La ola de calor abrasa el escepticismo clim¨¢tico en la capital petrolera de Canad¨¢
En Alberta, la principal provincia petrolera del pa¨ªs, las pol¨ªticas para combatir el calentamiento global tienden a verse como una amenaza para su econom¨ªa
Maria Townsend y su esposo est¨¢n hospedados desde hace tres d¨ªas en un hotel del centro de Calgary, en la provincia canadiense de Alberta, aunque viven a unos 30 minutos a pie de este lugar. ¡°Somos trabajadores aut¨®nomos. No tenemos aire acondicionado en casa. De hecho, no es tan com¨²n tenerlo en Calgary, ya que las temperaturas en verano son normalmente agradables. Estuvimos trabajando al principio en casa, pero dos ventiladores fueron insuficientes y ...
Maria Townsend y su esposo est¨¢n hospedados desde hace tres d¨ªas en un hotel del centro de Calgary, en la provincia canadiense de Alberta, aunque viven a unos 30 minutos a pie de este lugar. ¡°Somos trabajadores aut¨®nomos. No tenemos aire acondicionado en casa. De hecho, no es tan com¨²n tenerlo en Calgary, ya que las temperaturas en verano son normalmente agradables. Estuvimos trabajando al principio en casa, pero dos ventiladores fueron insuficientes y mi marido comenz¨® a sentirse mal de tanto calor, as¨ª que decidimos darnos unas peque?as vacaciones en un hotel climatizado y con piscina¡±, cuenta Townsend, irlandesa de nacimiento y con vida canadiense desde 1996. La Asociaci¨®n de hoteles de esta ciudad dio a conocer que la demanda se ha disparado desde el pasado fin de semana. No por los turistas, sino principalmente por vecinos como los Townsend.
La ola de calor sin precedentes que castiga a Canad¨¢ se ha movido con furia hacia el este, llegando hasta las provincias de Saskatchewan y Manitoba. En su camino, se ha cebado tambi¨¦n en Alberta. Una provincia que, por encima de su producci¨®n ganadera, su extenso repertorio de m¨²sica country y sus coloridos festivales de rodeo, es la principal provincia petrolera de Canad¨¢ (cuarto productor del orbe). Y las m¨¢s importantes empresas del pa¨ªs en este ramo tienen su sede social en Calgary, una ciudad que ahora se cuece ¨Dde forma prolongada y como nunca¨D por la ola de calor. Aqu¨ª las pol¨ªticas para combatir el cambio clim¨¢tico tienden a verse, m¨¢s que otra cosa, como una amenaza a la econom¨ªa.
El impacto en Columbia Brit¨¢nica y el noroeste de Estados Unidos ha sido funesto. Los r¨¦cords de altas temperaturas han ca¨ªdo como fichas de domin¨®. El martes, la localidad de Lytton (en Columbia Brit¨¢nica) registr¨® 49,6 grados, rompiendo por tercer d¨ªa consecutivo el r¨¦cord nacional. Un d¨ªa despu¨¦s, los residentes fueron evacuados por un fuego que consumi¨® el 90% del pueblo. Las autoridades alertaron de 64 incendios en esa provincia. De acuerdo al Servicio Forense, entre el 25 de junio y el dos de julio, 719 personas perdieron la vida de manera s¨²bita; un promedio tres veces m¨¢s elevado que en otras fechas. Del otro lado de la frontera, la can¨ªcula ha provocado al menos 99 decesos.
En Alberta, las temperaturas tambi¨¦n han aumentado vertiginosamente. Unas 50 localidades han roto sus marcas hist¨®ricas. Los term¨®metros en las ciudades de Edmonton y Calgary marcaron 37 y 36,3 grados, respectivamente, este mi¨¦rcoles. Al igual que en Columbia Brit¨¢nica, el ministerio de Medio Ambiente de Canad¨¢ emiti¨® un aviso de alerta para la mayor¨ªa de regiones de Alberta por ola de calor ¡°prolongada, peligrosa e hist¨®rica¡±. El consumo de energ¨ªa el¨¦ctrica en esta provincia ha llegado a niveles jam¨¢s vistos en verano y las autoridades piden a las personas que no derrochen el agua. Los servicios de Emergencia de Edmonton reportaron 125 llamadas relacionadas con la ola de calor entre el martes y el viernes; 96 hubo en Calgary en el mismo periodo. El sur de la provincia ha sido afectado por numerosos incendios.
Temperaturas entre los 34,5 grados y los 36,3, entre las que se ha movido Calgary en la ¨²ltima semana, no ser¨ªan inquietantes en Sevilla o Mexicali. Sin embargo, el promedio de las temperaturas m¨¢s altas cada julio en esta ciudad de Alberta es de 23 grados. Sue Henry, jefa de la Agencia de Emergencias de Calgary, declar¨® que los registros de estos d¨ªas confirman que se trata del evento de calor extremo m¨¢s prolongado que esta urbe haya experimentado. Algunos templos religiosos (cat¨®licos, protestantes, musulmanes, sij) han acondicionado zonas para que las personas puedan refrescarse y evadir los rayos solares.
Los expertos explican que la subida de los term¨®metros se debe a la alta presi¨®n est¨¢tica, que ha dado lugar a un fen¨®meno conocido como ¡°c¨²pula de calor¡±. Nikos Christidis, del servicio meteorol¨®gico del Reino Unido, se?al¨® que habr¨ªa sido casi imposible alcanzar temperaturas medias de junio tan altas en el oeste de EE UU sin el cambio clim¨¢tico inducido por el ser humano, ya que ¡°las posibilidades de ocurrencia natural son una vez en decenas de miles de a?os¡±. El ministerio de Medio Ambiente de Canad¨¢ ha indicado la necesidad de preparar mejor a los canadienses para adaptarse a los efectos del cambio clim¨¢tico. Los combustibles f¨®siles, de acuerdo al consenso cient¨ªfico, aparecen como el principal factor.
