Detenido el propietario de un criadero ilegal de perros que cort¨® las cuerdas vocales a 34 animales

Un hombre ha sido detenido por la Guardia Civil en Vegas del Genil (Granada) por mantener un criadero ilegal de perros y cortar las cuerdas vocales a gran parte de ellos. Ahora est¨¢ acusado de un delito de maltrato animal y otro de intrusismo profesional. La acci¨®n de los agentes parte de una denuncia del Grupo de Voluntarios de Protecci¨®n Animal de Vegas del Genil. El detenido, de 44 a?os, manifest¨® a los investigadores que cortaba las cuerdas vocales a muchos de sus animales para evitar que con sus ladridos quedara al descubierto la ubicaci¨®n de su negocio. Criaba a sus animales en un antiguo secadero de tabaco, una edificaci¨®n muy frecuente en la vega de Granada que circunda a la capital y que ahora ya apenas se usan para su funci¨®n original.

Seg¨²n explica el Grupo de Voluntarios de Protecci¨®n Animal de Vegas del Genil en un video publicado en Youtube, durante los paseos con los perros que tienen acogidos en su refugio detectaron muchos ladridos en el secadero, por lo que denunciaron al Ayuntamiento del pueblo que, a su vez, denunci¨® al Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Tras un trabajo conjunto con la polic¨ªa local, hace poco m¨¢s de una semana, el 21 de noviembre, los agentes entraron al criadero ilegal y encontraron 98 perros de razas especialmente demandadas, como caniche, pomerania, chihuahua, bich¨®n malt¨¦s y spitz. Seg¨²n la Guardia Civil, a pesar de encontrarlos algo hacinados, la apariencia era de estar bien cuidados y en buen estado de salud.

Durante la inspecci¨®n de las instalaciones, los agentes descubrieron que una buena cantidad de ese casi centenar de animales mov¨ªa la boca, pero no emit¨ªa ladridos. El detenido confes¨® que ¨¦l mismo les hab¨ªa cortado las cuerdas vocales a los perros ¡°para que no ladraran y no molestaran a los vecinos¡±, seg¨²n ha explicado la Guardia Civil en un comunicado. El recuento de animales maltratados de este modo result¨®, finalmente, en 34, casi un tercio del total. Un veterinario contratado por el Ayuntamiento de Vegas del Genil realiz¨® a instancias de los agentes un examen m¨¢s preciso a cinco perros escogidos al azar de entre los 34 a los que supuestamente les hab¨ªan cortado las cuerdas vocales. En su informe, el especialista dictamina que ¡°sin lugar a duda, a los cinco perros les hab¨ªan practicado el corte de las cuerdas vocales¡±. El corte las cuerdas vocales a los animales es un procedimiento que no es la primera vez que los agentes descubren en este tipo de criaderos. Los perros a los que se les practicaba esta intervenci¨®n son los mayores, que tienen menos atractivo para posibles compradores y que ya se destinan a la reproducci¨®n.

El Colegio de Veterinarios de Granada, tambi¨¦n a instancias de la Guardia Civil, ha emitido un informe sobre la cordectom¨ªa, la intervenci¨®n quir¨²rgica mediante la que se extirpa las cuerdas vocales a los perros, ¡°es una pr¨¢ctica quir¨²rgica que requiere anestesia general, conocimientos exhaustivos de anatom¨ªa, cirug¨ªa y farmacolog¨ªa, y que si no est¨¢ llevada a cabo por un veterinario y con un fin terap¨¦utico, se tratar¨ªa de una pr¨¢ctica de intrusismo profesional y de maltrato animal¡±.

David S¨¢nchez, abogado animalista perteneciente a AGMADA (Abogados granadinos por el medio ambiente y los derechos de los animales) que ha asistido al Ayuntamiento de Vegas del Genil en este caso, cuenta que quedaron ¡°impactados¡± al entrar en el antiguo secadero y ver a tantos animales que mov¨ªan la boca, pero no ladraban realmente. Al entrar, dice, ¡°pens¨¦ que habr¨ªa 15 o 20 animales por el ruido¡±. El Ayuntamiento de Vegas del Genil ser¨¢ el que, con apoyo de AGMADA, se presente como acusaci¨®n. Su petici¨®n de pena, explica, ser¨¢ de 18 meses de c¨¢rcel, que es el m¨¢ximo que el c¨®digo penal impone por maltrato animal. ¡°Ojal¨¢ pudi¨¦ramos pedir 34 delitos, pero, normalmente, en estos casos los jueces optan m¨¢s por el delito continuado que por muchos delitos aislados¡±, explica S¨¢nchez.

Sobre el delito de intrusismo profesional, fuentes cercanas a la investigaci¨®n tienen dudas de si el detenido realmente pudo hacer esas cirug¨ªas por s¨ª mismo o si se autoinculp¨® para alejar a los agentes de alg¨²n veterinario que hubiera practicado estas intervenciones de forma ilegal. De hecho, explican, en la nave no hab¨ªa material m¨¦dico ni quir¨²rgico.

El hombre detenido y posteriormente puesto en libertad tras prestar declaraci¨®n carec¨ªa de cualquier licencia para su actividad, no ten¨ªa registro alguno para su criadero de perros como n¨²cleo zool¨®gico y tampoco pudo mostrar ning¨²n t¨ªtulo de veterinario. Los agentes del Seprona decidieron no decomisar los animales hasta trasladarlos a otro lugar, por lo que, en la actualidad, los perros siguen bajo el cuidado del detenido.

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