Consejos para due?os de perros en ¨¦poca de oruga procesionaria ?Qu¨¦ hacer en caso de s¨ªntomas?

El cambio clim¨¢tico est¨¢ adelantando la llegada de la temida oruga procesionaria. Si normalmente era en marzo cuando empez¨¢bamos a ver este insecto bajar de los ¨¢rboles, ahora su presencia al final del invierno es normal en los pinares espa?oles.

Como explicaba hace poco la periodista de EL PA?S especializada en clima y medio ambiente Esther S¨¢nchez, aunque llevamos miles de a?os conviviendo con ellas, las filas de estas peludas y urticantes orugas siguen causando escalofr¨ªos. [Lee aqu¨ª el art¨ªculo publicado: Llega la procesionaria, no las toque ni las queme: qu¨¦ hacer ante la oruga m¨¢s temida]

Este miedo se debe a que, si la oruga procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) se siente atacada, su mecanismo de defensa hace que se desprenda de sus pelos, lo que puede provocar desde urticarias a reacciones al¨¦rgicas y afecciones respiratorias en personas y mascotas, algunas graves.

Ahora adem¨¢s, los inviernos m¨¢s suaves y las primaveras m¨¢s c¨¢lidas propician que los ataques de las orugas encadenen varias temporadas seguidas: no solo bajan antes de los ¨¢rboles, sino que tardan m¨¢s en hacerlo (de una semana o 10 d¨ªas en el pasado, a las tres semanas que podemos llegar a verlas actualmente).

Tras el descenso, la oruga se entierra para luego convertirse en cris¨¢lida y, m¨¢s tarde, en mariposa. Aunque algunas de ellas pueden permanecer enterradas un a?o o m¨¢s para garantizar la supervivencia. Ante el riesgo de encontrarse con estos insectos peculiares, hay que tener en cuenta varias cosas.

?C¨®mo evitar el contacto con la oruga procesionaria?

En marzo de 2023, la secci¨®n de EL PA?S Estilo de vida publicaba una gu¨ªa sobre estos animales que animaba a los tutores de perros a evitar los pinares poblados de orugas procesionarias ya desde el mes de febrero.

El art¨ªculo (que se puede leer aqu¨ª) recoge los consejos del experto veterinario y profesor Ignacio Molina Angulo: ¡°Si salen por dichas zonas es muy importante que los perros vayan atados y no los dejen andar sueltos, porque son muy curiosos y lo primero que van a hacer es acercarse a las procesiones de las orugas¡±, explica.

Una de las razas de perro m¨¢s susceptibles de encontrarse con las procesionarias son los bracos, que tienen un importante instinto de rastreo. Tambi¨¦n hay que tener especial cuidado y vigilancia con los cachorros de cualquier raza, siempre curiosos y con tendencia a comerse todo lo que encuentran.

?Qu¨¦ hacer en caso de s¨ªntomas?

Si ha habido un contacto del animal con la oruga y empiezan a producirse s¨ªntomas, hay que acudir al veterinario. En palabras de Mar¨ªa Luisa Medina de Zafra, veterinaria y vicepresidenta del Colegio Oficial de Veterinarios de Murcia: ¡°Los s¨ªntomas que deben hacer sospechar al propietario son exceso de salivaci¨®n y reacci¨®n inflamatoria con rojez e hinchaz¨®n de la parte con la que haya entrado en contacto¡±.

Seg¨²n Molina, adem¨¢s: ¡°Los efectos pueden ser muy variados dependiendo del contacto que se haya tenido. Puede ir desde una reacci¨®n al¨¦rgica con eritema de la piel, picor y dem¨¢s efectos relacionados, hasta, si ha habido un contacto muy directo con la mucosa oral e incluso una ingesti¨®n de la procesionaria, producirse la muerte del animal¡±. La consecuencia m¨¢s habitual es la necrosis de la zona de contacto, por lo que es habitual que el perro pierda parte de la lengua. Si se la traga, puede producir la necrosis del aparato digestivo y, por tanto, la muerte.

Medina de Zafra recalca la importancia de evitar en lo posible que el efecto de la toxina se expanda: ¡°Lavar, siempre con guantes, la lengua o partes afectadas con agua caliente (sin quemar), sin frotar en exceso y despu¨¦s aplicar fr¨ªo o agua fr¨ªa para minimizar la inflamaci¨®n¡±, explica.

Por ¨²ltimo, hay que tener cuidado con que el perro no beba del agua que se utiliza para lavarle: ¡°Si se dispone de Urbason, administr¨¢rselo, sobre todo a aquellos perros que son al¨¦rgicos, donde la exposici¨®n a las sustancias urticantes puede provocar un proceso m¨¢s severo¡±, apunta Molina.

En resumen:

• Si el perro ha estado por una zona con presencia de orugas y aunque no se haya visto un contacto con estas, acudir al veterinario al primer s¨ªntoma.
• Atenci¨®n a un exceso de salivaci¨®n y reacci¨®n inflamatoria con rojez.
• Uso del Urbason y especial cuidado con la lengua del animal.

[Lee aqu¨ª el art¨ªculo completo de Estilo de vida: Procesionaria, la oruga que se ha convertido en un problema para mascotas y ni?os]