Nueva York acelera su plan para cobrar nueve d¨®lares por acceder en coche al centro por temor a Trump
El Estado espera lograr luz verde de la saliente Administraci¨®n dem¨®crata en la que ser¨ªa la primera restricci¨®n al tr¨¢fico urbano de EE UU, a diferencia de las limitaciones de muchas capitales europeas
Las restricciones al coche en el centro de las ciudades, tan habituales en Europa, parecen un anatema en Estados Unidos, mucho m¨¢s dependiente del veh¨ªculo privado. Nueva York, la m¨¢s europea de las urbes del pa¨ªs, lleva m¨¢s de un a?o intentando imponer una tasa de congesti¨®n (una tasa por tr¨¢fico excesivo) por acceder a Manhattan ¡ªal estilo de los que ya existen en Londres, Mil¨¢n o Estocolmo¡ª. Aunque el proyecto ha dado varios tumbos desde su concepci¨®n inicial, el temor al anunciado recorte de gasto p¨²blico por la futura Administraci¨®n de Donald Trump ha reactivado el plan de peaje para entrar al centro de la capital financiera. Si la Administraci¨®n saliente de Joe Biden da su aprobaci¨®n definitiva, los conductores tendr¨¢n que pagar nueve d¨®lares (unos 8,5 euros) por acceder a la zona a partir del 5 de enero. Por comparar, en Londres se pagan ya 27 euros.
La nueva versi¨®n del plan, con una rebaja de las tarifas, ha sido aprobada esta semana por la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA, en sus siglas inglesas), con la esperanza de lograr la luz verde definitiva de la saliente Administraci¨®n dem¨®crata antes del traspaso de poder, el 20 de enero. El objetivo del plan, adoptado por 12 s¨ªes y un solo no, es tambi¨¦n recaudar dinero para sufragar el mantenimiento de infraestructuras muy transitadas, como el bypass entre Nueva Jersey y Manhattan, e instalaciones que piden a gritos ser remozadas, como las del suburbano.
A la vista del contundente resultado del 5 de noviembre ¡ªen Nueva York, tradicional basti¨®n dem¨®crata, los republicanos han ganado terreno en varios distritos¡ª, este pasado lunes, durante una reuni¨®n reprogramada a toda prisa, el consejo de la MTA aprob¨® el nuevo gravamen: una tarifa diurna de nueve d¨®lares por entrar en la almendra central de Manhattan ¡ªal sur de la calle 60, el l¨ªmite meridional de Central Park¡ª a partir del pr¨®ximo 5 de enero. Es decir, un 40% menos que el precio base de 15 d¨®lares que el consejo hab¨ªa ratificado en mayo. Tambi¨¦n acord¨® actualizar el precio en 2028 y en 2031, hasta alcanzar la cantidad inicial.
Ha sido una tramitaci¨®n en tiempo r¨¦cord, una vez que la gobernadora del Estado, la dem¨®crata Kathy Hochul, levantara el dedo del bot¨®n de pausa que en junio hab¨ªa paralizado la iniciativa, un mes despu¨¦s de aprobarse, por el elevado coste de las tarifas: algo muy impopular pol¨ªticamente en v¨ªspera de las presidenciales (y de las locales del a?o pr¨®ximo). La inc¨®gnita es si el abaratamiento del peaje podr¨¢ generar los 15.000 millones de d¨®lares necesarios para las reformas de la red de transporte p¨²blico, algo que sus promotores ven factible. Seg¨²n Hochul, que asegura no haberse visto arrastrada en su premura por la victoria del republicano, el peaje reducido ahorrar¨¢ a los conductores diarios cerca de 1.500 d¨®lares al a?o, y habr¨¢ descuentos para quienes ingresen menos de 50.000 d¨®lares al a?o y por su trabajo se vean obligados a entrar cada d¨ªa en la zona.