Alberta ha mantenido una relaci¨®n tensa con el Gobierno federal desde hace d¨¦cadas. Un sentimiento muy difundido es que Ottawa presta m¨¢s atenci¨®n a las ¨¦lites del centro y este del pa¨ªs que a la ¡°vaca petrolera¡±. Incluso algunos grupos han promovido su independencia de Canad¨¢. En Alberta, el apellido Trudeau no provoca aplausos. El exmandatario Pierre Elliott Trudeau tuvo un encontronazo con la provincia en los a?os ochenta por el Plan Nacional de la Energ¨ªa, iniciativa considerada como una intromisi¨®n federal. En 2014, los precios del crudo se fueron a pique. Un a?o despu¨¦s, Justin Trudeau, hijo de Pierre Elliott, se convirti¨® en primer ministro. Una de sus promesas fue llevar a cabo mayores regulaciones en el terreno medioambiental.
¡°En 2018, Trudeau present¨® su plan de grav¨¢menes al carbono¡±, explica Fr¨¦d¨¦ric Boily, profesor de ciencia pol¨ªtica en la Universidad de Alberta. ¡°Los conservadores de Jason Kenney recuperaron en 2019 el Gobierno provincial, en buena medida, porque quer¨ªan abolir esta forma de tarificaci¨®n en Alberta. Posteriormente, la Suprema Corte de Canad¨¢ decret¨® que el plan de Trudeau era constitucional. Mucha gente vio este plan como una nueva intromisi¨®n de Ottawa y un ataque directo a la econom¨ªa provincial¡±.
Trudeau es criticado por sectores de la izquierda porque creen que sus metas medioambientales deber¨ªan ser m¨¢s ambiciosas. Tambi¨¦n le reprochan los pr¨¦stamos de Ottawa a las firmas de hidrocarburos y la nacionalizaci¨®n y el anuncio de expansi¨®n del oleoducto TransMountain. No obstante, muchos habitantes de Alberta consideran a Trudeau persona non grata por las razones opuestas. El argumento, constantemente escuchado, es que ha dado la espalda a la industria petrolera.
Alexander, un cuarenta?ero que trabaja en una empresa de paqueter¨ªa, bebe cerveza en una de las terrazas de la Octava Avenida, famosa arteria de Calgary por sus bares y restaurantes. ¡°Hace calor, pero prefiero estar aqu¨ª disfrutando. Hemos pasado demasiado tiempo encerrados por la covid-19¡±, comenta. ¡°Los medios dicen que este calor est¨¢ relacionado con el cambio clim¨¢tico. Sin embargo, la econom¨ªa tambi¨¦n es importante. No podemos dejar tirada a toda esa gente de la esfera petrolera¡±, agrega.
J¨®venes m¨¢s implicados
Maria Townsend coincide en el espacio tan grande que ocupa el petr¨®leo en la econom¨ªa de Alberta. ¡°Es un hecho, pero tenemos que hacer algo y con rapidez. Pienso mucho en c¨®mo ser¨¢ la vida de mi hija en unas d¨¦cadas. ?Se volver¨¢n frecuentes estos calores? Al menos ella, que es adolescente, est¨¢ mejor informada y busca implicarse. Las nuevas generaciones se lo toman m¨¢s en serio¡±.
Fr¨¦d¨¦ric Boily est¨¢ de acuerdo en que los j¨®venes de la provincia muestran mayor inter¨¦s por el cambio clim¨¢tico, pero tambi¨¦n apunta que hay diferencias significativas entre las ciudades y las regiones donde se extrae el crudo, m¨¢s inclinadas a defender a capa y espada la variable econ¨®mica y bastiones de votos conservadores. Boily se?ala que, si bien los negacionistas en Alberta hacen ruido, en realidad son poco numerosos. ¡°Hay dos grandes grupos de personas en el tema del cambio clim¨¢tico. Ambos se?alan que existe. Unos tienen la motivaci¨®n de cambiar el panorama, ya sea de forma acelerada o gradual, y otros simplemente se mantienen al margen¡±, comenta.
Lo cierto, advierte Boily, es que cada vez se constata una mayor dificultad en inversiones para las infraestructuras del petr¨®leo de Alberta. El 20 de enero, el presidente Joe Biden firm¨® la rescisi¨®n de los permisos de construcci¨®n y explotaci¨®n de Keystone XL, un oleoducto que enviar¨ªa crudo de esta provincia a refiner¨ªas estadounidenses (proyecto apoyado por Trudeau), y que provoc¨® protestas de ambientalistas y comunidades ind¨ªgenas. La riqueza petrolera de Alberta est¨¢ concentrada principalmente en las arenas bituminosas. Royal Dutch Shell y Statoil, entre otras empresas, se retiraron de los proyectos relacionados con dichas arenas en esta provincia canadiense por los altos costes de producci¨®n, las elevadas emisiones y la reputaci¨®n p¨²blica.
El mandatario regional Jason Kenney consider¨® la decisi¨®n de Biden ¡°un pu?etazo para las econom¨ªas de Alberta y Canad¨¢¡±. Su Gobierno hab¨ªa invertido 1.000 millones de d¨®lares canadienses en el oleoducto. Respecto a las arenas bituminosas, Kenney insiste en que ofrecen grandes beneficios econ¨®micos y que distintos procesos est¨¢n reduciendo su impacto medioambiental. Mientras tanto, la ¡°c¨²pula de calor¡± abrasa la provincia de Manitoba.
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