Renacimiento a golpes de Mickey Rourke

The wrestler, la pel¨ªcula del director neoyorquino de Darren Aronofsky (Pi, Requiem por un sue?o) proyectada hoy en competici¨®n en la Mostra de Venecia y con Mickey Rourke como protagonista, muestra que la historia del boxeador acabado a¨²n funciona.

T¨¦cnicamente Rourke no es un boxeador, sino uno de esos luchadores del espect¨¢culo llamado "wrestling" (lucha libre), pero para la historia poco afecta esta variante, pues como explic¨® Rourke en rueda de prensa es el problema que se plantea a "cualquier atleta: es el momento de irme, ?ad¨®nde voy?"

Adem¨¢s, para la perfecci¨®n de la pel¨ªcula ha sido excelente que el at¨ªpico actor estadounidense se dedicara durante a?os al boxeo profesional tras su er¨®tica historia con Kim Basinger en Nueve semanas y media (1986).

Y por si fuera poco, Rourke reconoci¨® que "desafortunadamente" ten¨ªa "muchos paralelismos" con el personaje, porque "hace quince a?os tir¨® a la basura" su carrera. The wrestler muestra a Randy Robinson, un luchador al final de su carrera profesional, cuando se sube a cuadril¨¢teros de tercera categor¨ªa y su salud empieza a pasar la factura de los a?os de peleas, no por ama?adas, menos brutales.

Randy empieza entonces su particular ajuste de cuentas con lavida, una hija abandonada, interpretada por Evan Rachel Woods, y una soledad en la pobreza que intenta superar con el amor hacia una "streaper", Marisa Tomei.

En definitiva, la pel¨ªcula es un cl¨¢sico, pero funciona y muestra que tras su sonado fracaso con La fuente de la vida, Aronofsky encuentra otra vez el camino de la narraci¨®n y es capaz de enganchar al espectador.

El filme ha colocado, adem¨¢s, a Rourke entre los favoritos para la Copa Volpi al mejor actor de la Mostra de Venecia, al tiempo que afianza su carrera, que ya empez¨® a enderezarse con Spun (2002) y con Frank Miller''s Sin City, Ciudad del pecado (2005), por la que consigui¨® varios reconocimientos en el g¨¦nero del cine fant¨¢stico. La pel¨ªcula tiene incluso su lectura metaf¨®rica, la de ese gigante que es EEUU, pero al que empiezan a pasar tambi¨¦n factura sus m¨²ltiples peleas.