La medida, in¨¦dita en EE UU, pero que ya se aplica en varias ciudades europeas ¡ªmientras much¨ªsimas m¨¢s tienen restricciones a los coches m¨¢s contaminantes¡ª, ya hab¨ªa sido aprobada en diciembre de 2023 por la MTA, y ratificada en mayo, un mes antes del par¨®n de Hochul. Denominada t¨¦cnicamente ¡°peaje de congesti¨®n¡±, de recibir el visto bueno de Washington se aplicar¨¢ en una urbe en la que sus ciudadanos pasan de media 236 horas al a?o atrapados en el tr¨¢fico.
Menos de una semana despu¨¦s de que la gobernadora levantara sus objeciones, el futuro del plan est¨¢ ahora en manos de la Administraci¨®n Federal de Carreteras, que debe dar el visto bueno final porque muchas de las calles de Manhattan, y en especial la mayor¨ªa de sus accesos, reciben financiaci¨®n federal, como por ejemplo la ayuda aprobada por la Administraci¨®n de Biden para renovar el t¨²nel Lincoln, que conecta Manhattan con el Estado gemelo de Nueva Jersey. ¡°Esa es la parte que necesita cierta actualizaci¨®n y el consiguiente proceso burocr¨¢tico¡±, dijo este lunes Janno Lieber presidente de la MTA, en conferencia de prensa.
Ah¨ª puede radicar el primer obst¨¢culo. Despu¨¦s de que los legisladores estatales aprobaran inicialmente la tarificaci¨®n de la congesti¨®n en 2019, durante el primer mandato de Trump, los funcionarios federales se negaron a proporcionar orientaci¨®n sobre qu¨¦ tipo de revisi¨®n ambiental deber¨ªa hacerse. Al final, los federales dieron el visto bueno dos meses despu¨¦s de la toma de posesi¨®n del presidente Joe Biden en 2021, pero el proceso se alarg¨® con cientos de consideraciones sobre impacto ambiental. El plan definitivo fue aprobado en junio de 2023, bastante despu¨¦s de lo previsto por las autoridades neoyorquinas.
El presidente electo quiere ¡®finiquitar¡¯ el proyecto
¡°No tenemos planes de contingencia. Esperamos que se apruebe antes de la fecha l¨ªmite y aplicarlo, seg¨²n lo previsto, el 5 de enero¡±, explic¨® un optimista Lieber. Si se logra, ser¨¢ fruto del entendimiento contra reloj, casi una conjura no solo contra el tiempo, sino contra el enemigo pol¨ªtico, de la Administraci¨®n federal saliente y la del Estado de Nueva York, del mismo signo.
Trump amenaz¨® en mayo en las redes sociales con ¡°finiquitar¡± la tarificaci¨®n de la congesti¨®n durante su primera semana en la Casa Blanca. De ah¨ª la urgencia de la MTA para que el plan de peajes, que depender¨ªa de un programa federal de largo plazo y, por tanto, te¨®ricamente blindado, se apruebe antes del relevo. Cinco congresistas republicanos de Nueva York, representantes de zonas residenciales ¡ªcuyos residentes son muy dependientes del autom¨®vil¡ª, tambi¨¦n han amenazado con intentar tumbar la iniciativa a trav¨¦s de la legislaci¨®n federal. Hay nueve recursos pendientes, sobre todo desde Nueva Jersey ¡ªdonde viven muchos neoyorquinos, expulsados de la Gran Manzana por el elevado precio del alojamiento¡ª y dos m¨¢s de particulares contrarios a la paralizaci¨®n en su d¨ªa del plan por Hochul.
Con la entrada en vigor de los peajes, la deficitaria MTA, que no ha recuperado a¨²n el volumen de viajeros que el metro ten¨ªa antes de la pandemia, conf¨ªa en poder sacar adelante una serie de mejoras. Entre ellas figuran la modernizaci¨®n de se?ales, la ampliaci¨®n del metro de la Segunda Avenida hasta East Harlem y proyectos para hacer accesibles m¨¢s de 20 estaciones de metro (otro gran d¨¦ficit, el de la accesibilidad, que se a?ade al financiero).
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