El monstruo que atasca las cloacas
Las toallitas h¨²medas son el peor enemigo de los sistemas de alcantarillado de las ciudades Causan atascos en la red y problemas en las depuradoras cuando se tiran por el inodoro
Hace justo una semana, volvi¨® a ocurrir. El vest¨ªbulo del n¨²mero 10 de la calle Le¨®n X, en el barrio sevillano de La Macarena, se encharc¨®. Los vecinos del bloque llamaron al seguro y el fontanero encontr¨® un atasco en la arqueta. La acumulaci¨®n de toallitas h¨²medas estaba detr¨¢s del problema.
La generalizaci¨®n de este producto, que empez¨® a comercializarse hace unos a?os para los beb¨¦s y se ha ido extendiendo a muchos otros usos, ha ido paralela al aumento de los atascos en edificios, redes y plantas de depuraci¨®n. Cada poco tiempo, aparece uno de los monstruos de las alcantarillas, formado por las toallitas que se tiran al v¨¢ter sin tener en cuenta qu¨¦ pasa luego. Las empresas de saneamiento de aguas han tenido que crear equipos espec¨ªficos de t¨¦cnicos para solucionar los atascos en la red. As¨ª ocurre en Sevilla, Madrid, Marbella, Huelva, Bilbao...
"Es ya un problema global", opina Josep Lluis Henarejos, gerente de la empresa municipal de aguas de J¨¢vea, en Valencia. En Nueva York, se estima que se han gastado 18 millones de d¨®lares (16,5 millones de euros) en los ¨²ltimos cinco a?os en reparar los estragos. En Europa, la asociaci¨®n que agrupa a las empresas de abastecimiento y saneamiento de 27 pa¨ªses (EurEau) sostiene que las toallitas generan un gasto de entre 500 y 1.000 millones de euros cada a?o, "incluyendo la eliminaci¨®n de estos residuos", seg¨²n un informe elaborado hace cinco meses.
Nunca por el v¨¢ter
Las empresas de abastecimiento y saneamiento insisten en que no se tiren por el inodoro toallitas higi¨¦nicas, pa?ales de beb¨¦s, bastoncillos y algodones. Sostienen que desencadenan atascos y roturas en saneamientos generales y particulares.
A este tipo de empresas tambi¨¦n le preocupan los aceites dom¨¦sticos, que causan atascos en las redes. Los operadores recuerdan que existen servicios de recogida de este tipo de productos.
Los f¨¢rmacos, cosm¨¦ticos y drogas tampoco se deben eliminar por el inodoro. En este caso, los gestores apuntan a otros problemas. Por un lado, aumenta la toxicidad de las aguas residuales, y en cierta medida, del agua ya depurada. Por otro, pueden afectar a las bacterias que se encargan de la depuraci¨®n biol¨®gica del agua.
El t¨ªtulo del documento es bastante gr¨¢fico: ?Los retretes no son una papelera! Los costes, resalta EurEae, los acaban asumiendo los Ayuntamientos y las empresas de abastecimiento; en definitiva, los ciudadanos a trav¨¦s de los impuestos y las tasas municipales. Esta asociaci¨®n aboga por que los Estados y la Comisi¨®n Europea pongan en marcha cambios legislativos y normas t¨¦cnicas para "prohibir la venta de toallitas h¨²medas, productos de aseo personal o sanitarios que se presenten como desechables".
El Ayuntamiento de Valencia acaba de aprobar una reforma de su ordenanza de saneamiento en la que se proh¨ªbe tirar al inodoro toallitas higi¨¦nicas que no sean biodegradables. "Hemos constatado un uso masivo desde los ¨²ltimos dos a?os", explica la delegaci¨®n de Medio Ambiente del Consistorio. Este uso masivo implica atascos en la red de alcantarillado y bloqueos en las estaciones de bombeo, a?ade el Ayuntamiento. ?Y c¨®mo piensan hacer cumplir la norma? "Lo haremos mediante inspecciones peri¨®dicas en la red de alcantarillado".
Al margen de si esta ordenanza pasa a engrosar la lista de prohibiciones imposibles de cumplir que aprueban los Ayuntamientos, Rafael Mantec¨®n, responsable del grupo de tratamiento de aguas residuales de la Asociaci¨®n Espa?ola de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (Aeas), cree que la clave no est¨¢ ah¨ª. "Quiz¨¢s estas normas se puedan hacer cumplir en ciudades peque?as, pero en lo que hay que trabajar es en dar mucha m¨¢s informaci¨®n a los ciudadanos y a los fabricantes", opina. "No debe haber informaci¨®n enga?osa. Que ponga biodegradable en el envase puede confundir", indica. "El tiempo es la clave. No vale para nada que el proceso de un producto biodegradable dure a?os, porque su desaparici¨®n tiene que ser en las pocas horas que est¨¢ en la red", a?ade ??igo Gonz¨¢lez Canal, responsable del departamento de vertidos del Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia.
