El d¨ªa en que Welles invadi¨® Estados Unidos
La versi¨®n radiof¨®nica de 'La guerra de los mundos' conmocion¨® Estados Unidos en 1938 mientras el nazismo se extend¨ªa por Europa
Un viejo transistor, all¨¢ por el oto?o de 1938. Ram¨®n Raquello canta en directo desde el hotel Plaza de Nueva York La cumparsita. De pronto, la canci¨®n se hace silencio. "Se?oras y se?ores, interrumpimos el programa de m¨²sica de baile para ofrecerles un bolet¨ªn especial de noticias de Radio Intercontinental. A las ocho menos veinte, hora central, el profesor Farell del Observatorio de Mount Jennings, Chicago, Illinois, ha informado de varias explosiones de gas incandescente, sucedidas en intervalos regulares en el planeta Marte. El espectroscopio indica que el gas es hidr¨®geno y se mueve hacia la Tierra a enorme velocidad". El p¨¢nico estaba servido.
As¨ª arrancaba la versi¨®n radiof¨®nica de la gran obra de H.G. Welles, La guerra de los mundos, orquestada por un muchachito por entonces desconocido. Orson Welles a¨²n no hab¨ªa pisado Hollywood. Un a?o antes hab¨ªa formado una compa?¨ªa teatral rompedora, la Mercury Theatre, y ahora se tra¨ªa entre manos un dram¨¢tico especial de para la cadena de emisoras de la NBC para la noche de Halloween. Pero la emisi¨®n super¨® la broma y Estados Unidos crey¨® ser v¨ªctima de un ataque marciano.
No era la primera vez que Welles y su compa?¨ªa realizaban un serial radiof¨®nico. Ya hab¨ªan emitido versiones de Dr¨¢cula o El conde de Montecristo pero esta vez quiso hacer algo distinto. Traslad¨® la acci¨®n de Inglaterra a EE UU y de la ¨¦poca victoriana al presente en el sentido m¨¢s estricto: Hitler ya se hab¨ªa anexionado Austria y parte de la Rep¨²blica Checa y faltaban muy pocos meses para la invasi¨®n de Polonia.
La emisi¨®n prendi¨® la mecha del miedo en la sociedad estadounidense. Se conserva abundante documentaci¨®n sobre las llamadas desesperadas a la polic¨ªa, las familias reunidas entorno al transistor, hombres dispuestos a coger su escopeta hacer frente a los marcianos y la desesperaci¨®n de los peri¨®dicos por cubrir la invasi¨®n.
Romper moldes
Nunca se supo con exactitud si Welles busc¨® el efecto o si la situaci¨®n se le fue de las manos. Le preguntaron varias veces a lo largo de su vida al respecto pero las respuestas siempre fueron evasivas. El enfant terrible hab¨ªa dado su primera muestra de genio al romper los moldes de una radio que todav¨ªa balbuceaba al emitir falsos boletines informativos que, para un p¨²blico que todav¨ªa estaba descubriendo la comunicaci¨®n de masas, pasaron como aut¨¦nticos.
60 a?os despu¨¦s La guerra de los mundos de Welles se ha convertido en un mito. Hasta ahora, ninguna otra adaptaci¨®n ha logrado la misma notoriedad ni el aprecio del p¨²blico. Eso es lo que intenta ahora Steven Spielberg con la pel¨ªcula que se estrena ma?ana en la que la concreta amenaza del nazismo ha sido sustituida por la vaga del terrorismo islamista. Spielberg, un cineasta que hasta ahora hab¨ªa cantado al encuentro pac¨ªfico con los extraterrestres (E.T. o Encuentros en la tercera fase), ha preferido esta vez hacerles la guerra para hablar del miedo a esa amenaza exterior. Extraterrestre o no.
Babelia
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