¡°Convivir con corzos me ha demostrado hasta qu¨¦ punto soy humano¡±
El franc¨¦s Geoffroy Delorme convivi¨® durante siete a?os con un grupo de corzos en un bosque de Normand¨ªa, uno de ellos de forma completa. Quer¨ªa fundirse con la naturaleza. Ahora publica un libro contando su experiencia
Geoffroy Delorme (Normando, nacido en Nanterre, 37 a?os) tiene una historia que contar. Y es el resultado de una infancia en soledad, aislado de los dem¨¢s. Estudi¨® primaria, secundaria y bachillerato por correspondencia por imposici¨®n de sus padres. Le transmitieron ¡ªcuenta¡ª la idea de que la sociedad era un lugar muy peligroso. A ¨¦l le aterraba. Pero necesitaba relacionarse y a los 19 a?os encontr¨® una forma de hacerlo: intern¨¢ndose en el bosque de Louviers, Normand¨ªa, cerca de su casa. Y all¨ª, a fuerza de volver d¨ªa tras d¨ªa, acab¨® deseando fundirse con el entorno y no regres¨® a casa. Pas¨® hambre hasta que aprendi¨® a procesar bellotas y casta?as. Pas¨® fr¨ªo, incluso hipotermia, y entendi¨® que deb¨ªa mantener sus noches ocupadas. Y con los meses conoci¨® a Daguet, Ch¨¦vi, Mef, Foug¨¨re... Los corzos del bosque, que le fueron ense?ando a ser animal. Su experiencia dur¨® siete a?os, uno ellos de forma completa. Ahora publica El hombre corzo, de Capit¨¢n Swing, que llega a las librer¨ªas el pr¨®ximo lunes. La entrevista se realiza por tel¨¦fono.
Pregunta. ?Qu¨¦ pas¨®? ?Por qu¨¦ lo aislaron de esa manera?
Respuesta. Es una decisi¨®n que nunca he entendido. Solo fui un a?o al colegio. Con 7 a?os, tuve un problema en la piscina, la profesora me tir¨® al agua, sal¨ª corriendo empapado y me atrap¨® el conductor del autob¨²s escolar. Tras ese pasaje decidieron alejarme de la escuela. No conozco su motivaci¨®n profunda. No lo puedo explicar. De los 8 a?os a los 19 a?os nunca pis¨¦ un colegio ni tuve amigos.
P. ?Puede ayudarme a entender mejor su postura?
R. Mi padre era asistente de direcci¨®n, pero no me gusta mucho hablar de mis padres. Su decisi¨®n influy¨® en mi forma de vivir pero no ha desempe?ado un papel profundo en lo que he hecho. Lo habr¨ªa hecho de todas formas.
P. ?No se rebel¨®?
R. Cuando eres ni?o no tienes reflejos para defender una opini¨®n propia. Confiamos en nuestra familia, somos ignorantes. Cuando muchos a?os m¨¢s tarde empec¨¦ a tener contacto con seres humanos descubr¨ª su lado malo, s¨ª, pero tambi¨¦n el lado bueno.
P. Han pasado diez a?os desde aquella experiencia inmersiva. ?C¨®mo era usted entonces?
R. Un chico t¨ªmido, con miedo de una sociedad que no conoce. Pero tambi¨¦n era intenso, aventurero y sent¨ªa que para ser realmente libre ten¨ªa que ¡°ser¡± en la naturaleza. A las personas hoy en d¨ªa les asusta la naturaleza y la sociedad les tranquiliza. A m¨ª me suced¨ªa lo contrario.
¡°A las personas hoy en d¨ªa les asusta la naturaleza y la sociedad les tranquiliza. A m¨ª me suced¨ªa lo contrario¡±
P. ?Por qu¨¦ decidi¨® internarse en el bosque?
R. Mi forma de relacionarme era ir al bosque. A veces iba por la noche para descubrir sensaciones, era eso lo que me motivaba
P. ?Le gusta nuestra sociedad?
R. Tengo m¨¢s puntos en com¨²n con las personas que viven en contacto con la naturaleza que con quienes trabajan para ganar dinero. No tengo ni esa necesidad ni ese deseo.
P. Expl¨ªqueme c¨®mo se hace para sobrevivir sin tienda de campa?a ni saco para dormir.
R. Entend¨ª que tendr¨ªa que dormir durante el d¨ªa. Por las noches preparaba un fuego y me manten¨ªa ocupado pelando las bellotas que luego comer¨ªa. Aprend¨ª r¨¢pido que la m¨ªnima hipotermia puede acabar con tu vida. No es agradable. Al principio tiemblas, pero cuando dejas de temblar es cuando llega el aut¨¦ntico problema: est¨¢s agotado y en ese momento puede llegar el error de dejarse llevar. Tambi¨¦n com¨ªa cada hora peque?as cantidades de bellotas, frutos secos y casta?as.
