Extremoduro hace saltar los fusibles en Madrid
M¨¢s de 14.000 personas abarrotaron el Palacio de los Deportes de Madrid
La veterana banda de rock Extremoduro hizo saltar la pasada noche los fusibles de Madrid con el sonido de sus guitarras, ante las m¨¢s de 14.000 personas que abarrotaron el Palacio de los Deportes. Fue durante un concierto de casi tres horas, en el que el grupo liderado por Roberto Iniesta demostr¨® que la experiencia es un grado y que, tras casi 20 a?os de carrera y 11 discos a sus espaldas, a¨²n tiene mucho que ofrecer. A pesar de un fallo t¨¦cnico que se repiti¨® durante varios momentos de la noche, los extreme?os supieron conectar con el p¨²blico con sus temas m¨¢s m¨ªticos, como So Payaso, Salir o Sucede, que intercalaron con canciones de La ley innata, su ¨²ltimo trabajo que les vali¨® recientemente el Disco de Oro.
Entregados adolescentes en manada frente a treinta?eros solitarios, macarras del barrio y hasta las pijas de turno no dejaron de acudir a la cita. Sin embargo, no pod¨ªan faltar las chupas de cuero y las melenas de los rockeros m¨¢s talluditos; de aquellos que vivieron su juventud escuchando la poes¨ªa urbana de Extremoduro.
Poco despu¨¦s de las 22:30 horas, y cuando los ¨¢nimos empezaban ya a calentarse, las luces se apagaron, cay¨® el tel¨®n y empezaron a sonar los primeros acordes de Deltoya. As¨ª es como apareci¨® Robe, ataviado con sus cl¨¢sicos pantalones hippies y una camiseta morada, en una actitud de constante complicidad con su compa?ero de fatigas, el guitarrista I?aki Uoho Ant¨®n.
P¨²blico entregado
Sin concesiones, a excepci¨®n de un ?Que pasa, yepa! al final del primer tema, la banda -formada adem¨¢s por J.I. Cantera a la bater¨ªa y Miguel Colino en el bajo- no tard¨® en iniciar un repaso por algunos grandes ¨¦xitos de la talla de Historias Prohibidas o Golfa, momento en que comenz¨® la agitaci¨®n entre la gente del foso. Para sorpresa de todos, y en especial de los fans m¨¢s antiguos, Extremoduro se lanz¨® en seguida a tocar algunos temas de La ley innata como Dulce introducci¨®n al caos, cuando los saltos fueron sustituidos por mecheros encendidos.
Despu¨¦s de otras dos canciones de su ¨²ltimo disco, y aunque la mayor¨ªa del auditorio pudo seguir la letra sin aparente dificultad, el concierto perdi¨® la fuerza e intensidad lograda hasta el momento, ya que se trata de temas muy largos y quiz¨¢s poco apropiados para un directo.
Con Buscando una luna lleg¨® el ecuador y pareci¨® recuperarse el ritmo. Sin embargo, la tranquilidad no dur¨® demasiado y de pronto el sonido se interrumpi¨® debido a un fallo t¨¦cnico en el escenario, pese a que la gente crey¨® que se trataba de un corte intencionado y sigui¨® cantando a capella durante varios minutos.
Abrieron la segunda parte con Papel Secante, y Robe -que, como de costumbre, suele dirigirse al auditorio en pocas ocasiones- lanz¨® un grito profundo en Sucede. Jesucristo Garc¨ªa -uno de los temas con los que Extremoduro dio el salto a la fama- supuso el cl¨ªmax de la noche, el instante en que el escenario vibr¨® con m¨¢s electricidad y el p¨²blico ech¨® el resto.
Poco despu¨¦s, el cantante extreme?o anunci¨® que llegaba la hora de cerrar: "Hasta el pr¨®ximo a?o. O si no, al otro o al otro. Os queremos". Sin embargo, el verdadero adi¨®s no lleg¨® hasta tres canciones m¨¢s tarde, cuando con Ama, Robe se despidi¨® haciendo un leve gesto con la mano, de hecho, no volvi¨® a aparecer en el escenario junto al resto del grupo cuando salieron a saludar.
Extremoduro volver¨¢ a subirse este domingo por la noche al mismo escenario, donde repetir¨¢ tambi¨¦n el aforo completo -aunque en esta ocasi¨®n estar¨¢ teloneado por el grupo Memoria de Pez- para cerrar definitivamente su Gira 2008.
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