Multiversos, metaversos y el tuneado de la vida
La existencia de determinadas constantes en las leyes f¨ªsicas cuyos valores no podemos explicar permiten explorar la posibilidad de universos paralelos
Sintonizar una emisora en una de esas radios antiguas con dial. Buscar entre todas las se?ales aquella donde las voces llegan n¨ªtidas y, una vez conseguido, intentar justificar que la se?al se detecte a 6.34Mhz exactamente, podr¨ªa ser una buena met¨¢fora de uno de los problemas intelectuales m¨¢s debatidos en el ¨²ltimo siglo. Aunque quiz¨¢s el problema mismo ni siquiera exista, o tal vez, se nos escapa de las fauces de la f¨ªsica misma para cruzar una frontera dif¨ªcil de atravesar sembrada de minas antipersonales y concertinas, aquella que separa la f¨ªsica de la metaf¨ªsica, la necesidad humana de religi¨®n del ate¨ªsmo: ?Est¨¢n las leyes f¨ªsicas en el universo afinadas para la existencia de vida?
El dilema surge de que no entendemos por qu¨¦ de entre todos los valores posibles, hay determinadas constantes en las leyes f¨ªsicas que tienen el valor que tienen y de permitir el juego intelectual de que si tuviesen otro valor no tendr¨ªamos los ingredientes necesarios para que evolucione la vida. Entonces nos podemos preguntar si simplemente hemos tenido suerte de que, por ejemplo, la energ¨ªa oscura sea tan peque?a que la materia del universo haya podido acumularse en galaxias. Si hubiese sido un poco m¨¢s grande todo se habr¨ªa expandido tan r¨¢pido despu¨¦s del Big Bang que ninguno de esos puntos luminosos que contemplamos en una noche oscura estar¨ªa ah¨ª fuera. Tampoco estar¨ªamos nosotros.
Sin ingredientes no podemos cocinar en absoluto la sopa primigenia. Peque?as variaciones en esas constantes f¨ªsicas podr¨ªan haber excluido la formaci¨®n de planetas, estrellas y galaxias dejando como resultado un universo carente de vida. O no, y quiz¨¢s el planteamiento del problema est¨¦ equivocado desde el principio y el problema mismo no exista. Se puede argumentar que si cambiamos las masas de las part¨ªculas elementales, o las constantes f¨ªsicas, estar¨ªamos cambiando los ingredientes de la sopa primigenia, pero en lugar de un pastel de humanos quiz¨¢s nos estemos simplemente montando un universo de estofado de cerdos hechos de silicona.
Vamos a poner un ejemplo sencillo, la constante de estructura fina, ?, representa la intensidad de la fuerza electromagn¨¦tica entre dos part¨ªculas elementales. Toma un valor de ? = 1/137.035999206, medida con una precisi¨®n de 81 partes por trill¨®n. Y adem¨¢s parece realmente constante tal y como se ha medido con ESPRESSO, un instrumento dedicado a la caza de exoplanetas de baja masa, pero que ha logrado recientemente descartar variaciones de la constante de estructura fina a escalas cosmol¨®gicas. Esta es una constante fundamental por muchos motivos, pero en este art¨ªculo la pregunta surge de intentar responder a por qu¨¦ vale exactamente eso, y qu¨¦ ocurrir¨ªa si no lo hace. ?De verdad vamos a creer que ? = 0.0072992¡ es un n¨²mero importante? El argumento m¨¢s sencillo de explicar es que si cambiamos ? en cualquier direcci¨®n ya sea haci¨¦ndolo m¨¢s peque?o o m¨¢s grande no se podr¨ªa forjar en las estrellas el carbono del que estamos hechos, lo que resultar¨ªa en que, a priori, no existir¨ªamos.
Podemos hacer este ejercicio con cada una de las fuerzas fundamentales, con la fuerza electromagn¨¦tica frente a la de gravedad por ejemplo. Si la gravedad fuese m¨¢s fuerte, las estrellas no vivir¨ªan lo suficiente para que estuvi¨¦semos aqu¨ª, ya que la vida tard¨® miles de millones de a?os para evolucionar en la Tierra. Argumentos similares apuntan a la necesidad de que las dimensiones del espacio tiempo sean precisamente cuatro o que las masas de las part¨ªculas subat¨®micas les permitan a los ¨¢tomos ser estables.
Estamos ante el principio antr¨®pico: no nos deber¨ªamos sorprender de encontrarnos habitando un universo donde las leyes de la f¨ªsica son exactamente las que son, donde se dan las condiciones para que evolucione la vida inteligente, ya que no podr¨ªamos estar haciendo lo mismo en uno donde esto no haya ocurrido. Entonces, ?bajamos las manos, nos rendimos y dejamos de intentar entender nada? ?Le debemos dar v¨ªa libre a la posibilidad de la existencia de dios?
