Huella de consumo de Espa?a: la alimentaci¨®n genera m¨¢s impacto ambiental que el coche, la ropa o el m¨®vil
Un trabajo coordinado por el centro de investigaci¨®n de la Comisi¨®n Europea e impulsado por el ministro Garz¨®n concluye que la carne de cerdo, la de vaca y la de pollo son, por este orden, los alimentos que producen m¨¢s da?os en el entorno
?Qu¨¦ tiene un mayor impacto de aquello que consumimos los espa?oles? Por lo general, se piensa que lo peor para el medio ambiente tiene que ver con tubos de escape de los coches, industrias con chimeneas humeantes o complejos aparatos electr¨®nicos. Sin embargo, seg¨²n una evaluaci¨®n de los patrones de consumo en Espa?a presentada este viernes por el ministerio de Alberto Garz¨®n, son los alimentos los que est¨¢n detr¨¢s de los mayores impactos ambientales en el pa¨ªs.
El trabajo ha sido coordinado por el ...
?Qu¨¦ tiene un mayor impacto de aquello que consumimos los espa?oles? Por lo general, se piensa que lo peor para el medio ambiente tiene que ver con tubos de escape de los coches, industrias con chimeneas humeantes o complejos aparatos electr¨®nicos. Sin embargo, seg¨²n una evaluaci¨®n de los patrones de consumo en Espa?a presentada este viernes por el ministerio de Alberto Garz¨®n, son los alimentos los que est¨¢n detr¨¢s de los mayores impactos ambientales en el pa¨ªs.
El trabajo ha sido coordinado por el Joint Research Centre (JRC), el centro de investigaci¨®n de la Comisi¨®n Europea, a petici¨®n del Ministerio de Consumo, y eval¨²a lo que denomina la ¡°huella de consumo de Espa?a¡± siguiendo la metodolog¨ªa desarrollada por la propia instituci¨®n europea. Los c¨¢lculos se realizan, con datos actualizados hasta 2018, tomando como referencia 164 productos, que son analizados en todo su ciclo de vida teniendo en cuenta no solo las emisiones causantes del cambio clim¨¢tico o la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, sino una combinaci¨®n de 15 indicadores ambientales, entre los que est¨¢n tambi¨¦n el uso del agua, el agotamiento de la capa de ozono o la toxicidad humana con efectos cancer¨ªgenos.
Una de las conclusiones, es que la alimentaci¨®n supone el 52,1% de la huella de consumo de Espa?a; seguida de la movilidad (el transporte), que representa el 17,1%; la vivienda (su construcci¨®n y los consumos asociados), con el 16,2%; los bienes del hogar (ropa, calzado, mobiliario), con el 9,6%; y los electrodom¨¦sticos (que incluye diferentes aparatos electr¨®nicos, como el m¨®vil), con el 5,1%.
Resulta imposible no asociar los resultados de esta evaluaci¨®n con pasadas pol¨¦micas surgidas en torno a declaraciones del ministro Garz¨®n por se?alar el impacto ambiental de la carne o las macrogranjas. Pues, dentro de la alimentaci¨®n, el trabajo identifica los productos de origen animal (carnes y l¨¢cteos) como los que tienen unos mayores impactos, relacionados sobre todo con las emisiones y la transformaci¨®n del suelo en campos de cultivo (una importante causa de deforestaci¨®n y p¨¦rdida de biodiversidad) en la producci¨®n de piensos utilizados en la ganader¨ªa. Espec¨ªficamente, entre los alimentos, los que salen peor parados con diferencia son, por este orden, la carne de cerdo, la de vaca y la de pollo.
Dentro del apartado de movilidad, los medios de transporte que m¨¢s contribuyen a la huella de consumo de Espa?a seg¨²n este ¨ªndice son los turismos di¨¦sel, los de gasolina y el transporte a¨¦reo continental. Aparte de la contaminaci¨®n que generan, los coches di¨¦sel aparecen los primeros por ser m¨¢s numerosos en el parque de veh¨ªculos del pa¨ªs en los a?os analizados. No se incluyen aqu¨ª los camiones, porque el transporte de mercanc¨ªa se contabiliza dentro del an¨¢lisis de ciclo de vida de cada producto concreto.
En lo que respecta a las viviendas, la evaluaci¨®n considera que las casas con m¨¢s peso en la huella de consumo del pa¨ªs son las multifamiliares construidas respectivamente entre 1970-1989, antes del 1945 y posteriores a 2010, as¨ª como las unifamiliares de los a?os 1970-1989. Esto tiene que ver con la superficie construida esos a?os, los materiales empleados, la eficiencia energ¨¦tica, el tiempo de uso o el n¨²mero de edificaciones existentes.
Dentro de los bienes del hogar, los productos que aparecen con mayor impacto son la ropa y los muebles, seguidos de los detergentes y los art¨ªculos de papel. M¨¢s en detalle, los tres productos del hogar con m¨¢s peso en la huella de consumo de 2018 son las camisetas, los detergentes para la ropa y los muebles para el dormitorio.
Por ¨²ltimo, en la categor¨ªa de los electrodom¨¦sticos, el aparato que aparece con mayor huella es la televisi¨®n, seguida de la nevera, el ordenador port¨¢til, el tel¨¦fono m¨®vil y el horno.
Anteriormente, el Joint Research Centre ya hab¨ªa realizado una evaluaci¨®n de este tipo para el conjunto de la Uni¨®n Europea. No obstante, esta es la primera vez que se calcula la huella de consumo para un pa¨ªs en concreto, tras ser solicitado por el departamento de Garz¨®n. Si se comparan los resultados del trabajo de ahora con el que se llev¨® a cabo para el conjunto de la UE, se ve que la huella de consumo per c¨¢pita de Espa?a est¨¢ por encima de la media europea en las categor¨ªas de alimentaci¨®n (+26,3%) y electrodom¨¦sticos (+4,9%), y por debajo en las de vivienda (-29,0%), bienes del hogar (-15,3%) y movilidad (-5,5%).
La evaluaci¨®n presentada este viernes tambi¨¦n analiza qu¨¦ efectos tienen distintos cambios de h¨¢bitos para reducir esta huella de consumo en Espa?a. En el caso de la comida, el trabajo se?ala que la sustituci¨®n parcial de carnes y l¨¢cteos en la dieta por otros alimentos a base de cereales, legumbres y huevos puede reducir el impacto generado en todos los indicadores ambientales.
Si se analiza solamente lo que se produce dentro de Espa?a, el trabajo constata una reducci¨®n m¨¢s o menos continua de los impactos ambientales internos entre 2010 y 2018. No obstante, en el c¨¢lculo de la huella de consumo del pa¨ªs se incluyen los impactos en el exterior de aquellos productos que se fabrican en otros pa¨ªses pero que se consumen aqu¨ª. En este caso, la tendencia es justo la contraria, con una fuerte subida a partir de 2013, tras los a?os de crisis econ¨®mica.
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