Carl Safina: ¡°La ca¨ªda catastr¨®fica en el n¨²mero de insectos es tremenda¡±

Carl Safina (Nueva York, 1955) es un gran experto en el comportamiento de los animales. En su ¨²ltimo libro, Aprender a ser salvajes. C¨®mo las culturas animales cr¨ªan familias, crean belleza y consiguen la paz (editorial Galaxia Gutenberg), cuyo lanzamiento en ingl¨¦s pas¨® desapercibido eclipsado por la pandemia, ahonda en las relaciones que se establecen en las familias de tres especies: los cachalotes, los guacamayos rojos y los chimpanc¨¦s. Safina afirma que la cultura es algo que trasciende al ser humano: los animales tambi¨¦n tienen una propia. Y advierte que, cuando una especie se extingue en una zona concreta, se pierde tambi¨¦n su cultura. Su empe?o como divulgador es que nos preguntemos si estamos dispuestos a seguir siendo la causa de la p¨¦rdida de cientos de distintas maneras de vivir en el ¨²nico planeta habitable del que tenemos constancia.

PREGUNTA. La lectura de Aprender a ser salvajes ayuda a ver con m¨¢s claridad una realidad terrible: la p¨¦rdida que estamos causando de culturas o maneras de vivir de animales a los que estamos llevando a la extinci¨®n. Adem¨¢s de perder espec¨ªmenes, estamos perdiendo la posibilidad de aprender sus habilidades.

RESPUESTA. Imaginemos que los ejemplares de un animal concreto se extingue en el norte. No podr¨ªamos reemplazarlo por los del sur porque no sabr¨ªan sobrevivir en su h¨¢bitat. No sabr¨ªan protegerse del fr¨ªo ni encontrar su comida. Muchos esfuerzos de reintroducci¨®n han fracasado porque no ha dado tiempo a que se desarrollen generaciones y a que aprendan de los mayores a sobrevivir en la nueva zona. Hasta hace muy poco nadie hablaba de la necesidad de preservar la diversidad cultural de las especies. Y esto vale tanto para humanos como para el resto de los seres vivos. Nuestra cultura es arbitraria. El idioma que hablamos, la m¨²sica que o¨ªmos, nuestra bandera o la religi¨®n que defendemos¡­ Estas cosas arbitrarias son la respuesta a c¨®mo vivimos aqu¨ª y ahora.

P. ?Los humanos deber¨ªamos querer preservar el m¨¢ximo de especies posibles por razones ego¨ªstas o por la Tierra, en may¨²sculas?

R. En mi opini¨®n no debemos proteger a las especies por motivos ego¨ªstas. Los animales necesitan resultarnos importantes o no podr¨¢n sobrevivir. Debemos tener una actitud moral sobre el valor de la vida en el ¨²nico planeta habitado, que es nuestro ¨²nico hogar. Pensar que los pocos a?os que los humanos llevamos sobre la Tierra nos otorgan un derecho moral para decidir qu¨¦ animales nos sirven y cu¨¢les no para m¨ª es moralmente equivocado. No es nuestro papel preguntarnos eso ni decidir sobre las generaciones futuras ni por el resto de los seres vivientes. Si no, en el futuro nos mirar¨¢n y dir¨¢n: ?qu¨¦ nos hicisteis?

P. Su generaci¨®n es en parte protagonista de esta destrucci¨®n.

R. Cuando nac¨ª hab¨ªa un tercio de habitantes de los que hay ahora. Praderas, bosques, corales... est¨¢n desapareciendo por la presi¨®n de la expansi¨®n de los humanos, por la cultura occidental, cuyo modelo se nutre del planeta para que los humanos sigamos consumiendo.

P. En plena pandemia es dif¨ªcil no desear que la econom¨ªa vuelva a crecer y que las cosas vuelvan a ser como eran en 2019. Pero es obvio que con el mismo modelo no ir¨ªamos por buen camino.

R. Creo que podemos tener todo lo que nos gusta de nuestra civilizaci¨®n sin necesidad de crecer o incluso con decrecimiento. Crecemos porque hay demasiada poblaci¨®n. Si cada pareja tuviera un ¨²nico hijo, cada ni?o podr¨ªa aspirar a tener m¨¢s.

P. ?Y ve usted que se est¨¦ frenando el crecimiento de la poblaci¨®n?

R. Si te fijas en las mujeres que tienen estudios superiores, votan, son due?as de empresas¡­, ?quieren tener 10 ni?os? No. Quieren un par de ni?os, espaciarlos y tomar decisiones de una forma digna. Las familias peque?as te dan una vida m¨¢s llena. Y todo pende de los derechos y de la dignidad de las mujeres. Si eso sucede, las familias tendr¨¢n menos hijos.

P. Al narrar la forma en que los chimpanc¨¦s viven y a veces mantienen la paz entre los distintos clanes, ?busca que el lector aprenda a manejarse en la vida?

R. Una de las cosas de las que me he dado cuenta es que muchos humanos creen que nuestros impulsos negativos provienen de nuestros ancestros simios. Pero no es as¨ª. Los ¨²nicos simios cuyos machos luchan para lograr la dominaci¨®n son los humanos y los chimpanc¨¦s. As¨ª que antes tendr¨ªamos que aprender del resto de los simios. Hay otras formas para que varones y hembras logren un buen estatus, no hace falta someter a otro simio. El hecho de que solo humanos y chimpanc¨¦s estemos atrapados en ese modelo prueba que no tiene por qu¨¦ ser as¨ª. Los chimpanc¨¦s dif¨ªcilmente podr¨¢n salir de este modelo. Pero nosotros, te¨®ricamente, podr¨ªamos idear otras formas de comportamiento. ?Tenemos la capacidad de superar los conflictos y de perdonar? Incluso los chimpanc¨¦s tienen sus habilidades para resolver conflictos. Ver esto deber¨ªa ayudarnos a entender que cuando nos comportamos desde el instinto estamos ignorando alternativas para vivir que ser¨ªan mejores para todos. Observar nos aporta perspectiva.

P. ?Por qu¨¦ algunos somos capaces de ver al amigo animal que tenemos enfrente y otros no?

R. Depende de lo que se nos haya ense?ado. Los seres vivos aprendemos la cultura de nuestras madres y, despu¨¦s, del grupo social. Y esto es absolutamente cierto en los humanos. Lo que muchos ense?an a sus hijos es que los animales son tontos y que no tenemos que preocuparnos por ellos, o que su utilidad es su carne¡­ La falta de empat¨ªa tambi¨¦n se ense?a.

P. ?Estamos labrando nuestro ecocidio o ve una posible salvaci¨®n?

R. S¨ª, lo estamos labrando. Es un proceso de extinci¨®n enorme, la ca¨ªda catastr¨®fica en el n¨²mero de insectos, por ejemplo, es tremenda. Ya sabemos qu¨¦ es lo que podemos hacer para parar este proceso y que la naturaleza se recupere. ?Lo haremos? Globalmente, lo dudo. ?Qu¨¦ tendr¨ªa que pasar para que le di¨¦ramos la vuelta? El avance en los derechos de la mujer que vemos en Europa y Norteam¨¦rica. Ser¨ªa un cambio enorme. Eso s¨ª, suceder¨¢ cuando usted y yo estemos muertos.

P. ?Qu¨¦ valoraci¨®n hace de las semanas que Joe Biden lleva en el cargo?

R. Ha anunciado que para 2030 un tercio de la tierra y del agua de EE UU quedar¨¢n protegidas. Quiz¨¢ no deber¨ªa estar tan emocionado pero est¨¢ haciendo exactamente lo que querr¨ªa que hiciera.