P. No suena muy divertido.
R. Fue un 90% de felicidad plena y un 10% de aut¨¦ntico dolor. Ten¨ªa que buscar comida, estar constantemente manteni¨¦ndome seco, buscar ramas, guardar bien la comida¡ La vida en la naturaleza no es una vida de placer. No podemos relajarnos ni un solo d¨ªa. Es mucho m¨¢s duro que nuestra vida actual.
P. Entonces, ?para qu¨¦?
R. De lo que estoy m¨¢s orgulloso es de haber sabido gestionar los elementos, de haber podido ser libre, de haber adquirido un conocimiento con la naturaleza. Estaba rodeado de corzos. Si no hubiese habido animales a mi alrededor, no habr¨ªa aguantado. Me sent¨ª integrado en la naturaleza, uno.
P. ?Qu¨¦ clase de intimidad logr¨® usted con Daguet, el corzo que dice le dio la llave del bosque?
R. Mi primer contacto fue como el que cualquier persona hubiese podido tener. Pero cuando tuvimos ese primer contacto yo llevada ya tres meses en el bosque, mi olor estaba por todas partes. Daguet decidi¨® seguirme. Fue como un juego que empez¨® ¨¦l y que yo continu¨¦. Daguet se acercaba a m¨ª, y luego sal¨ªa corriendo. Un d¨ªa me lami¨®, y desde ese momento entramos en una relaci¨®n de confianza absoluta. Hice 43 amigos corzo. Entre 7 y 10 de ellos eran muy cercanos, como un perro o un gato. Una veintena me aceptaban, pero nunca ven¨ªan a verme. El resto directamente hu¨ªan.
P. Si Daguet es su David Graybeard ¡ªel chimpanc¨¦ que le demostr¨® a Jane Goodall que su especie usaba herramientas¡ª, ?qu¨¦ le mostr¨®?
R. En la naturaleza estamos frente a nosotros mismos. Los animales pueden ejercer de gu¨ªas. Nos muestran nuestro propio instinto. La naturaleza es muy hostil y hemos llegado al confort actual porque hemos comprendido toda la violencia que emana de la naturaleza, es muy peligrosa. Debemos ser humildes. Hay gente que llega a la naturaleza con soberbia, como un conquistador. Hay que llegar humildemente, con sencillez. No hay que desear dominarla. Hay que buscar un dif¨ªcil equilibrio.
P. ¡°Vivir con los corzos es otra forma de soledad, m¨¢s ben¨¦fica¡±.
R. Estar con ellos me ha mostrado hasta qu¨¦ punto yo soy humano. He descubierto mi humanidad. Es algo muy extra?o dado que yo estaba solo como representante de la naturaleza humana. Y los corzos me ense?aron a ser paciente. Todo lo que no use lo usar¨¦ de otra forma. Es una forma de vida muy sencilla, somos nosotros los que la complicamos.
P. ?C¨®mo se sent¨ªa cuando estaba entre ellos y c¨®mo se siente ahora?
R. Son dos mundos totalmente distintos. Cuando estaba con ellos no hab¨ªa amenazas, no estaba solo, no me aburr¨ªan. Estaba integrado. Los animales y el bosque nos toman como somos. Nuestra sociedad es mucho m¨¢s compleja porque te juzga. Nos complicamos la vida. En la naturaleza manda la ley del m¨¢s fuerte pero en la sociedad manda la ley del m¨¢s violento. Es m¨¢s duro vivir en la naturaleza humana que en el bosque.
P. ?Qu¨¦ ha hecho usted desde que sali¨® del bosque?
R. He seguido volviendo, he trabajado a media jornada. Me ha resultado muy dif¨ªcil reintegrarme. No ten¨ªa nada, ni diploma. Cuando me preguntaban qu¨¦ hab¨ªa hecho no ten¨ªa nada que contar m¨¢s que mi experiencia. Me ha resultado dif¨ªcil encontrar alojamiento y dinero. La sociedad no confiaba en m¨ª y eso me afect¨® mucho. Cuando estaba en la naturaleza, ella confiaba en m¨ª y yo tambi¨¦n, puesto que yo soy la naturaleza. Encontrarme con una sociedad contra m¨ª, ha sido muy duro, por eso motivo he escrito el libro. Me ha permitido explicarme. Poco a poco he conseguido convencer a la gente. Sigo viviendo cerca del bosque, no tengo un nivel de vida muy elevado. He cobrado ayudas del estado para mantenerme y vivir honorablemente.
P. ?Ha vuelto a tener contacto con sus padres?
R. Nuestra relaci¨®n ha acabado definitivamente. No compartimos valores, no tenemos la misma mirada hacia las cosas. Nunca entender¨¦ por qu¨¦ me aislaron, nunca entender¨¦ su forma insana de ser. Para ser feliz hay que entender que hay personas de las que hay que alejarse.
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