?Podr¨¢ la vi?a sobrevivir al cambio clim¨¢tico?
El empresario Miguel A. Torres asegura que cada vez se va haciendo m¨¢s dif¨ªcil la viticultura en Espa?a por el calentamiento y reclama un pacto entre los partidos del pa¨ªs para tomar decisiones conjuntas en este ¨¢mbito
La vi?a se parece en cierto modo a los canarios que antiguamente llevaban consigo los mineros al bajar a la mina cuando hab¨ªa peligro de gris¨²: si el canario se asfixiaba hab¨ªa que salir r¨¢pidamente al exterior. Cada a?o sufrimos las consecuencias del cambio clim¨¢tico en forma de granizadas m¨¢s frecuentes, golpes de calor que secan las hojas e incluso los racimos, heladas de primavera..., pero este a?o se han batido todos los r¨¦cords y la viticultura se va haciendo cada vez m¨¢s dif¨ªcil.
Aunque muchos bodegueros procuramos adaptarnos, en nuestro caso desplazando los vi?edos a m¨¢s altura o plantando variedades m¨¢s resistentes, esto no es ninguna garant¨ªa para el futuro y nos empezamos a preguntar qu¨¦ clima tendremos y c¨®mo ser¨¢ nuestra viticultura dentro de 10 a?os. De momento, en los vi?edos actuales estamos consiguiendo retrasar la maduraci¨®n de las uvas, y esto explica por qu¨¦ podemos seguir manteniendo la calidad. Cuando es posible, se recurre al regad¨ªo; tambi¨¦n se puede reducir el cubierto vegetal, es decir, la superficie de las hojas expuestas a la luz solar y al viento. Si se reduce al 50% este cubierto vegetal, las vendimias se retrasan considerablemente, al producirse una menor fotos¨ªntesis; las mallas de pl¨¢stico que se utilizan para proteger las cepas del granizo producen algo de sombra y por ello tenemos tambi¨¦n un cierto retraso.
Le¨ªa recientemente a Daniel Kanheman, que dec¨ªa que: ¡°El Homo sapiens no est¨¢ capacitado para afrontar el cambio clim¨¢tico: Se trata de un mensaje amorfo, que no tiene bordes ni fronteras. No es inmediato, como lo fue la pandemia de la covid19, por ejemplo. No hay un ¨²nico culpable, como se podr¨ªa pensar en el caso de los conflictos b¨¦licos recientes. No queremos asumir costes ni sacrificios, e incluso, para muchos, el cambio clim¨¢tico parece incierto e incluso debatible¡±.
A estas alturas parece imposible conseguir el objetivo del Acuerdo de Par¨ªs para limitar el aumento de las temperaturas a 1,5 grados o m¨¢ximo 2 a finales del siglo XXI. Seguimos teniendo una enorme dependencia de los combustibles f¨®siles, y el 81% del total de la demanda energ¨¦tica de energ¨ªa primaria mundial, corresponde al petr¨®leo, al carb¨®n, y al gas. En el caso del petr¨®leo, el consumo supera los 100 millones de barriles al d¨ªa. Y adem¨¢s, las empresas del petr¨®leo reciben subsidios a escala mundial, del orden de 400.000 millones de d¨®lares con el fin de evitar el incremento de la inflaci¨®n.
Pero quiz¨¢s todav¨ªa hay razones para un moderado optimismo, si se aplicaran soluciones inmediatas. La plantaci¨®n de ¨¢rboles es, hoy por hoy, lo m¨¢s eficaz que se puede hacer para conseguir disminuir los gases de efecto invernadero (GEI) que tenemos en la atm¨®sfera, y que proceden sobre todo de la combusti¨®n de la gasolina, el carb¨®n y el gas. Habr¨ªa que plantar 500.000 millones de ¨¢rboles para conseguir bajar un 25% estos GEI que ascend¨ªan a finales del a?o pasado a 421 ppm (partes por mill¨®n) contra 270 ppm a finales del siglo XIX. Muchos pa¨ªses est¨¢n haciendo esfuerzos en este sentido, muchas empresas tambi¨¦n. En nuestro caso, queremos plantar 2 millones de ¨¢rboles en los pr¨®ximos a?os, especialmente en Chile donde disponemos de extensas fincas y tambi¨¦n en Espa?a.
En los vi?edos, la ¡°viticultura regenerativa¡± permite evitar la erosi¨®n del suelo e incluso almacenar aproximadamente 1 tonelada de carbono/ha. Tambi¨¦n se progresa en la captura del CO? procedente de la industria, para almacenarlo en dep¨®sitos subterr¨¢neos. La industria vin¨ªcola tendr¨ªa aqu¨ª un gran potencial de captura de CO? ya que, a lo largo de la fermentaci¨®n de los vinos, se produce una gran cantidad de este gas. Se trata de un CO? que antes la vi?a ha absorbido por fotos¨ªntesis de la troposfera, del aire, y que, despu¨¦s en la fermentaci¨®n, se emite en buena parte de nuevo. Este a?o en nuestras bodegas ya hemos podido almacenar 20 toneladas de CO?.
Por otro lado, la alimentaci¨®n se va volviendo m¨¢s vegetariana. Aumenta la utilizaci¨®n del transporte p¨²blico y tambi¨¦n de la bicicleta. Tambi¨¦n se entiende que hay que reducir al m¨¢ximo los viajes en avi¨®n, as¨ª como reemplazar los coches de gasolina por los coches el¨¦ctricos (?ojal¨¢ no se demoren m¨¢s las electrolineras!). La instalaci¨®n de placas fotovoltaicas en los hogares es cada vez m¨¢s frecuente, y cu¨¢ndo se dispone de ellas, el coste de la electricidad para el veh¨ªculo el¨¦ctrico es pr¨¢cticamente nulo.
Pero faltar¨ªa lo m¨¢s importante. Faltar¨ªa un pacto pol¨ªtico a nivel de las naciones para afrontar seria y eficazmente el cambio clim¨¢tico y sus consecuencias. Bruselas ya lo ha hecho, con su programa de llegar al a?o 2050 con una Europa que ser¨ªa carbono neutral y una reducci¨®n del 55% de los GEI para 2030. Adem¨¢s, han aportado grandes cantidades de fondos, los llamados ¡°Next Generation¡± para la financiaci¨®n de las energ¨ªas renovables. Pero faltar¨ªa este pacto entre las fuerzas pol¨ªticas de nuestro pa¨ªs para afrontar seriamente este problema, y tomar decisiones conjuntas que evitaran autom¨¢ticamente la cr¨ªtica o la obtenci¨®n de ventajas en las siguientes elecciones. Ello comportar¨¢ ciertamente un cierto decrecimiento de las econom¨ªas y tambi¨¦n sacrificar de alg¨²n modo nuestro estilo de vida. Por esto habr¨ªa que pactar, porque las circunstancias lo merecen, y porque solo as¨ª se podr¨¢n afrontar las medidas necesarias para conseguir que el planeta siga siendo habitable.
Miguel A. Torres es presidente de Familia Torres
Puedes seguir a CLIMA Y MEDIO AMBIENTE en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.