Bruselas propone reducir un 30% el desperdicio alimentario en supermercados, restaurantes y hogares
La Comisi¨®n Europea ha lanzado varias propuestas de econom¨ªa circular, a la par de iniciativas legislativas para regularizar la edici¨®n gen¨®mica de cultivos y lograr cosechas m¨¢s resistentes
Cada a?o, en la Uni¨®n Europea se tiran unos 59 millones de toneladas de alimentos, m¨¢s de 130 kilos por persona. Tambi¨¦n acaban en la basura 12,6 millones de toneladas de textiles, de los que 5,2 millones corresponden a ropa y calzado, el equivalente a 12 kilos por ciudadano. Unos desperdicios que no solo implican un gran despilfarro cuando en tantas otras partes del mundo, incluso en la propia Europa, millones de personas no tienen suficiente para comer. Tambi¨¦n agotan a¨²n m¨¢s unas tierras y recursos naturales ya de por s¨ª sobreexplotados y a menudo producidos con exceso de nocivos pesticidas, mientras contribuyen a la emisi¨®n de gases de efecto invernadero.
La Comisi¨®n Europea ha lanzado este mi¨¦rcoles una serie de propuestas de econom¨ªa circular que buscan, precisamente, recortar el despilfarro textil y alimentario mediante objetivos obligatorios de reducci¨®n de desperdicios y potenciando el reciclaje de ropa. Al mismo tiempo, ha presentado otro paquete de medidas para lograr un uso m¨¢s sostenible de las tierras y de los recursos naturales, que incluyen una propuesta de regulaci¨®n de las nuevas t¨¦cnicas del genoma de las plantas para lograr cultivos m¨¢s resistentes. Esta ¨²ltima ha generado una fuerte controversia entre plataformas medioambientales y agr¨ªcolas, que temen que pueda reducir los controles hasta ahora estrictos a organismos gen¨¦ticamente modificados (OGM) o transg¨¦nicos.
El ambicioso paquete, presentado este mi¨¦rcoles ¡ªcon las elecciones europeas ya fijadas para dentro de menos de un a?o, los tiempos para legislar se acortan aceleradamente¡ª, consta de varias partes.
Por un lado, Bruselas quiere reducir significativamente los desperdicios alimentarios, que no solo suponen 132.000 millones de euros anuales de p¨¦rdidas, sino tambi¨¦n son responsables de 252 millones de toneladas de CO2, alrededor del 16% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero del sistema alimentario europeo.
¡°Si los desperdicios de comida fueran un Estado, ser¨ªa el quinto mayor emisor de gases de efecto invernadero de la UE¡±, ha explicado el vicepresidente de la Comisi¨®n responsable del Pacto Verde europeo, Frans Timmermans.
Bruselas quiere que, para 2030, se exija a los Estados miembros reducir un 30% per capita el desperdicio alimentario en supermercados, restaurantes y hogares, as¨ª como otro 10% m¨¢s en el ¨¢mbito de la manufactura y el procesado. Las cifras, que ser¨¢n revisadas a finales de 2027 para ver si es posible corregirlas al alza, van ¡°hacia la ambici¨®n global¡± de reducir a la mitad el desperdicio alimentario, como figura en los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU.
La reducci¨®n de residuos alimentarios tambi¨¦n tendr¨¢ un efecto positivo en el bolsillo de los europeos: la Comisi¨®n calcula que, si se cumplen las metas propuestas, un hogar de cuatro personas ahorrar¨¢ una media de 400 euros anuales.
En la misma l¨ªnea van las propuestas para reducir los desechos textiles y promover el ¡°reutilizado y reciclaje¡± de los mismos, de los que actualmente solo se recupera un 22%; el resto acaba, a menudo, ¡°incinerado o en vertederos¡±.
A partir del 1 de enero de 2025, los Veintisiete ya deber¨¢n realizar recogidas separadas de residuos textiles. Para darle un impulso m¨¢s a la priorizaci¨®n del separado de estos desechos, y facilitar as¨ª su reutilizaci¨®n o reciclaje, Bruselas quiere ahora que se apliquen de forma ¡°obligatoria y armonizada¡± los denominados esquemas de ¡°responsabilidad ampliada del productor¡±, que asigna a los productores la responsabilidad de los impactos ambientales de sus productos. Como ya sucede en sectores como el empaquetado, las bater¨ªas o los equipos electr¨®nicos, los productores deber¨¢n ¡°cubrir el coste de la gesti¨®n de los desechos textiles¡±. Algo que, seg¨²n la Comisi¨®n, les dar¨¢ ¡°incentivos para reducir los desechos e incrementar la circularidad de los productos textiles, dise?ando mejores productos desde el principio¡±.
