El lince que sobrevivi¨® a un atropello en el que perdi¨® una pata se ahoga en una balsa de riego
¡®Lucero¡¯ tuvo una segunda oportunidad y fue liberado en noviembre para formar un n¨²cleo reproductor en Albacete con la ¨²nica hembra que hay en la regi¨®n
El lince ib¨¦rico Lucero era un verdadero superviviente: sobrevivi¨® a una trampa tipo lazo, que le dej¨® lesiones neurol¨®gicas, y a un atropello en 2019, que le provoc¨® la amputaci¨®n de la pata delantera izquierda. Pero su suerte termin¨® el 13 de febrero, cuando cay¨® en una balsa de riego en Albacete de la que no pudo salir, como les ocurre a otros muchos animales que pasan completamente desapercibidos por no pertenecer a especies protegidas de renombre. Tan solo dur¨® tres meses en Albacete, donde se le solt¨® para que formase un n¨²cleo reproductor con la ¨²nica hembra que vive en la regi¨®n. No era la primera vez que viv¨ªa en la naturaleza. Lucero naci¨® en 2015 en cautividad, en el centro de La Olivilla (Ja¨¦n), y ese mismo a?o fue liberado en los Montes de Toledo ¨Dera el n¨²mero 23 de los soltados en Castilla-La Mancha y el n¨²mero 100 en Espa?a¨D. All¨ª vivi¨® durante cuatro a?os y engendr¨® 21 cachorros distribuidos en ocho camadas.
Cuando le arroll¨® el veh¨ªculo, parec¨ªa que sus andanzas por el monte hab¨ªan terminado, pero tuvo otra oportunidad cuando fue seleccionado para acompa?ar a Quastellana, que hab¨ªa llegado 15 meses antes a Albacete, donde no hab¨ªa linces. Se eligi¨® ese entorno para Lucero, que hab¨ªa pasado dos a?os en un centro de recuperaci¨®n tras el atropello, porque su invalidez le hac¨ªa muy vulnerable y en esta zona no se pod¨ªa topar con ning¨²n macho territorial.
No se conoce la procedencia de la hembra, aunque podr¨ªa haber nacido en Ciudad Real, Ja¨¦n o Toledo. Cuando se asent¨®, los agentes medioambientales la capturaron para conocer su estado de salud e instalarle un dispositivo de seguimiento. Castilla-La Mancha cuenta con 327 ejemplares de lince ib¨¦rico en tres n¨²cleos: los Montes de Toledo, Sierra Morena oriental y Sierra Morena occidental. En Espa?a y Portugal se contabilizaron el a?o pasado 1.111 individuos entre adultos y cachorros.
No hab¨ªa ¡°mucha esperanza de que esta hembra se quedara por el tipo de h¨¢bitat, pero jugaba a su favor la cantidad de conejo [principal componente de su dieta] que hay¡±, explica Miguel Fajardo, coordinador provincial del cuerpo de agentes medioambientales de Albacete. Tambi¨¦n abunda el vi?edo y el cereal y existen ¨¢reas de pino repoblado hace unos 30 a?os. Contra todo pron¨®stico, a Quastellana le gust¨® el lugar y se afinc¨® en las canteras de roca ornamental de arenisca del entorno. ¡°Va de una a otra, porque aunque no lo parezca son lugares con una biodiversidad impresionante, hay tej¨®n y mucho conejo que atrae a las rapaces porque es muy f¨¢cil cazar¡±, explica. Un arroyo cercano le proporciona el agua. ¡°Encontr¨® su zona de confort y se qued¨®¡±, apostilla Fajardo.
Una vez que se asent¨®, la Delegaci¨®n de Desarrollo Sostenible solicit¨® un macho para intentar formar un n¨²cleo reproductor y lleg¨® Lucero. Le liberaron en la comarca de Hell¨ªn el 6 de noviembre del a?o pasado, en las canteras donde viv¨ªa la que iba a ser su compa?era. Al segundo d¨ªa se encontraron y empez¨® a recuperarse junto a ella. ¡°Al principio se comportaba igual que en cautividad, tomaba el sol y le aport¨¢bamos comida [conejos] de forma complementaria¡±, relata Fajardo. En enero, ya con m¨¢s fuerza, comenz¨® a dejar las canteras y a pasar cada vez m¨¢s d¨ªas fuera, lo que indicaba que estaba cazando solo.
Esos movimientos implicaban un mayor riesgo, sobre todo cuando empez¨® a cruzar la carretera comarcal de Hell¨ªn a Almansa, muy peligrosa por la velocidad que alcanzan los veh¨ªculos en las rectas. Los atropellos constituyen la principal causa de muerte de la especie, que sali¨® del peligro cr¨ªtico de extinci¨®n en 2015 y pas¨® a estar en peligro. ¡°Est¨¢bamos temiendo que se topara con un coche¡±, cuenta el agente medioambiental. En una de estas incursiones lleg¨® a la zona de la balsa de riego.
¡°Chequeamos todos los lugares con riesgo y as¨ª hicimos con la balsa, pero no vimos el peligro porque contaba con una cerca perimetral de dos metros que Lucero no pod¨ªa superar por su minusval¨ªa y solo hab¨ªa unos peque?os agujeros por donde pens¨¢bamos que podr¨ªa entrar un conejo, pero no un animal que pesaba entre 10 y 12 kilos¡±, explica Fajardo. Pero se debi¨® meter contorsion¨¢ndose por los peque?os rotos y cay¨® al agua ¡°con la fatalidad de que es imposible salir¡±. Ahora se ha instalado una malla para que los animales que caigan en ella puedan salvarse. Las balsas y los canales de riego se convierten en trampas mortales para miles de animales al a?o. Ante la cantidad de ahogamientos de especies protegidas que se detectan, la Fiscal¨ªa de Medio Ambiente dirigi¨® en agosto del a?o pasado un oficio a varias comunidades aut¨®nomas para que los agentes forestales inspeccionen esas instalaciones. Posteriormente, redactar¨¢ un informe con las conclusiones.
¡°No se puede describir la pena que sentimos, est¨¢bamos muy ilusionados¡±, comenta Fajardo. Ahora tienen depositadas sus esperanzas en que Quastellana est¨¦ pre?ada, algo que sabr¨¢n en poco tiempo, porque el periodo de gestaci¨®n es de un par de meses.
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