Qu¨¦ nos ense?a ¡®El Quijote¡¯ sobre la nueva ley contra el desperdicio de alimentos
Espa?a ha aprobado la norma, pero quedan dudas sobre su eficacia para reducir la huella de carbono generada por el derroche de alimentos
El pasado 7 de junio se aprob¨® el proyecto de ley de Prevenci¨®n de las P¨¦rdidas y el Desperdicio Alimentario, que ahora tendr¨¢n que desarrollar las comunidades aut¨®nomas para su aplicaci¨®n. Espa?a se une as¨ª a Francia e Italia, que ya contaban con sus propias leyes.
Esta ley refleja la preocupaci¨®n que existe por el uso que la agricultura y la ganader¨ªa hacen de los recursos naturales y el impacto que tienen sobre el cambio clim¨¢tico. Seg¨²n el informe de 2021 del Programa Ambiental de Naciones Unidas, si el desperdicio de comida fuera un pa¨ªs, ser¨ªa el tercer emisor de carbono.
El desperdicio alimentario tiene una gran carga emocional para una gran parte de la poblaci¨®n urbana, en parte debido a nuestra educaci¨®n cat¨®lica (¡°ni?o, no dejes nada en el plato que hay gente que pasa hambre¡±). Nos han inculcado la idea de que evitar el desperdicio en los pa¨ªses ricos evita el hambre en los pa¨ªses pobres, lo cual no es cierto. Si bien evitar desperdiciar un kilo de comida en Espa?a es bueno, esto no proporciona otro kilo disponible en ?frica. Este valor sentimental hace que se legisle de cara a la galer¨ªa, pero en la pr¨¢ctica la ley no se puede cumplir.
El desperdicio alimentario tiene una gran carga emocional para gran parte de la poblaci¨®n urbana (¡°ni?o, no dejes nada en el plato que hay gente que pasa hambre¡±)
Sobre esta costumbre de los gobiernos, Don Quijote ya aleccion¨® a Sancho antes de que este tomara posesi¨®n de la ¨ªnsula Barataria: ¡°No hagas muchas pragm¨¢ticas, y si las hicieres, procura que sean buenas, y sobre todo que se guarden y cumplan, que las pragm¨¢ticas que no se guardan lo mismo es que si no lo fuesen, antes dan a entender que el pr¨ªncipe que tuvo discreci¨®n y autoridad para hacerlas no tuvo valor para hacer que se guardasen¡±.
Hay que reconocer que el proyecto de ley tiene un aspecto concienciador que es necesario. El texto cita como objetivo ¡°que las empresas de la cadena hagan un autodiagn¨®stico de sus procesos productivos, identifiquen d¨®nde se producen las p¨¦rdidas de alimentos, fijen medidas para minimizarlos y se destinen a otros usos, para los que se fija una jerarqu¨ªa de prioridades¡±.
?Se cumplir¨¢n los planes? Dif¨ªcilmente, porque lograr el desperdicio cero no es posible
Hasta aqu¨ª, bien. Identificar en un plan d¨®nde se producen las p¨¦rdidas e intentar evitarlas es bueno. Se sanciona con hasta 60.000 euros no contar con un plan. ?Albricias, trabajo para consultores como yo! ?Se cumplir¨¢n los planes? Dif¨ªcilmente, porque lograr el desperdicio cero no es posible. Aqu¨ª te lo explicamos con el siguiente v¨ªdeo:
Entonces, ?qu¨¦ dificultades presenta la ley en su aplicaci¨®n pr¨¢ctica? En cuanto a destinar los desperdicios a otros usos, el proyecto de ley espa?ol propone acciones seg¨²n ciertas prioridades:
Primero, la donaci¨®n. No he encontrado en la bibliograf¨ªa ninguna evaluaci¨®n independiente de la ley francesa, que ya lleva cinco a?os y tambi¨¦n prioriza la donaci¨®n. Mi preocupaci¨®n es la relaci¨®n entre la demanda de donaciones (convenios con organizaciones sociales) y la oferta. Si todas las empresas alimentarias est¨¢n obligadas, so pena de sanci¨®n, a donar los excedentes, ?ser¨¢ posible colocarlos todos? Es una falta sancionable que las empresas sociales no entreguen los excedentes a los beneficiarios. ?Qu¨¦ pasa si hay muchas m¨¢s peras que beneficiarios dispuestos a com¨¦rselas? La ingesti¨®n de peras tiene un l¨ªmite.
La segunda prioridad es fabricar zumos y mermeladas. Al ser un mercado no intervenido, la demanda de zumos y mermeladas no se puede controlar. No puedes decirle a un fabricante que compre un lote de peras conferencia porque va a caducar, si la f¨¢brica ya tiene sus proveedores y su plan de fabricaci¨®n. Adem¨¢s, quiz¨¢ no les guste el tipo de pera ofrecido. La log¨ªstica tambi¨¦n importa: ?qui¨¦n paga el transporte? ?Qu¨¦ pasa si no hay una f¨¢brica cercana? ?Qu¨¦ garant¨ªas tiene la f¨¢brica receptora de la calidad sanitaria del producto?
Es una ley de cara a la galer¨ªa, porque socialmente es m¨¢s aceptable atacar el desperdicio que el consumo de carne, que es lo que m¨¢s reducir¨ªa la huella de carbono
Finalmente, lo que no se coma ni se conserve, tiene que convertirse en compost. De todos los puntos, me parece el m¨¢s razonable. Tendr¨¢n que rectificar todos los ayuntamientos que eliminaron el contenedor org¨¢nico, porque ahora har¨¢n falta muchos. De cara al cumplimiento de los planes, la falta de inspectores ser¨¢ el problema m¨¢s dif¨ªcil de resolver. No es lo mismo verificar que las salidas de emergencia est¨¦n despejadas en los planes de seguridad laboral que asegurarse de si las peras conferencia ten¨ªan que ir a las organizaciones sociales, a mermelada o a compost.
Eso la convierte en una ley de cara a la galer¨ªa, porque socialmente es m¨¢s aceptable atacar el desperdicio que el consumo de carne, que es lo que m¨¢s reducir¨ªa la huella de carbono. Adem¨¢s, traslada el marr¨®n a las comunidades aut¨®nomas, que tendr¨¢n que ver c¨®mo pueden convertir la ley en algo aplicable y en sancionables sus faltas.
Gabriel Pons Cort¨¨s es consultor para el desarrollo rural e impulsor de estatera.org.
Este es el segundo art¨ªculo de una serie de tres sobre el sistema alimentario.
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