Tania Baltazar, defensora de los animales: ¡°De cada diez que capturan los furtivos, solo uno llega vivo al mercado negro¡±
La activista fund¨® la pionera Comunidad Inti Wara Yassi ¡°al ver de cerca lo que sufr¨ªan, c¨®mo mataban a sus madres para arrebatarles las cr¨ªas¡±
![Tania Baltazar](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/WDM6H6LEWVHXLOUWRSPINOVTP4.jpg?auth=e71df72c09a96362d20e5732f6da21699f88e8259b6c9443809bb5690caa6bf9&width=414)
![Esther S¨¢nchez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F702a1198-03a7-4c3a-820b-cfb53ff62e3d.jpg?auth=1d09d173e92e240d7d581b961859b829288cdf15280c80b93e5b3f1fad103357&width=100&height=100&smart=true)
Todo comenz¨® con una mona ara?a maltratada. La boliviana Tania Baltazar, de 52 a?os y conocida como Nena, la rescat¨® de sus propietarios y la mantuvo varios meses, hasta que decidi¨® que la ¨²nica opci¨®n era llevarla a un zool¨®gico. Cuando lleg¨® el momento de la entrega, la mona se aferr¨® a ella: ¡°En ese momento sent¨ª en lo m¨¢s profundo de mi ser su mirada y le dije: ¡®No te voy a abandonar¡±. Baltazar ten¨ªa 19 a?os. Esta experiencia la llev¨® a fundar en 1992 la Comunidad Inti Wara Yassi (CIWY), que lleva m¨¢s de tres d¨¦cadas luchando contra el tr¨¢fico ilegal de animales, la caza furtiva, la deforestaci¨®n y los incendios que est¨¢n acabando con el h¨¢bitat de miles de especies. Ahora, la organizaci¨®n gestiona tres parques naturales con una extensi¨®n de 1.300 hect¨¢reas en la selva del Amazonas en Bolivia. Ah¨ª han creado varios santuarios, para que ¡°los animales que no se pueden devolver a la naturaleza, porque fueron capturados de cr¨ªas, puedan pasar el resto de su vida en semilibertad¡±. Fue all¨ª donde muri¨® ¡°de viejita¡± la mona ara?a, cuyo nombre era tambi¨¦n Nena. La labor de CIWY ha sido reconocida con el premio Fundaci¨®n BBVA a la Conservaci¨®n de la Biodiversidad en Latinoam¨¦rica.
Pregunta. ?C¨®mo comenzaron?
Respuesta. Fundamos en Bolivia el primer refugio de animales silvestres solo con la pasi¨®n de querer brindar un hogar a Nena, la mona que hab¨ªa rescatado. Despu¨¦s, fuimos viendo de cerca lo que sufr¨ªan los animales, c¨®mo mataban a sus madres para arrebatarles las cr¨ªas. Ese amor por Nena se convirti¨® en una necesidad de hacer algo m¨¢s grande para ayudar a los animales silvestres v¨ªctimas del tr¨¢fico, de incendios, maltratados en circos... Comenzamos con 30 hect¨¢reas que nos cedi¨® el municipio y fundamos en 1996, Parque Mach¨ªa, el primer santuario de vida salvaje en Bolivia. Ahora contamos con m¨¢s de 500 animales de 39 especies diferentes y otros dos refugios, Jacj Cuisi y Ambue Ari. Estos espacios se han convertido en un ¨¢rea de conservaci¨®n muy importante, con especies silvestres que est¨¢n en peligro de extinci¨®n y manantiales de agua, fundamentales tambi¨¦n para las personas.
P. ?Qu¨¦ animales son los que m¨¢s rescatan?
R. Tenemos jaguares, ocelotes, gato mont¨¦s suramericano, coat¨ªes, perezosos y aves como parabas o amazona. Hasta tuvimos un oso jucumari. Lo importante es que hemos implementado diferentes tipos de manejo para darles una segunda oportunidad en semilibertad, porque la mayor¨ªa de estos animales, lamentablemente, no pueden volver a la naturaleza al haber sido separados muy peque?os de sus madres. Hay parabas a los que la gente les mutila las alas. . Ahora exportamos nuestra experiencia y aconsejamos a otros centros semejantes a implementarlos.