¡°A corto plazo, [las medidas] ayudar¨¢n a financiar una gesti¨®n de desechos en l¨ªnea con el principio de quien contamina paga¡±, ha explicado el comisario de Medio Ambiente, Viriginijus Sinkevicius. A m¨¢s largo plazo, permitir¨¢n aumentar al ¡°circularidad de la producci¨®n textil, impulsar los modelos de negocios de econom¨ªa circular y combatir la fast fashion¡±.
Adem¨¢s, Bruselas quiere prohibir que los tejidos desechados se env¨ªen a terceros pa¨ªses sin reglas medioambientales equivalentes, para impedir que sean ¡°camuflados¡± como materiales reutilizados.
Protecci¨®n de los suelos
M¨¢s all¨¢ de un obvio ahorro econ¨®mico, estas propuestas buscan complementar, en el marco de los ambiciosos objetivos medioambientales que se ha impuesto la UE, las iniciativas para recuperar las tierras y materias primas sobreexplotadas. Para ello, Bruselas ha presentado tambi¨¦n este mi¨¦rcoles otro paquete para proteger los suelos y hacer los cultivos m¨¢s eficientes y resistentes a plagas y clima extremo mediante las denominadas nuevas t¨¦cnicas del genoma de las plantas (NGT, por sus siglas en ingl¨¦s).
¡°Queremos dar a nuestros agricultores las herramientas para producir alimentos sanos y seguros, adaptados a nuestras condiciones clim¨¢ticas cambiantes y con respeto a nuestro planeta¡±, ha dicho la comisaria europea de Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, responsable de la propuesta para lograr ¡°sistemas de alimentaci¨®n m¨¢s resilientes con nuevas t¨¦cnicas del genoma¡±.
La t¨¦cnica propuesta es distinta a la de los OGM o transg¨¦nicos, donde se introduce en una planta c¨®digo gen¨¦tico for¨¢neo para mejorarla, un proceso muy regulado en Europa y solo autorizado si cuenta con un dictamen ad hoc favorable de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
A diferencia de los OGM, las nuevas t¨¦cnicas solo modifican el genoma de la propia planta o introducen material equivalente. La legislaci¨®n propone dos categor¨ªas de plantas producidas por NGT: aquellas comparables a las modificaciones que se producen naturalmente en plantas convencionales (cisg¨¦nesis), y que solo estar¨¢n sometidas a un procedimiento de verificaci¨®n, y otras con unas modificaciones m¨¢s complejas (mutag¨¦nesis) que se regir¨¢n por requisitos similares a la legislaci¨®n actual sobre transg¨¦nicos.
Bruselas considera que el reglamento propuesto va a ¡°incrementar la diversidad y calidad de semillas, esquejes y otro material reproductivo¡± de las plantas, a la par que ¡°garantizar¨¢ cosechas estables¡± con variedades de plantas m¨¢s resistentes, lo que permitir¨¢ a su vez reducir, por ejemplo, el uso de pesticidas.
Unos argumentos que, seg¨²n destaca la agencia Efe, no convencen a plataformas ecologistas y peque?os agricultores que han reunido casi medio mill¨®n de firmas contra estos ¡°nuevos OGM¡± que, afirman, responde a la presi¨®n de empresas como Bayer/Monsanto. Reclaman, adem¨¢s, que se pueda aplicar el principio de precauci¨®n para bloquear esos cultivos, extremo que no contempla la Comisi¨®n.
Adem¨¢s de la modificaci¨®n gen¨¦tica, se quiere mejorar la salud del suelo. En la UE, entre el 60% y 70% de los suelos est¨¢n actualmente ¡°enfermos¡±. La erosi¨®n se lleva adem¨¢s cada a?o miles de millones de toneladas de tierra, lo que significa, recuerda la Comisi¨®n, que la capa superior f¨¦rtil de la tierra ¡°est¨¢ desapareciendo r¨¢pidamente¡±. Los costes asociados a esta degradaci¨®n del suelo, recuerda una Bruselas siempre preocupada por ponerle una cifra a sus medidas, o a la no aplicaci¨®n de las mismas, superan los 50.000 millones de euros anuales. Por ello, la Comisi¨®n quiere, entre otros, una nueva directiva que obligue a los Estados a controlar el estado de sus suelos, definir los principios de su gesti¨®n sostenible y que los pa¨ªses promocionen su implementaci¨®n para recuperar la buena salud de los microorganismos de la tierra.
Puedes seguir a CLIMA Y MEDIO AMBIENTE en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.