La Junta de Andaluc¨ªa limpia la isla de toallitas y basura en medio del r¨ªo Guadalquivir

Diez toneladas de limo, lodo, basura y, sobre todo, toallitas. Esa es la masa de la isla de residuos que hab¨ªa emergido a la vista de todos los cordobeses en el Guadalquivir, a escasos metros del Puente Romano, y que la Junta de Andaluc¨ªa ha hecho desaparecer a lo largo de esta semana con la ayuda de una retroescavadora. Los 10.000 kilos de desperdicios y arenas contaminadas por ellos han sido trasladados a un vertedero, donde ser¨¢n tratados, seg¨²n ha explicado a este diario un portavoz de la Consejer¨ªa de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Econom¨ªa Azul. ¡°Mientras se sigan arrojando toallitas y no se traten las aguas fecales, el problema persistir¨¢¡±, advierte Jos¨¦ Larios, destacado ecologista andaluz, que fue quien llam¨® la atenci¨®n sobre la balsa flotante de detritos.

Fue una foto del islote de sedimentos publicada en sus redes sociales la que alert¨® sobre la masa de desechos, sobre todo toallitas higi¨¦nicas, que se asomaba en una zona que es un espacio protegido desde 2001. La isla de desperdicios se hab¨ªa empezado a formar en 2020 tras una enorme riada que acumul¨® basura en dos de los ojos del Puente Romano y en medio del r¨ªo a la altura de la Torre de La Calahorra. ¡°En 2021 se limpi¨® la parte del puente, pero se decidi¨® mantener la otra¡±, se?ala Larios, presidente de la Fundaci¨®n Transici¨®n Verde.

La vegetaci¨®n, alimentada por el limo y la tierra que es arrastrada por la corriente, ocult¨® la masa ingente de toallitas que hab¨ªa formado el nuevo atol¨®n. Las lluvias de las ¨²ltimas semanas limpiaron el barro y volvieron a sacar a la luz la base de basura de la isla. La Junta arguye que su limpieza estaba prevista dentro del proyecto Mantenimiento de la Biodiversidad en el Monumento Natural Sotos de la Albolafia para preservar la biodiversidad de ese espacio y que inclu¨ªa la recuperaci¨®n de los molinos de Enmedio y de T¨¦llez, justo frente a la isla de desechos, eliminando la vegetaci¨®n no aut¨®ctona, entre otras medidas.

La empresa Tragsa, encargada de ese proyecto, es la que ha dirigido las obras de disoluci¨®n del islote de toallitas. Una retroescavadora ha trasladado los restos de sedimento y lodo contaminado al vertedero, mientras distribu¨ªa los limpios en las zonas interiores de los Sotos de la Albolafia. En la operaci¨®n de desmantelamiento tambi¨¦n han intervenido operarios que han realizado un trabajo manual. ¡°Queremos aprovechar para concienciar del grav¨ªsimo problema que supone el mal uso de toallitas, que en ning¨²n caso deben tirarse por el inodoro, porque suponen una amenaza ambiental y tienen un elevado coste de limpieza¡±, se?ala el portavoz de la consejer¨ªa. El Ayuntamiento de C¨®rdoba cifra en un mill¨®n de euros la cantidad que invierte para retirar este tipo de material.

¡°Mientras no se construya un tanque de tormentas que evite que se mezclen las aguas fluviales con las fecales y los ciudadanos sigan arrojando toallitas, el problema va a persistir¡±, advierte Larios, que llama la atenci¨®n sobre la basura que se acumula en otras partes del r¨ªo y que pasa m¨¢s desapercibida por no haberse concentrado en un lugar tan simb¨®lico como el tramo que hay en frente de la Torre de La Calahorra.

Vegetaci¨®n de ribera sobre los desechos

Sobre las miles de toallitas hab¨ªa crecido vegetaci¨®n de ribera t¨ªpica de la zona como carrizo, enea, taray e incluso ¨¢lamos. ¡°Solo los que somos de C¨®rdoba sab¨ªamos que la isla no era natural¡±, puntualiza Larios. Y para los que, como ¨¦l, se fijaban en la fauna de la zona, adem¨¢s de ver a ratas campar a sus anchas, tambi¨¦n era habitual observar a alg¨²n avetorillo ¡ªla especie de garza m¨¢s peque?a que anida en esa parte del Guadalquivir¨D con las toallitas enganchadas en su pico dentado.

El ecologista tambi¨¦n llama la atenci¨®n sobre los efectos de que las aves se alimenten de peces que han podido estar en contacto con los restos de heces y maquillaje que suelen acompa?ar a las toallitas. ¡°Este material no se descompone y su tratamiento para las empresas de residuos es complicado porque no es del todo inerte si contiene heces, pero tampoco es org¨¢nico¡±, advierte.

La isla de basura que pasaba desapercibida para muchos visitantes hab¨ªa atra¨ªdo estos d¨ªas la curiosidad de los vecinos al enterarse de que la vegetaci¨®n que asomaba no crec¨ªa precisamente de la tierra. Los trabajos para hacerla desaparecer tambi¨¦n ha tenido entretenidos a muchos cordobeses, turistas y medios de comunicaci¨®n. ¡°Que nadie se hubiera dado cuenta es cuesti¨®n de sensibilidad¡±, se lamenta Larios, que, espera que, al menos, haya servido para concienciar ¡°del impacto ambiental y econ¨®mico¡± que supone arrojar residuos.

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