hace mucho tiempo, cuando el cerebro ten¨ªa intacta esa maquinaria y su potencia para formar y almacenar memorias en lugares como el hipocampo y la corteza cerebral, que cuando, entrados los a?os, las prolongaciones que surgen en las neuronas y sus conexiones se forman con m¨¢s dificultad, no se estabilizan, y se desvanecen f¨¢cilmente al no ser tampoco reforzadas por procesos como los de atenci¨®n, que tambi¨¦n se debilitan con la edad.
Es como si lo que aprendimos y vivimos en el pasado cuando ¨¦ramos j¨®venes fuera esculpido en piedra y se hiciera por ello indeleble, mientras que lo que aprendemos de mayores lo fuera en barro blando, siendo por ello menos consistente y m¨¢s ef¨ªmero y propenso al olvido. Homero, el poeta griego autor de La Il¨ªada y La Odisea, consider¨® a las ideas o memorias el resultado de la estampaci¨®n de un sello duro en cera caliente. Con cera blanda costar¨ªa poco estampar la memoria, pero no ser¨ªa duradera. Por el contrario, con cera dura el estampado ser¨ªa dif¨ªcil, pero duradero, propiedades que se asemejan, ciertamente, a las de formaci¨®n y recuerdo de nuestras memorias biol¨®gicas. Siendo as¨ª, lo dif¨ªcil ser¨ªa olvidar no lo que hicimos ayer los mayores con un cerebro debilitado, sino lo que nos ocurri¨® cuando nuestro joven cerebro ejerc¨ªa toda su potencia funcional y formaba memorias robustas y duraderas.
Pd. El Gobierno de Espa?a ha declarado el a?o 2022 como A?o de Investigaci¨®n Santiago Ram¨®n y Cajal, con car¨¢cter de acontecimiento de excepcional inter¨¦s p¨²blico.
Ignacio Morgado Bernal es catedr¨¢tico de Psicobiolog¨ªa en el Instituto de Neurociencias y la Facultad de Psicolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona. Autor de ¡®Aprender, recordar y olvidar: claves cerebrales de la memoria y la educaci¨®n¡¯. Ariel, 2014 y 2017.
Materia gris es un espacio que trata de explicar, de forma accesible, c¨®mo el cerebro crea la mente y controla el comportamiento. Los sentidos, las motivaciones y los sentimientos, el sue?o, el aprendizaje y la memoria, el lenguaje y la consciencia, al igual que sus principales trastornos, ser¨¢n analizados en la convicci¨®n de que saber c¨®mo funcionan equivale a conocernos mejor e incrementar nuestro bienestar y las relaciones con las dem¨¢s personas.
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