Adi¨®s adelantado al carb¨®n, m¨¢s renovables y sin nuclear: los verdes alemanes discuten c¨®mo financiar la transici¨®n energ¨¦tica
Las negociaciones de coalici¨®n se centran en la reducci¨®n de emisiones y en c¨®mo conseguir las millonarias inversiones que necesitar¨¢ Alemania los pr¨®ximos a?os
Angela Merkel, canciller en funciones de Alemania, dio un peque?o tir¨®n de orejas a los l¨ªderes mundiales en su discurso durante la inauguraci¨®n de la COP26: ¡°Todav¨ªa no estamos donde hay que estar¡±, dijo en referencia a las medidas para paliar la crisis clim¨¢tica. ¡°Debemos y podemos implementar el Acuerdo de Par¨ªs¡±, inst¨® a los jefes de Estado y de Gobierno que la escuchaban en Glasgow. Se inclu¨ªa en ese ¡°nosotros¡±, pese a que Alemania es uno de los pa¨ªses que m¨¢s en serio se ha tomado la transici¨®n energ¨¦tica. Un ejemplo es el objetivo de la neutralidad clim¨¢tica, que adelanta en cinco a?os a la Uni¨®n Europea. Alemania quiere conseguirlo en 2045 y as¨ª lo ha incluido en su legislaci¨®n.
Precisamente financiar esa meta se ha convertido en una parte esencial de las negociaciones que mantienen hace semanas los tres partidos que tratan de formar una coalici¨®n de Gobierno en Alemania. Si nada se tuerce, un in¨¦dito tripartito de socialdem¨®cratas, verdes y liberales gobernar¨¢ el pa¨ªs los pr¨®ximos cuatro a?os. Los verdes, ausentes del gobierno federal durante casi dos d¨¦cadas, son ahora el socio m¨¢s poderoso del futuro canciller, Olaf Scholz. Quedaron terceros en las elecciones de septiembre y est¨¢n decididos a hacer valer su condici¨®n de ecologistas. De momento, algunas de sus demandas ya est¨¢n incluidas en un acuerdo previo de 12 p¨¢ginas con el que las tres formaciones se sentaron a negociar en octubre: adelantar el cierre del carb¨®n y asegurar un 2% del territorio para proyectos de energ¨ªa renovable.
Alemania aprob¨® el a?o pasado la ley que fija el abandono definitivo del carb¨®n en 2038 y todas las ayudas e indemnizaciones que acompa?an la jubilaci¨®n de una fuente de energ¨ªa que contribuy¨® enormemente al desarrollo econ¨®mico del pa¨ªs. Para los verdes, darle casi dos d¨¦cadas m¨¢s al mayor emisor de gases de efecto invernadero era una l¨ªnea roja. El preacuerdo establece que la ¨²ltima central de carb¨®n cerrar¨¢ en 2030. La frase incluye el adverbio ¡°idealmente¡±, por lo que parece que no est¨¢ decidido si el compromiso se materializar¨¢ en ley. Los verdes alertaron la semana pasada de que est¨¢n encontrando m¨¢s escollos de los que aventuraban en la negociaci¨®n, cuya primera fase, la m¨¢s t¨¦cnica, termina este mi¨¦rcoles con las conclusiones de 22 grupos de trabajo en los que han participado unas 300 personas.
Los expertos predicen que para 2030 el carb¨®n tampoco ser¨¢ ya rentable por el aumento del precio del CO? en Europa, aunque en los ¨²ltimos tiempos Alemania ha vuelto a echar mano del lignito barato aut¨®ctono para alimentar a su industria ante los elevados precios del gas y el incremento de la demanda tras el par¨®n de la pandemia. En la primera mitad del a?o el carb¨®n fue la principal fuente de generaci¨®n de electricidad, con el 27%. Coincidi¨® con unos meses de poco viento, que hicieron que la e¨®lica pasara al segundo lugar. Por ponerlo en perspectiva, el carb¨®n en Espa?a solo supuso el 1,6% de la generaci¨®n en el primer semestre.
