?Bohemio, maldito y genial? Modigliani
Una amplia muestra expone la relaci¨®n del pintor italiano con el Par¨ªs de Picasso y Gauguin
Modigliani tuvo una vida ejemplar seg¨²n el canon bohemio. Viv¨® todo tipo de excesos alcoh¨®licos, narc¨®ticos y sexuales, y a¨²n tuvo tiempo de dejar una obra inmortal. El momento culminante lo pas¨® en Par¨ªs, adonde lleg¨® en 1906, con veintid¨®s a?os. La ciudad era entonces el faro mundial del arte. All¨ª convivi¨® con los gigantes de la creaci¨®n, de Picasso y C¨¦zanne a Gauguin, Chagall, Brancusi y Soutine. Nombres que a principios del siglo XX dieron un golpe de tim¨®n al rumbo de la historia de las artes pl¨¢sticas.
Esa fecunda relaci¨®n creativa en el mayor hervidero art¨ªstico del momento es la que mostrar¨¢ la exposici¨®n Modigliani y su tiempo, que se inaugurar¨¢ el pr¨®ximo 5 de febrero en el Museo Thyssen-Bornemisza y la sede de la Fundaci¨®n Caja Madrid. La exposici¨®n recoge desnudos, retratos, paisajes y dibujos que permiten recorrer la trayectoria creativa de Modigliani y observar una foto fija de la de los autores que lo conocieron.
Amedeo Modigliani (Livorno, 1884-Par¨ªs, 1920) depur¨® un estilo inconfundible. S¨®lo hace falta echar un vistazo a cualquiera de sus desnudos o retratos femeninos. Ah¨ª se puede apreciar el crisol de estilos en el que mojaba su pincel. Rostros ovalados como m¨¢scaras rituales del ?frica subsahariana, figuras l¨¢nguidas como las del Greco, y todo ello trazado con los perfiles n¨ªtidos de Giotto y un paleta de colores vivos cercana al fauvismo. Algo nuevo cuyo m¨¦rito reconocieron sus colegas casi inmediatamente.
La exposici¨®n, divida en dos espacios. El Museo Thyssen Bornemisza mostrar¨¢ la relaci¨®n de Modigliani con sus maestros. Escultor de vocaci¨®n (consideraba la pintura meramente ?alimenticia?), el italiano apreci¨® mucho las ense?anzas de Constantin Brancusi, que le anim¨® a emprender la talla directa en piedra, y Andr¨¦ Derain. Tambi¨¦n se evoca su relaci¨®n con Gauguin y C¨¦zanne.
Sus amigos centran la exposici¨®n en la sede de la Fundaci¨®n Caja Madrid. Junto a los retratos que pint¨® de colegas como Mo?se Kisling, Cha?m Soutine y Jules Pascin, entre 1917 y 18, en plena Primera Guerra Mundial, se re¨²nen sus desnudos junto a los de Chagall, Soutine y Foujita, y otras firmas menos c¨¦lebres como Van Dongen, Zadkine y Orloff.
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