La Administraci¨®n de Trump tumba el plan de peajes que pretend¨ªa acabar con la congesti¨®n del tr¨¢fico en Manhattan
Un mensaje de la Casa Blanca en la red social X celebra la revocaci¨®n y se refiere al presidente como si fuera rey
La Administraci¨®n de Donald Trump ha revocado este mi¨¦rcoles la aprobaci¨®n federal del ambicioso plan de peajes de Nueva York, haciendo honor a su promesa electoral de acabar con las tarifas que, desde el 5 de enero, la ciudad cobra a los conductores por entrar en la almendra central de Manhattan. Los automovilistas pagan desde entonces nueve d¨®lares por ingresar en la zona, al sur de la calle 60, y la recaudaci¨®n estaba previsto que fuera destinada, entre otros fines, a la mejora del anticuado sistema de transporte urbano.
El secretario de Transporte de EE UU, Sean Duffy, ha enviado hoy una carta a la gobernadora del Estado, Kathy Hochul. ¡°Comparto la preocupaci¨®n del presidente por las repercusiones [de los peajes] para los estadounidenses de clase trabajadora, que ahora tienen una carga financiera adicional en su vida cotidiana¡±, escribe Duffy en la carta, cuyo contenido ha sido adelantado por el diario populista New York Post, en la ¨®rbita trumpista. La aplicaci¨®n del plan de tarifas, pionero en EE UU, fue posible gracias a un programa piloto de la Agencia Federal de Carreteras, de ah¨ª que ahora se revoque la autorizaci¨®n federal.
En la red social X, la cuenta oficial de la Casa Blanca ha reproducido un sorprendente mensaje sobre este nuevo paso atr¨¢s de una medida ambiental: ¡°La tarificaci¨®n de la congesti¨®n est¨¢ muerta. Manhattan, y todo Nueva York, han sido salvados. ?Larga vida al rey!¡±.
Es previsible que la orden de Washington desencadene una batalla legal -como los ya numerosos bloqueos judiciales de ¨®rdenes y decretos presidenciales- sobre la autoridad federal de la Administraci¨®n republicana y la ley estatal de 2019 que dio origen al plan de tarificaci¨®n. Si la justicia no logra frenar la orden de la Casa Blanca, el fin de los peajes privar¨¢ a la ciudad de 15.000 millones de d¨®lares que la autoridad del transporte urbano (MTA, en sus siglas inglesas) planeaba utilizar para mejoras cruciales en los sistemas de tr¨¢nsito de la ciudad, necesitados de una buena renovaci¨®n.
¡°Los ingresos generados por este programa piloto se destinan al sistema de transporte y no a las autopistas, y no creo que eso sea justo¡±, escribe Duffy en la carta a Hochul. Por eso, el titular de Transporte reconoce que la finalizaci¨®n del programa ¡°puede privar al sistema de tr¨¢nsito de financiaci¨®n, pero cualquier dependencia de ese flujo de financiaci¨®n no era razonable dado que la FHWA [Administraci¨®n Federal de Carreteras] s¨®lo aprob¨® un proyecto piloto¡±, no el plan desarrollado e implementado por Nueva York.
Menos tr¨¢fico en la almendra central
Los datos de la MTA muestran que el tr¨¢fico en Manhattan ha disminuido desde la puesta en marcha del sistema de peajes, a la vez que aumentaba la fluidez del tr¨¢fico y la rapidez de los desplazamientos, sobre todo a trav¨¦s de los puentes y los t¨²neles que conectan Manhattan con Nueva Jersey, usados a diario por millones de automovilistas. Seg¨²n el grupo Transportation Alternatives (TA), que aboga por formas de transporte sostenibles, bajo el nuevo programa han entrado en la zona de congesti¨®n 1,2 millones de veh¨ªculos menos.
¡°Es un atentado contra el sentido com¨²n y la autonom¨ªa de Nueva York¡±, dice Ben Furnas, director ejecutivo del grupo, que ha calificado el plan vigente de ¡°pol¨ªtica de transporte m¨¢s exitosa en una generaci¨®n¡±. ¡°La tarificaci¨®n de la congesti¨®n ya est¨¢ reduciendo el tr¨¢fico y mejorando los desplazamientos de millones de neoyorquinos. Donald Trump quiere traer de vuelta los atascos, las calles ruidosas y las esperas m¨¢s largas para coger el tren¡±, subraya Furnas, quien recuerda que el presidente de EE UU ¡°no controla las calles de Nueva York ni su destino¡±. Funcionarios de la MTA han mostrado tambi¨¦n su estupor ante la orden de Washington.
Hochul, dem¨®crata, se opuso en su d¨ªa a una tarifa b¨¢sica original de 15 d¨®lares por veh¨ªculo por considerarla demasiado cara e impopular en v¨ªsperas de elecciones, lo que en junio la empuj¨® a retrasar la puesta en marcha del programa hasta principios de 2025. El grupo TA asegura que el programa goza del apoyo general de los neoyorquinos: ¡°El 66% de los conductores habituales de la zona apoyan el programa, y 6 de cada 10 neoyorquinos quieren que se mantenga¡±.
Los republicanos, por su parte, han convertido el plan de tarificaci¨®n en arma pol¨ªtica arrojadiza contra los dem¨®cratas, al definirlo como un ¡°impuesto injusto¡± a los conductores. Trump ha llegado a decir que es una medida da?ina para la econom¨ªa de Manhattan, algo que TA rechaza, al asegurar que, ¡°a pesar del menor n¨²mero de veh¨ªculos, los distritos de mejora comercial de la zona han registrado 1,5 millones m¨¢s de visitantes este a?o¡±. Algunos representantes dem¨®cratas han criticado tambi¨¦n el plan, como el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, que ha instado a Trump a detener los peajes.