Alemania se enfrenta, como todos los pa¨ªses, a la dificultad de adaptar su industria, su transporte y su generaci¨®n de electricidad en pocos a?os. El pa¨ªs puso su confianza en la expansi¨®n de las renovables, ¡°pero esta no ha sido tan r¨¢pida como deber¨ªa¡±, se?ala Michael Pahle, investigador del Instituto Potsdam para la investigaci¨®n sobre el impacto del cambio clim¨¢tico (conocido por sus siglas en alem¨¢n, PIK). ¡°Reducir las emisiones un 65% para 2030 es un objetivo muy ambicioso, ahora hace falta impulsar las medidas para conseguirlo. La intenci¨®n es buena, pero podr¨ªa haber problemas¡±, a?ade.
Algunas voces empiezan a cuestionarse si fue buena idea abandonar la energ¨ªa nuclear, aunque se trata m¨¢s de un lamento por decisiones del pasado que de una voluntad de revertirlas. Ning¨²n partido propone volver a ella en Alemania. ¡°No tiene vuelta atr¨¢s¡±, confirma Pahle. Recurrir al carb¨®n, el m¨¢s sucio de los combustibles f¨®siles, no da buena imagen en Glasgow, pero se supone que es solo un bache en el camino. El experto cree que la ingente quema de carb¨®n para producir electricidad en Alemania es algo temporal que no durar¨¢ m¨¢s que unos meses.
El segundo gran ¨¦xito de los verdes en el inicio de las negociaciones ha sido asegurar que un 2% de la superficie del pa¨ªs se destinar¨¢ a construir plantas de energ¨ªa e¨®lica. Los investigadores del Instituto de Ecolog¨ªa Aplicada (?ko-institut) calcularon en 2018 que Alemania necesitar¨ªa al menos ese porcentaje de terreno para cumplir con los objetivos de expansi¨®n de las renovables en 2050, que ahora se quieren adelantar. Los verdes quieren reducir la emisi¨®n de gases de efecto invernadero en un 70% para 2030, cuando la ley actual prev¨¦ una reducci¨®n del 65% (55% en la Uni¨®n Europea). Las renovables juegan un papel decisivo en ese escenario, m¨¢s a¨²n porque el a?o que viene cierra la ¨²ltima central nuclear alemana. ¡°Nuestra misi¨®n com¨²n ser¨¢ acelerar dr¨¢sticamente la expansi¨®n de las energ¨ªas renovables y eliminar todos los obst¨¢culos¡±, reza el documento. Adem¨¢s de la e¨®lica terrestre se fomentar¨¢ la e¨®lica marina. ¡°Aumentaremos significativamente sus capacidades¡±, firmaron los tres partidos. El preacuerdo tambi¨¦n estipula que todos los nuevos edificios comerciales y de viviendas deber¨¢n colocar paneles solares en el tejado.
El banco de desarrollo alem¨¢n KfW estima que en las tres pr¨®ximas d¨¦cadas Alemania necesitar¨ªa cinco billones de euros en inversiones p¨²blicas y privadas para conseguir la neutralidad clim¨¢tica a mitad de siglo. C¨®mo financiar esa cantidad es uno de los principales escollos de las negociaciones de coalici¨®n, porque los liberales han exigido que no haya subida de impuestos ni aumento de la deuda p¨²blica. Los partidos discuten tambi¨¦n sobre qui¨¦n recaer¨¢ el coste de la transici¨®n energ¨¦tica. Un precio elevado del CO?, como quieren los verdes, podr¨ªa afectar al poder adquisitivo de las clases trabajadoras, la base del voto de los socialdem¨®cratas.
Los equilibrios de poder entre las tres formaciones generan tensiones tambi¨¦n a la hora de repartir los sillones. Liberales y verdes quieren hacerse con el Ministerio de Finanzas, pero se habla tambi¨¦n de la creaci¨®n de un superministerio del Clima, que centralizar¨ªa competencias ahora repartidas en distintos departamentos, y que ser¨ªa sin dudas para los verdes, sobre todo si Finanzas cae del lado de los liberales de Christian Lindner.
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