La restauraci¨®n de r¨ªos: una oportunidad para nuestros pueblos
La pol¨¦mica debida a la propuesta de demolici¨®n de la presa de Valdecaballeros muestra la necesidad de que la sociedad entienda que este tipo de medidas mejoran el desarrollo y bienestar de los territorios
La reciente decisi¨®n de eliminar la presa abandonada de Valdecaballeros (Badajoz), tras la renuncia de Endesa e Iberdrola, y la pol¨¦mica surgida en torno a este anuncio, ha puesto de manifiesto la necesidad no solo de recuperar nuestros r¨ªos, sino de hacer pedagog¨ªa social para que la sociedad entienda este tipo de medidas y las convierta en una oportunidad para mejorar el desarrollo y bienestar de nuestros pueblos.
En la actualidad, tenemos una presa que se degrada con los a?os y que nunca funcion¨® para el fin previsto: dar servicio a la central nuclear inacabada de Valdecaballeros. Se utiliza por los ayuntamientos ribere?os de Valdecaballeros y Castilblanco para abastecimiento de agua, de forma ilegal al carecer de permiso para ello. Con sus 75 hect¨®metros c¨²bicos, el pantano est¨¢ sobredimensionado para dar servicio a los 2.000 habitantes de los dos municipios; con esa capacidad podr¨ªa atender a 800.000 personas al a?o con una dotaci¨®n m¨¢s que generosa de 250 litros/persona/d¨ªa, el doble de lo que actualmente se aconseja.
Frente a los bulos malintencionados o difundidos por desconocimiento, los vecinos cuentan con alternativas para aprovisionarse agua si desaparece la presa. Se puede cambiar la toma al pantano de Garc¨ªa de Sola, situado a continuaci¨®n de la presa de Valdecaballeros; a un embalse auxiliar adyacente o captar aguas subterr¨¢neas. Por lo tanto, demoler esta instalaci¨®n no implicar¨ªa ning¨²n problema en el suministro a los vecinos. Tampoco les afectar¨ªa en ¨¦pocas de sequ¨ªa, al contar con agua suficiente dado el poco volumen que precisan.
La prolija resoluci¨®n de extinci¨®n concesional recoge lo que ordena el Derecho de Aguas, la normativa de bienes p¨²blicos, los Tribunales y la doctrina del Consejo de Estado: son las empresas concesionarias las que han de asumir los costes de dejar libre el r¨ªo y el dominio p¨²blico. De lo contrario, mantener esa presa para tan reducida poblaci¨®n resultar¨¢ una pesada r¨¦mora para las arcas p¨²blicas y una alegr¨ªa para las empresas el¨¦ctricas, que no quieren saber nada de la infraestructura que nos han legado como un regalo envenenado, al igual que lo hicieron con los terrenos de la central nuclear cedidos a la Junta de Extremadura. Recordamos que estas el¨¦ctricas han cobrado con cargo a nuestros recibos de la luz 2.043 millones de euros por Valdecaballeros, de un total de 5.717 millones de coste del ¡°par¨®n nuclear¡±, seg¨²n datos de la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia.
Por el contrario, con la prioritaria alternativa de abastecimiento ajustado a las necesidades reales de esos pueblos, la restauraci¨®n del r¨ªo Guadalupejo es una fuente de desarrollo rural y de empleo de calidad. Desde peones a t¨¦cnicos de diversas especialidades e ingenieros, o la intervenci¨®n de empresas de consultor¨ªa, obras e ingenier¨ªa, la restauraci¨®n de nuestro patrimonio natural ofrece alternativas laborales y produce grandes beneficios como la seguridad frente a inundaciones, la reducci¨®n de la contaminaci¨®n o el fomento del turismo rural.
Por estas razones recibe un gran impulso desde la UE en la Estrategia Europea de Biodiversidad 2030, que pretende la recuperaci¨®n de 25.000 km de r¨ªos sin barreras, y los m¨²ltiples proyectos LIFE financiados por Bruselas. En Espa?a, la mejora de r¨ªos y humedales la promociona la Estrategia Nacional de Restauraci¨®n de R¨ªos y la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauraci¨®n Ecol¨®gicas. Extremadura y Espa?a cuentan con mucha experiencia, siendo l¨ªderes en estos asuntos a nivel mundial. Igualmente, se fomenta la ciencia y la investigaci¨®n de la universidad. No olvidemos que en 2027 esa zona, como tantas otras, ha de lograr el buen estado ecol¨®gico, salvo que mostremos la voluntad de incumplir el ordenamiento perpetuando una presa que lo impide y cuyo mantenimiento supone un alto coste para las arcas p¨²blicas.
Sin duda, cuando se construye un embalse, a pesar de la destrucci¨®n e impacto ambiental que estos proyectos suponen, tambi¨¦n se generan ciertos valores naturales que antes no exist¨ªan, como la proliferaci¨®n de avifauna acu¨¢tica, el efecto paisaj¨ªstico de la l¨¢mina de agua, etc. Son valores que hay que inventariar y valorar cuidadosamente con procesos de participaci¨®n social, pero no perdamos de vista que son fruto de la alteraci¨®n producida por la mano del hombre, mientras que los que se pretenden restaurar son m¨¢s acordes con la funcionalidad hist¨®rica de los sistemas naturales, contribuyen a la sostenibilidad en conjunto del territorio y al mantenimiento de todos los servicios ecosist¨¦micos que ¨¦ste nos puede ofrecer, como exige la normativa vigente.
Defendemos que se restauren los r¨ªos desde la sensatez, priorizando aquellas oportunidades que cuentan con la viabilidad t¨¦cnica y el aval de la ciencia. Pensando, precisamente, en el bienestar y mejora de los pueblos y sus habitantes, de unos territorios que van m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites locales. En este sentido, creemos que sobra demagogia y falta mucha pedagog¨ªa social para que la poblaci¨®n entienda por s¨ª misma y sepa valorar y defender estas oportunidades. Valdecaballeros y Castilblanco tienen derecho al abastecimiento y a recuperar el territorio y sus r¨ªos, no perdamos esta oportunidad.
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