Digamos que el argumento del tuneado de la vida no es demasiado satisfactorio intelectualmente. Es similar a argumentar que si mi madre no hubiese estado en aquel baile y mi padre no hubiese sido parte de la banda que tocaba, no estar¨ªas leyendo este art¨ªculo, porque yo tampoco estar¨ªa aqu¨ª y si nos remontamos a la madre de mi madre de mi madre y al padre y madre de mi padre, as¨ª para atr¨¢s la cantidad de posibilidades necesarias que se abren para que esto que soy yo est¨¦ ocurriendo y eso que eres t¨² ley¨¦ndome, es infinita. Se podr¨ªa concluir que soy simplemente algo muy poco probable de ocurrir si nos fijamos en todas las cosas que han de pasar para que lleguemos a estas l¨ªneas. Pero, ?es eso lo importante? No lo creo, la f¨ªsica nos dice que no, soy simplemente un ejemplo de efecto de selecci¨®n: ya que estoy aqu¨ª para mirar, me fijo en aquello que es necesario para que yo aparezca, como contaba Paul Davies en The Goldilocks Enigma.
Una de las soluciones al problema antr¨®pico ha sido propuesta v¨ªa la teor¨ªa de los multiversos: nuestro cosmos no es ¨²nico, solo es uno de las infinitas posibilidades de universos paralelos cada uno con sus leyes y par¨¢metros. Dadas infinitas posibilidades, alg¨²n universo aparece con par¨¢metros y leyes f¨ªsicas donde somos posibles. El multiverso es una consecuencia natural de la teor¨ªa de la inflaci¨®n, e invoca algunos aspectos de la teor¨ªa de cuerdas. Multiverso y cuerdas son teor¨ªas pol¨¦micas, porque no existe y quiz¨¢s no pueda existir prueba experimental de su validez, aunque no cese la b¨²squeda de una huella dejada por la colisi¨®n con otro universo en el fondo c¨®smico de microondas.
Cosmolog¨ªas alternativas que tratan de explicar la aparente sinton¨ªa de las constantes f¨ªsicas para la existencia de vida involucran modelos de universos c¨ªclicos o cosmos que se construyen de arriba-abajo, escribi¨¦ndose as¨ª mismos hasta que encuentran las condiciones iniciales que les llevan a donde est¨¢n, como propusieron Stephen Hawking y Thomas Hertog.
Y ya que estamos, podemos mencionar tambi¨¦n universos paralelos escondidos en agujeros negros, o la posibilidad de que seamos simplemente algo as¨ª como el metaverso de una civilizaci¨®n alien¨ªgena inteligente que haya tuneando el universo para que las constantes f¨ªsicas ocurran tal y como son. Posibilidad que personalmente me produce bastante desasosiego, no ya por el efecto huevo-gallina que simplemente trasladamos de lugar, sino porque implicar¨ªa, entre otras cosas, que a un ser alien¨ªgena m¨¢s inteligente que nosotros se le ha ocurrido inventar un avatar como Putin. Prefiero pensar que, si en el universo o multiverso la complejidad ha evolucionado a algo m¨¢s inteligente que nosotros, hubiese decidido entretenerse inventando algo con un poco m¨¢s de sustancia que los humanos.
Quiz¨¢s el problema del ajuste fino para la vida ni siquiera exista. Nuevos c¨¢lculos nos informan de la posibilidad de vida inteligente en universos con propiedades muy diferentes. Incluso alguno de ellos pueda estar mucho mejor dotado para la vida que en el nuestro. No es dif¨ªcil imaginar dado el estado de la realidad que nos rodea. Mientras tanto y, ya que so?ar es gratis, me gustar¨ªa ahora mismo habitar una teor¨ªa de la realidad diferente una que no justifique ni las guerras ni las invasiones ni las pel¨ªculas que se montan algunos se?oros para justificarlas, una en la que se rescate a los vivos del mar y se desentierre, por fin, a los muertos de las cunetas.
Eva Villaver es investigadora del Centro de Astrobiolog¨ªa, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas y del Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial (CAB/CSIC-INTA).
Vac¨ªo C¨®smico es una secci¨®n en la que se presenta nuestro conocimiento sobre el universo de una forma cualitativa y cuantitativa. Se pretende explicar la importancia de entender el cosmos no solo desde el punto de vista cient¨ªfico sino tambi¨¦n filos¨®fico, social y econ¨®mico. El nombre ¡°vac¨ªo c¨®smico¡± hace referencia al hecho de que el universo es y est¨¢, en su mayor parte, vac¨ªo, con menos de un ¨¢tomo por metro c¨²bico, a pesar de que en nuestro entorno, parad¨®jicamente, hay quintillones de ¨¢tomos por metro c¨²bico, lo que invita a una reflexi¨®n sobre nuestra existencia y la presencia de vida en el universo. La secci¨®n la integran Pablo G. P¨¦rez Gonz¨¢lez, investigador del Centro de Astrobiolog¨ªa; Patricia S¨¢nchez Bl¨¢zquez, profesora titular en la Universidad Complutense de Madrid (UCM); y Eva Villaver, investigadora del Centro de Astrobiolog¨ªa.
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