Lluvia artificial o redes antigranizo: ?se puede manipular la meteorolog¨ªa?
No hay ingenier¨ªas fuera de control que causen danas o sequ¨ªas, pero la amenaza del cambio clim¨¢tico s¨ª est¨¢ aumentando el inter¨¦s en algunos pa¨ªses por las t¨¦cnicas para alterar el tiempo
Ni las estelas blancas de los aviones tienen nada que ver con experimentos que hayan podido provocar la catastr¨®fica dana que ha dejado m¨¢s de 200 muertos ni existen otras ingenier¨ªas clim¨¢ticas fuera de control que est¨¦n provocando lluvias torrenciales o sequ¨ªas. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ de las teor¨ªas conspiranoicas, el af¨¢n humano por intentar controlar la meteorolog¨ªa no es ning¨²n bulo. Hoy en d¨ªa ya hay trabajos cient¨ªficos que muestran que se puede aumentar la lluvia de forma artificial a trav¨¦s del sembrado de nubes con yoduro de plata.
?Por qu¨¦ llueve?
?Se puede hacer llover?
Como explica Andrea Flossmann, copresidenta del grupo de expertos sobre este campo de la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial (OMM), en la actualidad se est¨¢ produciendo un renovado inter¨¦s en distintos pa¨ªses por las t¨¦cnicas capaces de modificar el tiempo. ¡°Este es un concepto en el que se lleva trabajando cerca de 80 a?os, que primero gener¨® muchas expectativas y luego se hundi¨® completamente porque no se pod¨ªa demostrar que funcionara, pero ahora regresa por los cambios en el clima, seg¨²n la situaci¨®n se vuelve m¨¢s desesperada¡±, comenta la investigadora em¨¦rita de la Universidad de Clermont-Ferrand (Francia), refiri¨¦ndose al calentamiento del planeta.
Seg¨²n cuenta Jos¨¦ Luis S¨¢nchez, catedr¨¢tico de F¨ªsica Aplicada de la Universidad de Le¨®n, que se ha subido ¨¦l mismo a aviones para sembrar nubes, en Espa?a se llevaron a cabo en el pasado diversas investigaciones para intentar incrementar de forma artificial las lluvias, como el proyecto PIP coordinado por la OMM en Valladolid, entre 1979 y 1981. No tuvieron mucho ¨¦xito: en el caso del PIP, ni siquiera se pudo pasar a la fase de siembra. ¡°No se ha vuelto a hacer nada, lo que para m¨ª es un error; hay que investigar m¨¢s lo que ocurre dentro de las nubes para entender por qu¨¦ unas precipitan y otras no¡±, asegura. En cambio, s¨ª se siguen utilizando hoy en d¨ªa redes antigranizo con quemadores de yoduro de plata, como la que funciona desde 1976 en Madrid. Adem¨¢s, en la actualidad hay agricultores que compran sus propios ca?ones antigranizo de ondas sonoras para proteger sus fincas, aunque los expertos consultados por este peri¨®dico no dan mucho cr¨¦dito a la eficacia de estos ¨²ltimos.
En lo que respecta a la lluvia artificial, expertos en agua inciden en que existen opciones m¨¢s sencillas para aumentar la disponibilidad de recursos h¨ªdricos, como mejorar la eficiencia o el ahorro. Adem¨¢s, en caso de sequ¨ªa, esta no es una t¨¦cnica que pueda aplicarse en cualquier sitio, pues resulta imprescindible que haya nubes. A¨²n as¨ª, si no se ha extendido m¨¢s el sembrado de nubes con yoduro de plata ha sido por la dificultad para demostrar que realmente funcione. ¡°El motivo es la gran diversidad de las nubes¡±, especifica Flossmann, ¡°nunca tenemos dos id¨¦nticas, de forma que podamos sembrar una y otra no para luego comparar¡±.
Para resolver esta cuesti¨®n, la meteor¨®loga francesa detalla que hay dos posibles estrategias. La primera consiste en realizar sembrados de nubes mucho m¨¢s masivos esperando encontrar diferencias estad¨ªsticas, de manera similar a los ensayos de doble ciego usados por los m¨¦dicos. Sin embargo, como recalca, esto nunca se ha hecho por tratarse de estudios muy caros. La otra estrategia s¨ª se est¨¢ llevando a cabo y consiste en centrarse en las nubes con menor variabilidad, las orogr¨¢ficas, que son las que se forman en zonas con relieve. ¡°Se ha hecho en las Monta?as Rocosas, donde se han sembrado nubes y se ha conseguido aumentar la nieve, en una regi¨®n donde se almacenan reservas de agua para ciudades en verano. En este caso, se tiene confirmaci¨®n de que el principio puede funcionar¡±, destaca la copresidenta del Grupo de expertos sobre la modificaci¨®n del tiempo de la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial (OMM).
