Recetas para el fin del desperdicio de alimentos: planificar la compra, m¨¢s venta a granel y regular las ofertas
Cada espa?ol tira 72 kilos de comida al a?o, seg¨²n la ONU. El Gobierno ha reactivado la ley contra este derroche que tambi¨¦n sobrecalienta el planeta
Los cubos de basura no pasan hambre en Espa?a. Cada a?o se desperdician m¨¢s de tres millones de toneladas de alimentos en el pa¨ªs, lo que supone una media de 72 kilogramos por persona, seg¨²n revela un reciente informe del departamento de medio ambiente de la ONU (PNUMA). El Gobierno tiene pendiente desde la pasada legislatura la aprobaci¨®n de la ley de prevenci¨®n de las p¨¦rdidas y el desperdicio alimentario. Pero, como ocurri¨® con un buen n¨²mero de normas, su tramitaci¨®n qued¨® trunc...
Los cubos de basura no pasan hambre en Espa?a. Cada a?o se desperdician m¨¢s de tres millones de toneladas de alimentos en el pa¨ªs, lo que supone una media de 72 kilogramos por persona, seg¨²n revela un reciente informe del departamento de medio ambiente de la ONU (PNUMA). El Gobierno tiene pendiente desde la pasada legislatura la aprobaci¨®n de la ley de prevenci¨®n de las p¨¦rdidas y el desperdicio alimentario. Pero, como ocurri¨® con un buen n¨²mero de normas, su tramitaci¨®n qued¨® truncada por el ¨²ltimo adelanto electoral.
El Consejo de Ministros volvi¨® a aprobar en enero el proyecto de ley, que ahora se est¨¢ tramitando en las Cortes. La prioridad es que los excedentes de comida se utilicen para consumo humano y, cuando ya no se pueda por cuestiones sanitarias, se usen para alimentaci¨®n animal o para la obtenci¨®n de compost y biocombustibles. Para afrontar este problema los expertos abogan por aumentar la venta a granel, m¨¢s planificaci¨®n de las familias a la hora de hacer la compra y regular las ofertas que incitan a llevarte m¨¢s productos de los necesarios.
La ONU, a trav¨¦s de el Informe sobre el ?ndice de Desperdicio de Alimentos 2024, publicado la semana pasada, advierte de que m¨¢s all¨¢ de los efectos directos de derrochar alimentos, el desperdicio y la p¨¦rdida tienen una huella medioambiental. Se calcula que genera entre el 8% y el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, seg¨²n los autores, inciden tambi¨¦n en la repercusi¨®n en ecosistemas naturales que se tienen que convertir para producir unos alimentos que en demasiados casos acaban en la basura.
El desperdicio de alimentos es un problema con una triple vertiente: ¡°Econ¨®mica, medioambiental y social¡±. Y el informe considera que es ¡°una oportunidad para abordar algunos de los mayores problemas medioambientales de estos tiempos¡±, como la lucha contra el cambio clim¨¢tico. La directora del PNUMA, Inger Andersen, define el derroche alimentario como una ¡°tragedia global¡±. ¡°Las consecuencias de este malgasto innecesario est¨¢n causando costes sustanciales al clima y a la naturaleza¡±, detalla el informe.
Los expertos de la ONU cuantifican el desperdicio acumulado en todo el mundo en m¨¢s de 1.000 millones de toneladas y estiman que una quinta parte de los alimentos producidos acaba en la basura. La media global de desperdicio por persona son 132 kilos cada a?o. Espa?a, con los 72 kilos, no sale muy mal parada si se compara con esa cifra. Tampoco, en el contexto de la Uni¨®n Europea: es el quinto pa¨ªs que menos derrocha, solo por detr¨¢s de Bulgaria, Croacia, Eslovenia y Eslovaquia. Portugal, con m¨¢s de 160 kilogramos por persona al a?o, se sit¨²a en el extremo de los m¨¢s comida malgastan.
