Las familias veganas piden un men¨² escolar vegetal: ¡°Tuve que dejar el trabajo porque mi hija no puede ir al comedor¡±
Los padres esperan que se incluyan en los colegios opciones alimentarias alternativas por motivos ¨¦ticos, recogidas en el Real Decreto de comedores escolares que tramita el Ministerio de Consumo. Por ahora, regulan las autonom¨ªas y ninguna exige esta opci¨®n


En febrero, el hijo de Gracia Osuna, de cinco a?os, empez¨® a llevar su t¨¢per al comedor escolar. En las vacaciones navide?as de 2023 el ni?o decidi¨® que no quer¨ªa comer m¨¢s animales tras ver un cerdo despiezado en la carnicer¨ªa del supermercado. Por ello, su madre solicit¨® un men¨² escolar vegano a la Asociaci¨®n de Familias de Alumnos del centro p¨²blico, ubicado en Palma (Mallorca), que gestiona el servicio. ¡°Como no recib¨ªa soluci¨®n, envi¨¦ un burofax en junio¡±, cuenta. Entreg¨® un informe elaborado por una psic¨®loga que evaluaba el impacto de forzar una dieta. En el centro no lo obligaban a comer la carne del plato y lo avisaban cuando esta estaba presente, pero no le ofrec¨ªan otra comida diferente. No fue hasta el 24 de enero, un a?o despu¨¦s, cuando recibi¨® dos alternativas: separarle los productos de origen animal del resto de alimentos o llevar su propia tartera.
Osuna eligi¨® la segunda. Justifica su decisi¨®n al saber que no siempre es posible poner la carne aparte en el men¨² escolar, por ejemplo, cuando se sirve lasa?a o arroz con pescado. ¡°El veganismo va m¨¢s all¨¢ de una dieta, es una convicci¨®n ¨¦tica. Para mi hijo es lo mismo un cerdo que un perro¡±, explica. Su situaci¨®n anima a muchas familias veganas a alzar la voz y reabre el debate sobre si las opciones alimentarias por cuestiones ¨¦ticas deben incluirse de forma obligatoria en los servicios p¨²blicos.
El Gobierno balear cre¨® en febrero un grupo de trabajo para mejorar los men¨²s del alumnado, integrado por las Consejer¨ªas de Educaci¨®n, Agricultura y Salud, junto al Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas auton¨®mico. Esta entidad se posiciona a favor de la alternativa vegana. Defiende que no supone ning¨²n problema nutricional o diet¨¦tico para los usuarios del comedor escolar y considera que no debe implicar un aumento del precio del servicio ni una interferencia en su gesti¨®n.
No existe una regulaci¨®n estatal sobre los comedores escolares, la normativa depende de las comunidades y la decisi¨®n, en muchas ocasiones, queda a criterio de las propias escuelas y de los encargados de coordinar este servicio: la direcci¨®n del centro, las asociaciones de familias del alumnado o las empresas de catering si no cuentan con cocina propia.
¡°La inclusi¨®n de la disponibilidad de men¨²s especiales por motivos ¨¦ticos y religiosos es un aspecto novedoso del nuevo Real Decreto de comedores escolares que se est¨¢ tramitando desde el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, muy relevante y un gran paso adelante, porque por primera vez en un texto normativo de ¨¢mbito estatal se contempla esta posibilidad, tal y como ya se valoraba en la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n de 2011 por motivos de salud para personas con alergias e intolerancias¡±, explican fuentes de este Ministerio, tras aclarar que todav¨ªa no existe una fecha prevista para que vea la luz.
Ninguna comunidad exige de forma obligatoria y generalizada que se introduzca una opci¨®n vegana en los centros educativos, aunque en 2021 el Ayuntamiento de Madrid aprob¨® la incorporaci¨®n del men¨² 100% vegetal solo en las escuelas infantiles de cero a tres a?os que dependen de su gesti¨®n, seg¨²n informan en la Plataforma por una educaci¨®n sostenible, vegana y ecol¨®gica (ESVECO). La Asociaci¨®n de Familias Unidas por un Men¨² Vegano Escolar (FEUMVE) explica que la Agencia de Salud P¨²blica de Catalu?a s¨ª apoya que en los colegios se ofrezca una alternativa acorde a sus principios ¨¦ticos.
La presidenta de esta entidad, Noelia Estraviz, residente en Errenteria (Guip¨²zcoa), recibi¨® hace 14 d¨ªas un resultado desfavorable tras recurrir un proceso judicial que inici¨® en 2023 contra el antiguo colegio de sus hijas. Asegura haberse visto obligada a cambiar a sus ni?as de centro hace dos cursos. En su casa son todos veganos desde que su hija mayor decidi¨® serlo con tan solo cuatro a?os cuando en clase le explicaron el origen de los productos que com¨ªa. Ahora tiene 14 y su hermana 10.