Qu¨¦ t¨¦cnicas hay para sembrar nubes
Como explica S¨¢nchez, pa¨ªses como EE UU, Grecia o Austria siembran nubes desde aviones desde hace m¨¢s de 25 a?os, y desde hace algo menos, Canad¨¢ o Bulgaria. Por el uso de las aeronaves, este es el sistema m¨¢s costoso. El f¨ªsico espa?ol ironiza sobre las im¨¢genes de espl¨¦ndidos cielos azules surcados por las estelas de condensaci¨®n normales de aviones difundidas a veces en redes sociales como si se estuviera rociando alguna sustancia qu¨ªmica, cuando el sembrado real se lleva a cabo necesariamente con nubes y a veces en situaciones de mucha inestabilidad atmosf¨¦rica.
¡°Cuando t¨² te metes con un avi¨®n dentro de una tormenta, notas como si te hubieran pegado un tir¨®n hacia arriba, son corrientes ascensionales¡±, comenta el f¨ªsico. ¡°En las nubes de lluvia, la corriente ascensional es peque?ita, como mucho de dos metros por segundo, pero en las de tormenta puede ser de entre 10 y 30 metros por segundo, eso es entre 35 y 100 kil¨®metros por hora¡±. ¡°Es dur¨ªsimo meterse dentro de nubes de tormenta, aunque a mi me encanta¡±, sostiene este experto, que muestra v¨ªdeos de sembrado con yoduro de plata desde el interior de aviones en un proyecto contra el granizo en Mendoza (Argentina), del que ha sido director cient¨ªfico.
En otros pa¨ªses, especialmente en Rusia y China, pero tambi¨¦n en Bulgaria, Rumania o Moldavia, lo que se utiliza para esparcir el yoduro de plata en las nubes son cohetes lanzados desde el suelo con ca?ones de artiller¨ªa. ¡°Aqu¨ª el problema es que hay que parar el tr¨¢fico a¨¦reo y por eso lo est¨¢n abandonando¡±, comenta S¨¢nchez, que cuenta que en Bulgaria le han pedido asesoramiento para cambiar al modelo espa?ol.
Tanto en Francia como en Espa?a se utiliza el sistema de sembrado de nubes para combatir el granizo con quemadores instalados en el suelo, como los existentes en las comunidades de Madrid o Arag¨®n. Es m¨¢s barato que los aviones y no afecta al tr¨¢fico a¨¦reo. En el caso de la red antigranizo de Madrid, en los 48 a?os que lleva funcionando siempre ha estado gestionado por la C¨¢mara Agraria y se compone de 14 generadores autom¨¢ticos en los que se quema yoduro de plata ubicados en zonas agr¨ªcolas del sureste de la regi¨®n, la Comarca de La Vega y la Campi?a. ¡°Tenemos una colaboraci¨®n con la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (Aemet) que hace una predicci¨®n espec¨ªfica para esta zona y cuando nos da un riesgo superior al 50% de granizo son d¨ªas susceptibles de encender los generadores¡±, explica Vicente D¨ªez, ingeniero t¨¦cnico agr¨ªcola de la C¨¢mara Agraria encargado de la red. A pesar de funcionar desde 1976, asegura que no disponen de datos sobre su eficacia. ¡°Se est¨¢ haciendo ahora un estudio meteorol¨®gico sobre la evoluci¨®n de la climatolog¨ªa en los ¨²ltimos a?os en la Comunidad de Madrid y provincias lim¨ªtrofes¡±, se?ala.
Lucha contra el granizo
El sistema de sembrado con yoduro de plata es el mismo para intentar generar lluvia artificial o para luchar contra el granizo, la diferencia est¨¢ en el tipo de nubes y su espesor. Como detalla el catedr¨¢tico de F¨ªsica Aplicada de la Universidad de Le¨®n, las nubes de lluvia suelen tener una extensi¨®n vertical de uno o dos kil¨®metros, mientras que las que generan granizo peligroso pueden llegar a superar los 12 kil¨®metros de espesor, como los c¨²mulos o cumulonimbos que suelen darse en Espa?a en verano, con m¨¢s calor. ¡°A menos 12 o 15 grados, un gramo de yoduro de plata genera aproximadamente un bill¨®n de n¨²cleos de congelaci¨®n como m¨ªnimo, que van a fomentar que haya muchos cristales de hielo en el interior de las nubes para intentar que vayan creciendo las gotas seg¨²n chocan entre s¨ª¡±, detalla S¨¢nchez.
De esta forma, si alcanzan el tama?o necesario, y seg¨²n la temperatura, se convertir¨¢n en lluvia o nieve. Sin embargo, en nubes de tormenta, de mucho mayor espesor y mucha agua en su interior, el problema es que se produzca granizo que crezca demasiado, pudiendo ocasionar importantes destrozos en campos agr¨ªcolas o poblaciones humanas. Aqu¨ª el yoduro de plata intenta aumentar la competencia entre los cristales de hielo para que haya menos posibilidades de que algunos engorden de m¨¢s.
