Beastie Boys vuelven a sacudir el S¨®nar la noche despu¨¦s
El tr¨ªo neoyorquino recupera ¨¦xitos como Body Movin' e Intergalactic y dedica Sabotage a Bush
El tr¨ªo de gamberros que cantaban You gotta fight for your right to party (Tienes que luchar por tu derecho a la diversi¨®n) en los ochenta son ahora tres cuarentones, pero, aunque salten a escena de traje y encorbatados, no enga?an a nadie: Beastie Boys siguen siendo aquellos chavales que sab¨ªan mezclar punk y rap para convertir una fiesta en un desparrame.
Ha sido su segunda noche en Barcelona, tras la sesi¨®n instrumental de ayer jueves, pero esta ha ido en serio, a lo grande, ante una inmensa nave industrial, el SonarClub, el aula magna del S¨®nar de Noche, en L'Hospitalet. Los tres han salido al escenario con la calma, controlando los tempos. Traje, sombrero y gafas negras, como unos Blues Brothers del rap de Manhattan. Primero, un tema instrumental, para presentar su ¨²ltimo trabajo , The mix up, un cambio de registro de ¨²ltima hora con el que los tres raperos blancos m¨¢s respetados del mundo han sorprendido a todos.
Primera visita a Barcelona
Pero ya tras un par de temas MCA (Adam Yauch) se deshizo de la americana y poco despu¨¦s los faldones de la camisa le asomaban por encima del pantal¨®n. MCA, la voz cascada, siempre exhibi¨® ese adem¨¢n entre hastiado y autosuficiente, y quiz¨¢ pueda dar el pego y simular que se ha hecho mayor en el escenario, pero con Mike D (Mike Diamond) y, sobre todo, con Ad-rock (Adam Horovitz), que siempre ha lucido esa media sonrisa ir¨®nica, la cosa es m¨¢s dif¨ªcil. La pose de granuja sigue ah¨ª. Por eso los instrumentales no eran m¨¢s que una pausa (que romp¨ªan un poco el ritmo, eso s¨ª) para dar entrada al apabullante Body Movin', por ejemplo.
Three mc's and one dj dejaba las cosas claras. Beastie Boys hab¨ªan llegado a la ciudad. Una ciudad en la que no hab¨ªan tocado en veinte a?os de carrera (en Espa?a no actuaban desde 1998, cuando asistieron al Doctor Music Festival). Se notaba que la gente les ten¨ªa ganas. Los tres ases del hip-hop trenzaron un recitado a tres bandas y el dj Mix Master Mike, el cuarto beastie, les dio la r¨¦plica desde los platos. Su n¨²mero de prestidigitaci¨®n sobre los discos hizo saltar a todo el mundo. Incluso tuvo ocasi¨®n de marcarse un solo desde las dos pantallas gigantes que flanqueaban el escenario. Los devotos le respond¨ªan aullando con los brazos en alto.
?l fue el encargado de dar paso a otro tema infalible: Intergalactic, rareza con estribillo rob¨®tico y una muestra m¨¢s de la versatilidad creativa del tr¨ªo. No se les caen los anillos por deslizar electr¨®nica entre sus versos. Seguro que no le habr¨ªan hecho ascos a un recital conjunto con Kode 9, los magos del dubstep, que tocaban en ese momento a unos metros, en el SonarLab. Entre el p¨²blico bailaba otro artista no incluido en el programa, Jamie Cullum, el nuevo valor brit¨¢nico del jazz, que tampoco se arredra ante la mezcla de g¨¦neros. A unos metros, el japon¨¦s Cornelius, otra de las sorpresas de la noche, tambi¨¦n ejecutaban un recital electropop guitarrero y trangresor.
Beastie Boys saltaban por el escenario de un lado a otro y lanzaban sus hits, incluso con algunos momentos punk y ska. La nave estaba a rebosar y era una fiesta. Es cierto que los nuevos temas instrumentales interrump¨ªan el crescendo festivo pero cuando llegaban los cl¨¢sicos aquello era una sala como la del apartamento del clip de Fight for your right (un tema esperado pero que al final no tocaron). Tantos a?os de m¨²sica y ninguna visita a la ciudad condal bien val¨ªan una despedida educada. Con una copa de champ¨¢n. "?C¨®mo se dice aqu¨ª, cava?", ha preguntado. S¨ª, cava. "Ha sido estupendo, Barcelona, Espa?a". Y, para cerrar, una dedicatoria: "Para el presidente de Estados Unidos, George W. Bush: Sabotage", una relectura ir¨®nica de la paranoia sobre las teor¨ªas de la conspiraci¨®n. Un buen cierre para una pandilla que asegura que la pol¨ªtica no le interesa para nada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.