Estraviz pidi¨® en 2014 al centro educativo concertado un men¨² 100% vegetal: ¡°Mis hijas ten¨ªan este derecho tras someterlo a votaci¨®n entre los padres¡±. Pero no lo aplicaban de forma correcta, a su juicio. ¡°Por ejemplo, un d¨ªa que hab¨ªa caldo de puerros y pollo para todo el alumnado, a ellas les dieron el caldo solo de primero y los puerros y las patatas de segundo¡±, relata. Explica que denunci¨® su situaci¨®n en redes sociales y consigui¨® que les dejasen llevar su tartera, ¡°aunque al siguiente curso ya no contemplaban esta opci¨®n¡±. The Vegan Society la invit¨® a exponer su caso en el Parlamento dan¨¦s durante una cumbre sobre los derechos humanos de las personas veganas. ¡°Los comedores escolares son un servicio integrado dentro del desarrollo educativo¡±, recuerda su abogada, Lola Garc¨ªa.
En la misma autonom¨ªa, Izaskun Unibaso, de 41 a?os, no cuenta con un men¨² vegano para su hija en el colegio. Reside en un peque?o municipio de la provincia de Vizcaya, que prefiere no revelar para proteger a la ni?a, de ocho. Vive con ella y su pareja en una casa con huerto y jard¨ªn. Tienen tres gatos y una cerda rescatada tras ser abandonada.
La peque?a no puede introducir una tartera en el comedor con su propia comida y ¡°a no ser que un pediatra certifique que la ni?a tiene alergia a la prote¨ªna animal, no le conceden un men¨² 100% vegetal¡±. Cada curso plantea esta cuesti¨®n al centro para que al menos permitan que la menor pueda quedarse con su t¨¢per dos d¨ªas a la semana con la intenci¨®n de conciliar mejor.
¡°Tuve que dejar el trabajo de dependienta en una tienda porque mi hija no puede ir al comedor y a m¨ª me resultaba imposible recogerla todos los d¨ªas a mediod¨ªa¡±, relata. En el Pa¨ªs Vasco no existe la obligaci¨®n de ofertar un men¨² 100% vegetal, pero s¨ª uno sin carne de cerdo y otro ovolactovegetariano. ¡°Le propusimos a la ni?a si quer¨ªa probar esta ¨²ltima opci¨®n, pero se neg¨®. La educamos con total libertad, ella decide lo que come. Mis familiares no son veganos¡±, aclara Unibaso.
La Academia Americana de Nutrici¨®n y Diet¨¦tica, organismo de referencia, defiende que la alimentaci¨®n vegetariana y vegana, planificada de manera adecuada, es nutricionalmente adecuada en todas las etapas del ciclo vital. En Espa?a esta opci¨®n se contempla con menos frecuencia en las gu¨ªas de salud y alimentaci¨®n elaboradas por organismos competentes.
Ana Opazo, residente en Madrid de 45 a?os, tuvo que cambiar en febrero a su beb¨¦ de 10 meses de guarder¨ªa porque la que le correspond¨ªa, privada, pero de titularidad p¨²blica, localizada en su puesto de trabajo y subvencionada para empleados, al ser su marido y ella funcionarios del Estado, no le ofrec¨ªa este servicio. Cuenta que cuando llev¨® a su hijo de cuatro a?os a este centro s¨ª le permit¨ªan llevar un t¨¢per para completar el men¨² cuando hab¨ªa productos con prote¨ªna animal, tras solicitarle un certificado de su pediatra asegurando que el ni?o gozaba de una alimentaci¨®n sana.

Pensaba que con su peque?a suceder¨ªa lo mismo, pero, seg¨²n explica, ya no contemplan esta opci¨®n por motivos log¨ªsticos, al necesitar un frigor¨ªfico exclusivo para introducir esta comida y que no contamine el resto de alimentos. ¡°Tuve que pedir una excedencia para quedarme con mi hija en casa, segu¨ª pagando las cuotas con la intenci¨®n de guardar la plaza por si cambiaban las cosas, hasta que tuvimos que irnos¡±, relata.
Opazo insiste en que solo les ofrecieron dos alternativas: Acudir a la guarder¨ªa a mediod¨ªa para darle la comida fuera del recinto o contratar un catering particular. ¡°Buscamos empresas, pero a ninguna le compensaba desplazarse con una furgoneta refrigerada para hacer un pur¨¦ de calabac¨ªn¡±, explica.
Le gustar¨ªa haber recibido la misma comprensi¨®n que tuvo Gerardo Arias, ecuatoriano de 37 a?os que residi¨® durante una d¨¦cada en Ucrania y ahora es refugiado de guerra en el Puerto de Sagunto (Valencia). Cuando lleg¨® a Espa?a comunic¨® al colegio p¨²blico que sus hijos eran veganos y aunque no contemplaban esta opci¨®n, una nutricionista les dise?¨® un men¨² particular y atendi¨® a sus valoraciones.
Los ni?os de Rebeca Bande, dietista orensana de 42 a?os y presidenta de ESVECO, tambi¨¦n cuentan con una opci¨®n vegana en su escuela rural con cocina propia: ¡°La Agencia Espa?ola de Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n asegura que un tercio de los men¨²s que se sirven en los centros educativos no est¨¢n supervisados por profesionales con formaci¨®n acreditada en nutrici¨®n humana y diet¨¦tica. Esto s¨ª es un problema, no la posibilidad de contar con men¨²s 100% vegetales¡±.
Considera que la lucha por conseguirlos supone un desgaste emocional para las familias porque asumen demasiadas consecuencias en sus vidas personales: ¡°Las que, normalmente, dejan de trabajar porque los ni?os no pueden ir al comedor son las madres, lo que repercute, una vez m¨¢s, en la precarizaci¨®n de la mujer¡±.
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