Sevilla rinde pleites¨ªa a H¨¦roes del Silencio, de vuelta tras once a?os

Sevilla, la ciudad que hace once a?os fue testigo del ¨²ltimo concierto de la m¨ªtica banda H¨¦roes del Silencio, ha rendido pleites¨ªa a los cuatro guerreros zaragozanos que, para su vuelta, ofrecieron una fiesta de luz y sonido que embriag¨® a un p¨²blico que no olvida sus escritos ni con el paso de los a?os.

M¨¢s de 70.000 asistentes se han dado cita en el Estadio Ol¨ªmpico de Sevilla para mostrar cortes¨ªa al grupo espa?ol que en la d¨¦cada de los 90 supo conquistar, no s¨®lo su territorio, sino otros m¨¢s lejanos con canciones como Entre dos tierras o Maldito duende, que no faltaron en le repertorio.

A los pocos minutos de que comenzara la fiesta de regreso, que despeg¨® con el tema El estanque, el p¨²blico, deseoso de volver a ver a sus h¨¦roes, se rindi¨® ante el carisma del vocalista Enrique Bumbury, la fortaleza de las guitarras de Juan Valdivia y Gonzalo Valdivia -quien se ha unido al grupo para esta mini gira-, la precisi¨®n r¨ªtmica de los tambores de Pedro Andreu y las cuerdas gordas de Joaqu¨ªn Cardiel.

La banda, de riguroso negro, empez¨® a escribir un cap¨ªtulo m¨¢s de su leyenda con ¨¦picas canciones de tiempo lento con las que quisieron calmar las ansias de un p¨²blico entregado desde los primeros acordes.

"Sevilla, buenas noches, un placer estar con ustedes, os queremos dar las gracias por lo grande que se ve esto", han sido las primeras palabras del l¨ªder de la banda, Enrique Bunbury, que asumi¨® con naturalidad el liderazgo de un concierto que tuvo sus momentos m¨¢s ¨¢lgidos con los temas m¨¢s conocidos y que elevaron al estrellato a esta banda.

M¨¢s de hora y media repleta de sorpresas

El publico, treinta?ero en su mayor¨ªa, se qued¨® sorprendido con algunas de las canciones que la banda interpret¨® esta noche, pero que sirvieron para rememorar algunos de sus mejores momentos como adolescentes.

"Ha sido dif¨ªcil hacer una selecci¨®n de canciones, pero hemos querido ofrecer temas que no os esperabais", dijo Bunbury como introducci¨®n al "bendecido".

La famosa Sirena varada fue la elegida por los H¨¦roes del Silencio para abrir la segunda parte de su espect¨¢culo, en un segundo escenario de menos envergadura que el principal, y que dio lugar a los temas m¨¢s intimistas del grupo ma?o.

"Nosotros somos una banda de un bar de cervezas, un escenario de un palmo y cuatro focos. As¨ª empezamos nosotros y que ustedes nos permitan tener una gira como esta...", se qued¨® sin palabras el cantante, quien dio paso a los temas que les hicieron populares, como La herida, Despertar y H¨¦roes de leyenda.

Sin embargo, estas canciones apagaron en cierta medida la fogosidad de un p¨²blico que demandaba m¨¢s ritmo y que la banda zaragozana supo conceder en la fase final del concierto, donde descargaron sus temas m¨¢s puros.

A pesar de que los integrantes del grupo no derrocharon gestos de complicidad entre ellos, la popular Entre dos tierras -que se hizo esperar-, no decepcion¨® a los miles de seguidores que corearon de principio a fin la letra envolviendo la voz de Bumbury.

Maldito duende o Iberia sumergida sonaron con la misma fuerza de hace una d¨¦cada, aunque la sorpresa de la noche fue la aparici¨®n al final del concierto del productor de los grandes discos de la banda, Phil Manzaneda, quien interpret¨® con el grupo un par de temas a la guitarra.

Tras m¨¢s de hora y media de espect¨¢culo, que se cerr¨® con fuegos artificiales, los H¨¦roes del Silencio abandonaron sus armas instrumentales para emprender el camino a Valencia, donde cerrar¨¢n esta gira de reencuentro el pr¨®ximo s¨¢bado.

Sevilla, la ciudad que los vio morir art¨ªsticamente hace once a?os, asisti¨® euf¨®rica al renacimiento de la m¨ªtica banda ma?a. Ahora, s¨®lo ellos saben si esto es un adi¨®s o un hasta luego.