P. ?De d¨®nde provienen?
R. En la actualidad, la mayor¨ªa vienen del tr¨¢fico ilegal y este ¨²ltimo a?o hemos recibido bastantes de los incendios. Antes proven¨ªan de circos, pero la ley lo prohibi¨® hace a?os. Este ¨²ltimo a?o, unos guardaparques de Madidi, una de las reservas m¨¢s importantes de Bolivia, decomisaron 25 monos ara?a que hab¨ªan cazado para venderlos como carne, porque en algunas zonas del pa¨ªs la gente consume carne de animales silvestres. Nos trajeron a dos cr¨ªas que iban a ser vendidas. Ten¨ªan muchas quemaduras y heridas, pero se est¨¢n recuperando. Nosotros consideramos a los animales silvestres que vienen del tr¨¢fico embajadores de la selva que transmiten lo que est¨¢ ocurriendo. Hay que tener en cuenta que de cada diez animales que capturan los furtivos, solo uno llega vivo al mercado negro.
P. ?Se los comen porque no tienen otra opci¨®n?
R. Tienen otras opciones, simplemente es porque se ha hecho siempre.
P. ?Las personas que compran estos animales promueven el tr¨¢fico ilegal?
R. A veces, la gente piensa que est¨¢ haciendo una buena obra cuando compran a un animal que ven en la calle, pero no se dan cuenta de que sin querer est¨¢n siendo parte de las redes ilegales, porque lo est¨¢n promoviendo. La gente tiene que entender que los animales tienen sentimientos y que el maltrato no es solo violencia f¨ªsica; cuando lo encierras ya lo est¨¢s maltratando psicol¨®gicamente. Uno de los pilares para conseguir cambios en la mentalidad es la educaci¨®n. Nosotros trabajamos en las escuelas de los aleda?os de los parques para poner la semillita en el coraz¨®n de los j¨®venes de la importancia proteger nuestra biodiversidad.
P. ?Han tenido problemas con el decomiso de animales?
R. Muchos. Amenazas, golpes, persecuciones. Me recuerdo huyendo con un mono capuchino que lo utilizaban para entretenimiento por las calles. O con un puma, que estaba en una jaula de un circo. Fuimos con dos polic¨ªas, conseguimos subirlo a la camioneta, que no arrancaba y empezaron a llegar personas con palos, nos tiraron piedras, pero al final lo logramos. Ahora son amenazas m¨¢s veladas. Nos dicen: ¡°No te metas o atente a las consecuencias¡±. Nosotros nos podemos defender, pero han empezado a hacer da?o a los animales, incluso han prendido fuego en el ¨¢rea protegida.
P. Los incendios son uno de los grandes problemas en la Amazon¨ªa, ?c¨®mo afectan a los animales?
R. Muchos mueren y otros llegan heridos. Ahora estamos trabajando con un jaguar hembra de unos nueve meses que se rescat¨® tras un incendio. Iba con un hermano, pero este se escap¨® y no sabemos qu¨¦ pas¨® con su madre. Estamos intentando liberarlo porque no ha convivido con humanos, ser¨ªa la primera vez que se hace en Bolivia. Est¨¢ tambi¨¦n Tara, un perezoso que hab¨ªa estado prendido a su madre muerta, intoxicada por el humo. Nos llamaron de una comunidad a unos ocho kil¨®metros del santuario. Estaba muy desnutrida, la cuidamos, la rehabilitamos y la liberamos hace poco. Este perezoso refleja la lucha de muchos animales por sobrevivir en la selva en medio de las llamas.
P. ?Conoce a alg¨²n cazador arrepentido?
R. S¨ª, por ejemplo, un taxidermista que tambi¨¦n mataba animales. Nosotros sal¨ªamos a la calle con carteles para acabar con estas muertes. Un d¨ªa me coment¨® que por mi culpa no pod¨ªa dormir y otro d¨ªa me dio un kinkaj¨² vivo. Me dijo que lo que hac¨ªa era ilegal, que le hab¨ªamos hecho cambiar de opini¨®n y que, adem¨¢s, hab¨ªa tenido pesadillas con el ¨²ltimo animal con el que hab¨ªa trabajado, un oso perezoso. Se convirti¨® en uno de nuestros voluntarios.
P. ?Han pensado alguna vez en rendirse?
R. Muchas veces, por la responsabilidad de atender a tantos animales sin que tengamos ninguna ayuda del Gobierno boliviano, pues sobrevivimos mediante donaciones y gracias a los voluntarios. Pero cuando veo la mirada de los animales, no puedo. Ser¨ªa diferente si las autoridades hubieran actuado de inmediato hace a?os, porque adem¨¢s de trabajar en educaci¨®n, son necesarios la sanci¨®n y el control. ?ltimamente, est¨¢n intentando hacer cumplir la ley, sin embargo, siguen sacando animales, siguen deforestando, incendiando. Las autoridades y la sociedad deben trabajar juntas.
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