Para Flossmann, son varios los riesgos a tener en cuenta de estas t¨¦cnicas para intentar manipular la meteorolog¨ªa. El primero es el peligro de esparcir qu¨ªmicos que tengan problemas de toxicidad. Seg¨²n la meteor¨®loga francesa, ahora mismo las cantidades son muy peque?as, pero considera que esto debe ser vigilado. Otra cuesti¨®n sensible es la falta de regulaci¨®n. ¡°Por el momento, es muy diferente en cada sitio y cada pa¨ªs hace como quiere¡±, destaca. ¡°En Francia los ensayos los promueven entidades privadas, asociaciones de agricultores. Hay pa¨ªses donde se suelen ocupar los servicios meteorol¨®gicos, en otros sitios como Wyoming (EE UU) son cient¨ªficos con compa?¨ªas de agua. Y en China y Rusia son directamente los militares los que se encargan¡±.
A diferencia de las llamadas soluciones de geoingenier¨ªa para modificar las condiciones clim¨¢ticas a gran escala ¡ªhoy m¨¢s propias del campo de la teor¨ªa¡ª, las t¨¦cnicas para intentar generar lluvia o reducir el granizo se enmarcan en un ¨¢mbito mucho m¨¢s local. A pesar de ello, provocan otro efecto que se repite por todo el planeta: suscitan aut¨¦ntica ira entre los vecinos que haya al lado.
Aunque bulos como el de los chemtrails [las estelas de los aviones] suenan tan disparatados que parecen inofensivos, la realidad es que este tipo de mensajes relacionados con la meteorolog¨ªa s¨ª calan y generan mucha tensi¨®n. De hecho, hay agricultores espa?oles que est¨¢n convencidos hoy que la sequ¨ªa que padecen es culpa de la siembra de nubes en Marruecos o de los ca?ones antigranizo particulares usados en campos de regad¨ªo.
¡°Cuando no llueve, empiezan a surgir estas teor¨ªas sin fundamento¡±, destaca Juan Esteban Palenzuela, delegado territorial de la Aemet en Murcia, que explica que la escasez de agua en esta regi¨®n, en la que el pasado a?o hidrol¨®gico fue el m¨¢s seco desde 1961-1962, ha disparado las tensiones entre agricultores de secano que acusan a otros de regad¨ªo de provocar la sequ¨ªa con sus ca?ones antigranizo. Supuestamente, estos dispositivos reducen el tama?o del granizo utilizando ondas sonoras. Sin embargo, seg¨²n este meteor¨®logo, ¡°la realidad es que no tienen una base cient¨ªfica¡±. Y en ning¨²n caso pueden alterar el r¨¦gimen normal de precipitaciones. De hecho, como incide Palenzuela, incluso las t¨¦cnicas de sembrado que han demostrado una mayor eficacia consiguen ¡°un poquito m¨¢s de agua de precipitaci¨®n¡±. ¡°Cuando digo un poquito m¨¢s, me refiero a que quiz¨¢ se aumente la lluvia como mucho un 15% o un 20%¡±, destaca.
Estos ca?ones antigranizo que enfrentan a algunos agricultores son vendidos por la empresa SPAG, con sede en Valencia. Alberto Gerada, director de operaciones de esta compa?¨ªa, no da datos de ventas, pero asegura que ¡°estamos teniendo crecimientos anuales internos por encima del 100%¡±. Sobre la pol¨¦mica suscitada por estos dispositivos, reconoce que ¡°el ruido social es enorme¡±. Parad¨®jicamente, tambi¨¦n cuenta que ¡°en zonas del norte de Europa donde llueve mucho, la queja es por lo contrario, pues all¨ª aseguran que el sistema aumenta las precipitaciones¡±.
El representante de SPAG sostiene que los dispositivos actuales no son como los ca?ones s¨®nicos del pasado y garantiza que sus ondas sonoras ¡°provocan microfisuras en la estructura del granizo antes de que llegue a la superficie para reducir su impacto da?ino¡±. No obstante, el f¨ªsico Jos¨¦ Luis S¨¢nchez tambi¨¦n pone en duda que sirvan para algo. En Espa?a, la ley establece que son las confederaciones hidrogr¨¢ficas las que deben autorizar los sistemas que modifiquen la fase atmosf¨¦rica del ciclo hidrol¨®gico con el fin de evitar precipitaciones en forma de granizo.
A este respecto, la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Segura (CHS) asegura que ¡°el Organismo de cuenca no es ajeno al impacto social que ha originado la utilizaci¨®n de estos dispositivos, si bien es cierto que tiene un mayor eco entre determinados sectores econ¨®micos (principalmente, el agrario) y, l¨®gicamente, en aquellas zonas geogr¨¢ficas donde su empleo es m¨¢s recurrente¡±. Tras analizar lo que dice la Aemet sobre estos ca?ones, la CHS concluye que ¡°su utilizaci¨®n tendr¨ªa un efecto muy limitado que dif¨ªcilmente se podr¨ªa relacionar con una merma en las precipitaciones de una comarca o un ¨¢mbito geogr¨¢fico de mayor superficie¡±.