El agua en la Luna y las civilizaciones del futuro

Todas las grandes civilizaciones antiguas eran conscientes de la importancia del agua; no es de extra?ar, por tanto, que la cultura egipcia se desarrollase a orillas del Nilo, la mesopot¨¢mica entre el ?ufrates y el Tigris, o la China en la cuenca del r¨ªo Huang (Amarillo). Para los romanos, esos grandes transportadores de agua, la disponibilidad de agua en abundancia era considerada un s¨ªmbolo de riqueza y, por ende, de poder.
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Todas las grandes civilizaciones antiguas eran conscientes de la importancia del agua; no es de extra?ar, por tanto, que la cultura egipcia se desarrollase a orillas del Nilo, la mesopot¨¢mica entre el ?ufrates y el Tigris, o la China en la cuenca del r¨ªo Huang (Amarillo). Para los romanos, esos grandes transportadores de agua, la disponibilidad de agua en abundancia era considerada un s¨ªmbolo de riqueza y, por ende, de poder.

No hay una sola ciudad importante en la Tierra que no est¨¦ localizada a las orillas de un r¨ªo o de una fuente copiosa de agua dulce. Entonces, no deber¨ªa sorprendernos que lo que se quiere asegurar en la Luna como un primer paso para futuros asentamientos sea precisamente eso.

Ya en 1961 se propuso la posibilidad de que pudiera encontrarse hielo de agua en trampas fr¨ªas en los polos lunares, en regiones de sombra permanente que existen debido a la baja oblicuidad de la Luna. En concreto, los grandes cr¨¢teres de impacto situados en latitudes altas ofrecen protecci¨®n contra la radiaci¨®n solar durante todo el d¨ªa lunar. Y esto es as¨ª tanto en las partes de la pared y el suelo del cr¨¢ter, como en los cr¨¢teres m¨¢s peque?os dentro de los grandes, y existen aproximadamente medio mill¨®n de ellos con tama?os de hasta 1 kil¨®metro de di¨¢metro en toda la superficie de la Luna.

Es precisamente en uno de esos cr¨¢teres j¨®venes donde el instrumento Moon Mineralogy Mapper, M3, de la NASA a bordo de Chandrayyan-1 (primera misi¨®n de la agencia espacial india ISRO a nuestro sat¨¦lite) mostr¨® evidencia de una huella de agua en el 2008. La confirmaci¨®n llegar¨ªa un a?o m¨¢s tarde, cuando la etapa superior del cohete utilizado para lanzar LRO (de la NASA) se estrell¨® deliberadamente contra un cr¨¢ter del polo sur de la Luna. El sobrevuelo de la sonda LCROSS a trav¨¦s del penacho de escombros detect¨® 155 kilogramos de agua antes de impactar tambi¨¦n contra la Luna.

La cantidad de agua que hay hoy en la Luna es muy incierta, pero se estima que puede contener 10.000 millones de veces menos masa que la que contiene nuestro planeta solo en los oc¨¦anos y esto siendo solo 81 veces menos masiva que nuestro planeta. Pero si la Luna est¨¢ cerca de nuestro planeta y si el rasgo de la Tierra, el planeta azul, es el agua, ?por qu¨¦ no lo es el de nuestro sat¨¦lite tambi¨¦n? ?Por qu¨¦ la Luna no est¨¢ llena de agua l¨ªquida si est¨¢ aqu¨ª al lado? Pues por una raz¨®n de peso: no tiene suficiente masa para retener una atm¨®sfera.

Las mol¨¦culas escapan del campo gravitatorio lunar cuando tienen m¨¢s energ¨ªa en movimiento que la energ¨ªa gravitatoria. O dicho de otro modo, si debido a su temperatura se mueven m¨¢s r¨¢pido que la velocidad de escape en superficie, se pierden hacia el espacio exterior. La velocidad de escape en la Luna es de 2,4 km/s: eso significa que los gases ligeros no quedan retenidos en forma de atm¨®sfera. Lo que tiene la Luna en su lugar es una estructura muy tenue que se llama exosfera y que es similar a la parte alta de la atm¨®sfera terrestre.

?Cu¨¢l es el origen del agua lunar?

Existen tres hip¨®tesis principales que no son excluyentes entre s¨ª: por un lado, tenemos los impactos de cometas con hielo; por otro, las erupciones volc¨¢nicas y por ¨²ltimo est¨¢ el efecto del viento solar. Los cometas provienen de regiones alejadas del Sol ricas en agua y su impacto continuado cuando el sistema solar era joven ha podido no solo dotar a nuestro sat¨¦lite de agua, sino que, tambi¨¦n creemos, han llenado parte de nuestros oc¨¦anos.

Hoy en d¨ªa, la Luna est¨¢, en su mayor parte, geol¨®gicamente inerte, pero antes de enfriarse, tuvo erupciones volc¨¢nicas que pudieron liberar el agua que se encuentra en gran cantidad en las rocas. Y por ¨²ltimo, tenemos el viento solar que deposita en la superficie de la Luna ¨¢tomos de hidr¨®geno sin electrones (protones) que interaccionan con el ox¨ªgeno de las rocas lunares para formar agua.

Es probable que parte del hielo de agua lleve en la Luna miles de millones de a?os y durante este tiempo ha estado expuesto al bombardeo de impactos de meteoroides, al viento solar y a la emisi¨®n de radiaci¨®n del medio interplanetario. Adem¨¢s de ser mecanismos por los cuales el agua se pierde, tambi¨¦n han podido dejar huellas en esos hielos.

Ese es el objetivo de una serie de las misiones tripuladas y rob¨®ticas que est¨¢n empezando a hacer historia. La India, con su Chandrayaan-3, ha tenido ¨¦xito haciendo un alunizaje perfecto por primera vez en el polo Sur lunar. Roscosmos y su Luna-25 fallaron poniendo de manifiesto la dificultad de la empresa.

Al problema de entender el origen del agua en la Luna hay que a?adir que esa b¨²squeda sobre el terreno supone hacerlo en un objeto sin atm¨®sfera, con gravedad diferente a la nuestra, temperaturas diurnas que alcanzan los 120 grados Celsius, a 384.400 km de la Tierra y en cr¨¢teres de impacto que se encuentran fundamentalmente en el polo sur, donde hay problemas de comunicaci¨®n directa y un terreno escarpado. Siempre hemos construido ciudades cerca de las fuentes de agua y el futuro de la exploraci¨®n lunar mira, por tanto, al polo sur. ?C¨®mo llamaremos a la primera ciudad lunar?

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