El agujero negro: los hogares
Con todo, existe una notable diferencia entre los ¨²ltimos datos del Ministerio de Agricultura, que estima un desperdicio de 25 kilos por persona al a?o, y los del informe. Esto se debe a la distinta metodolog¨ªa empleada, ya que la cartera dirigida por el ministro Luis Planas solo se centra en el malgasto en los hogares, mientras que la ONU recoge todo el derroche que se produce a lo largo de la cadena alimentaria, desde la distribuci¨®n hasta el consumo final.
El gran agujero negro son los hogares. En Espa?a, por ejemplo, absorben el 84% de los alimentos desperdiciados. En muchas ocasiones, la comida pasa directamente de la nevera a la papelera, sin que se llegue ni a cocinar. Los supermercados y los puntos de venta al por menor son responsables del 10%, y el 6% restante se desecha en lugares como restaurantes, comedores escolares u hoteles.
C¨®mo se vende la comida es uno de los principales motivos del desperdicio en hogares para el coordinador estatal de la ONG Justicia Alimentaria, Jordi Men¨¦ndez. ¡°Cuando vas al supermercado, muchas veces no existe la posibilidad de comprar la cantidad de alimentos que realmente necesitas y te obligan a coger envases m¨¢s grandes¡±, razona, y exige que haya m¨¢s alternativas para adquirirlos a granel. Tambi¨¦n menciona las ofertas comerciales como un factor que impele a las familias a llevarse m¨¢s de lo necesario.
No tener una buena planificaci¨®n es otra raz¨®n por la que la comida termina en la basura, seg¨²n argumenta Mar¨ªa Gonz¨¢lez, directora de la organizaci¨®n Enra¨ªza Derechos que defiende una alimentaci¨®n justa y sostenible. ¡°Hay hogares en los que el ritmo de vida acelerado impide hacer una gesti¨®n adecuada de la alimentaci¨®n y esta termine por no consumirse¡±, comenta.
La futura ley espa?ola obligar¨¢ a los establecimientos de m¨¢s de 1.300 metros cuadrados a colaborar con bancos de alimentos u ONG para la donaci¨®n de productos mediante la creaci¨®n de convenios. Tambi¨¦n prev¨¦ que los bares y los restaurantes faciliten que el cliente se pueda llevar la comida sobrante sin coste adicional y fomentar la venta de productos imperfectos o feos. Men¨¦ndez apunta a las distribuidoras como responsables de no encontrar comida con mal aspecto. ¡°No es que las personas rechacen los productos feos, es que en las grandes superficies directamente no se les da la posibilidad. Hay espacios alternativos en los que, si se ofrece a un precio razonable, se venden¡±, argumenta.
A pesar de estas medidas, la ley es poco ambiciosa para la directora de Enra¨ªza Derechos, ya que ¡°no recoge algunas de las medidas que s¨ª que estaban acordadas antes de que decayera¡±. ¡°La demanda fundamental es que se apueste mucho m¨¢s por la prevenci¨®n, para evitar que el excedente de comida llegue a generarse¡±, esgrime, y pide tambi¨¦n que haya una ¡°armonizaci¨®n de criterios para medir el desperdicio¡±.
783 millones de personas pasan hambre
A escala global, el malgasto en las viviendas es 20 puntos menor que en Espa?a y representa el 60%, mientras que un 28% se pierde en lugares como restaurantes, comedores escolares u hoteles y el 12% restante en supermercados y en puntos de venta al por menor. Adem¨¢s, incide en la necesidad de revertir el despilfarro en un mundo en el que hay 783 millones de personas que pasan hambre. Consciente de este problema, Naciones Unidas tiene como uno de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados en 2016, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos en el a?o 2030.
Entre el centenar de pa¨ªses analizados en el estudio apenas hay diferencia de desperdicio en funci¨®n del desarrollo econ¨®mico. En las casas de los m¨¢s ricos, el despilfarro es de 81 kilos anuales por persona; en las de los niveles intermedios, de 88, y en las de los m¨¢s pobres, de 86. Del resto de espacios, como restaurantes, hoteles, comedores escolares o en la distribuci¨®n, no se han podido recoger suficientes datos para hacer la comparativa.
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