Tanto este especialista como Mantec¨®n creen que las grandes firmas se est¨¢n dando cuenta del problema. Muchas incluyen ya indicativos en los envases en los que se deja claro que las toallitas no se pueden arrojar al v¨¢ter. "Parece que, en cierta manera, los grandes fabricantes se van concienciando", insiste Gonz¨¢lez Canal. "Ahora hay que empezar a concienciar a la poblaci¨®n, que se hab¨ªa acostumbrado a tirarlas por el inodoro", afirma.
Este responsable de Aguas Bilbao-Bizkaia lleva a?os siguiendo el rastro del problema. "La primera vez que lo detectamos en Bilbao fue en 2009". Detalla que las toallitas est¨¢n elaboradas con un material denominado "tejido no tejido", que "se obtiene con la compactaci¨®n de fibras mediante diferentes sistemas, sin necesidad de cosido". Esas fibras se separan cuando se tiran al v¨¢ter. Una vez en la red, vuelven a unirse y crean grandes madejas, como la que hace unos d¨ªas la empresa Aguas de Huelva sac¨® de las alcantarillas de la ciudad. Esta sociedad realiza peri¨®dicamente campa?as de sensibilizaci¨®n entre la poblaci¨®n.
El problema empieza cuando la toallita se tira al v¨¢ter. El primer bloqueo suele producirse en la conexi¨®n con la red de alcantarillado. Aguas del Huesna, que atiende a 18 municipios de la provincia de Sevilla, recibi¨® el a?o pasado 700 avisos de particulares por problemas de mal funcionamiento. "El 41% fue por atascos, provocados en su mayor¨ªa por las toallitas", detalla Ra¨²l Carrasco, director t¨¦cnico de esta empresa p¨²blica sevillana.
El siguiente punto conflictivo son las bombas, que ayudan a conducir el agua residual hasta las depuradoras, que tambi¨¦n se acaban bloqueando. Si logran superar la red y llegan hasta las estaciones de depuraci¨®n, tambi¨¦n hay problemas. "El coste de los da?os producidos por las toallitas en una depuradora que trate 100 millones de metros c¨²bicos al a?o ronda los 200.000 euros", sostiene Mantec¨®n, de la Asociaci¨®n Espa?ola de Abastecimientos de Agua y Saneamientos. "Hay sobrecostes de hasta 8 o 10 veces superiores a lo normal por el aumento de las limpiezas y operaciones de mantenimiento", resume Gonz¨¢lez Canal en uno de los art¨ªculos que ha escrito sobre este asunto.
Este responsable del Consorcio Aguas Bilbao-Bizkaia tambi¨¦n apunta a los problemas para el medio ambiente. Porque, en ¨²ltimo t¨¦rmino, las toallitas tambi¨¦n pueden acabar en los r¨ªos y el mar. Cuando se producen fuertes lluvias, se emplean los aliviaderos y se suelta parte de las aguas residuales. "Los pescadores nos dicen que encuentran toallitas en sus redes", afirma el gerente de la empresa municipal de aguas de J¨¢vea. "Nos creemos que el v¨¢ter es un agujero negro en el que todo desaparece", concluye su compa?ero de Aguas Bilbao-Bizkaia.
Certificado internacional
"El problema [de las toallitas higi¨¦nicas] es ya mundial", opina ??igo Gonz¨¢lez Canal, responsable del departamento de vertidos del Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia. Para reforzar su argumento explica que la Organizaci¨®n Internacional de Normalizaci¨®n (ISO por sus siglas en ingl¨¦s) cre¨® hace un a?o un grupo de trabajo para abordar este asunto. El proyecto consiste en crear una certificaci¨®n ISO que acredite qu¨¦ productos son desechables a trav¨¦s de inodoro. "Ahora existe un vac¨ªo legal", indica Gonz¨¢lez Canal. Esta acreditaci¨®n supondr¨ªa que los productos tendr¨ªan que pasar una prueba para saber si se pueden tirar o no al v¨¢ter. Varios pa¨ªses, como Estados Unidos o Canad¨¢, llevan tiempo trabajando tambi¨¦n en este problema.
Josep Lluis Henarejos, gerente de la empresa de aguas de J¨¢vea (Alicante), cree que este es un problema generacional. "Yo no uso las toallitas, pero entiendo que con los ni?os peque?os son c¨®modas. Es algo generacional, porque los que venimos del papel no las usamos".
Sea o no generacional, Henarejos sostiene que, en cada inspecci¨®n que hacen de las bombas en su municipio, acaban encontrando toallitas. El Ayuntamiento de J¨¢vea est¨¢ estudiando ahora una ordenanza en la que se proh¨ªba tirar al v¨¢ter estos productos de higiene. Cuando est¨¦ aprobada, las comunidades de vecinos tendr¨¢n que hacer frente a lo que cueste desatascar las arquetas.
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