El Museo Oteiza reorganiza su exposici¨®n para acercar al p¨²blico su obra y pensamiento

El Museo Oteiza de Navarra estrenar¨¢ ma?ana, segundo aniversario de la muerte del artista guipuzcoano, la muestra Oteiza 1908-2003. La colecci¨®n. La nueva direcci¨®n del centro ha reorganizado la exposici¨®n permanente con la pretensi¨®n de ofrecer un mejor acercamiento a la obra y el pensamiento del autor. Ser¨¢n 150 piezas, de las 1.700 que componen el patrimonio del museo, las que desde ma?ana ocupen permanentemente este espacio, donde han sido organizadas de forma "l¨®gica y cronol¨®gica" en una "exposici¨®n nueva".

El director del Museo, Pedro Manterola, quien accedi¨® hace poco m¨¢s de ocho meses al cargo y desde el que acometi¨® un plan cuya primera fase es esta renovaci¨®n del proyecto museogr¨¢fico, ha se?alado que la exposici¨®n se divide en siete secciones, "en las que hemos pretendido articular con una exigencia un tanto did¨¢ctica el conjunto de la obra". A ese conjunto "se ha incorporado algo esencial, como es la documentaci¨®n necesaria para que cualquier visitante pueda aproximarse a la complejidad del discurso de Oteiza sin reduccionismos ni trivializaci¨®n ninguna". As¨ª, ha explicado que "la intenci¨®n es que el museo ofrezca los requisitos indispensables para que un visitante pueda acercarse al discurso te¨®rico y a la escultura de Oteiza".

La muestra incorpora 30 esculturas y 40 dibujos in¨¦ditos, el m¨¢s notable el Friso de los ap¨®stoles, las 14 figuras originales en escayola, restauradas e in¨¦ditas hasta el momento, que Oteiza esculpi¨® para la fachada de la bas¨ªlica de Arantzazu. En cuanto a su disposici¨®n, la muestra recorre desde la planta baja en direcci¨®n ascendente las diferentes etapas art¨ªsticas de Oteiza, desde sus primeras obras antes de su regreso de Am¨¦rica en 1948, pasando por los primeros ejercicios sobre la din¨¢mica interna de la materia perforada de los 50, el paso a la geometr¨ªa, las primeras piezas del Laboratorio de Tizas, los poliedros, la desocupaci¨®n de las construcciones y la conclusi¨®n espiritual.

Al final, "el espacio vac¨ªo"

"La exposici¨®n hace un desarrollo l¨®gico y cronol¨®gico, de forma que empieza desde el principio y termina en la biblioteca, arriba, con las piezas conclusivas, las cajas vac¨ªas", ha se?alado Manterola, quien ha precisado que han sido organizadas tambi¨¦n con una disposici¨®n "simb¨®lica" que apoya la p¨¦rdida progresiva de materia la obra de Oteiza, ya que hay m¨¢s piezas en la primera planta y conforme se avanza en la visita "se va desocupando el espacio". "Se llega as¨ª a la biblioteca, que cierra la exposici¨®n con un menor n¨²mero de piezas, m¨¢s transparentes, en donde el espacio vac¨ªo, ese espacio conquistado por Oteiza para el esp¨ªritu, se pone de manifiesto", ha indicado Manterola, quien ha admitido que la parte m¨¢s dif¨ªcil ha sido la de mostrar "el tr¨¢nsito de la pieza antropom¨®rfica a la aparici¨®n de la geometr¨ªa, fundamental si se quiere despu¨¦s conocer a Oteiza".

En todo caso, ha recordado que este cambio de la exposici¨®n permanente es el primero de los pasos previstos en el plan de reorganizaci¨®n del museo, que tambi¨¦n est¨¢ inmerso en la creaci¨®n de un centro de investigaci¨®n y documentaci¨®n sobre la obra de Oteiza, que comprende una biblioteca de trabajo, la catalogaci¨®n de las obras, proyecto que se pretende tener listo para los pr¨®ximos Sanfermines. En todo caso, ha reconocido el ingente volumen de obras y el escaso espacio para mostrarlas, por lo que ha apuntado la posibilidad de establecer "un criterio de revisi¨®n peri¨®dica del museo". Sobre la relaci¨®n o posible acercamiento con el ChillidaLeku, que guarda y gestiona la obra de Eduardo Chillida, Manterola ha considerado que "ser¨ªa muy deseable que ahora que los protagonistas no est¨¢n, se encontrara una especie de reconocimiento de una deuda rec¨ªproca, no por razones formales sino culturales".

Por otra parte, Manterola ha subrayado asimismo que las ¨²ltimas exposiciones realizadas sobre la obra del oriotarra en museos como el Gugenheim de Bilbao o el Reina Sof¨ªa de Madrid, o la prevista en Nueva York, "han hecho que el nombre de Oteiza sea m¨¢s apreciado", lo que por a?adidura "ha beneficiado" al centro navarro. Sobre el inter¨¦s para el gran p¨²blico del Museo Oteiza, Manterola ha reconocido las dificultades de acceso al "pintoresco" lugar, que eligi¨® el propio artista oriotarra por hallarse all¨ª su vivienda, junto a la que el arquitecto navarro Francisco Javier S¨¢enz de Oiza construy¨® un edificio "notabil¨ªsimo".