Eduard Sola, el guionista de moda: ¡°Nos tratan de llorones, pero si pedimos m¨¢s focos es porque vivimos situaciones humillantes¡±
En 2024 ha escrito ¡®Casa en llamas¡¯, ¡®Querer¡¯, ¡®La virgen roja¡¯ y ¡®Mamen Mayo¡¯. Por su capacidad para reflejar la complejidad de las relaciones familiares, este catal¨¢n de 35 a?os acaba de recibir su primera nominaci¨®n al Goya
Es el hombre que lo ha escrito todo en 2024. Eduard Sola (Santa Eul¨¤lia de Ron?ana, Barcelona, 35 a?os) se ha convertido en el guionista de moda en el cine y la televisi¨®n espa?oles. Sus proyectos han protagonizado el a?o audiovisual, aunque ¨¦l encaje su nuevo estatus con escepticismo. ¡°Ya me gustar¨ªa estar de moda¡±, responde en una terraza del barrio barcelon¨¦s de Sants, donde vive. Aun as¨ª, sus cr¨¦ditos hablan por s¨ª mismos: ha firmado los guiones de las pel¨ªculas Casa en llamas y La virgen roja, y de las series Querer y Mamen Mayo (de esta ¨²ltima, reci¨¦n estrenada en SkyShowtime y que adapta una vieja idea para un reality sobre el reparto de herencias, tambi¨¦n es showrunner). ¡°Ha sido una coincidencia. Muchos de estos proyectos se escribieron hace a?os, pero es cierto que reflejan un ritmo constante de trabajo¡±, responde. ¡°Cuando era m¨¢s joven, cre¨ªa que en el cine espa?ol siempre escrib¨ªan los mismos. Ahora dir¨ªa que no somos tantos los guionistas polivalentes y cumplidores¡±.
Todo consiste, seg¨²n sostiene, en ¡°entregar los guiones a tiempo¡± y saber cu¨¢ndo desistir ante el director. ¡°Batallo las cosas dos veces, y a la tercera, cedo. Soy consciente de que estoy al servicio de otra persona¡±, reflexiona Sola, barbudo y locuaz. La semana pasada, Sola recibi¨® su primera nominaci¨®n al Goya por Casa en llamas, el ¨¦xito inesperado del a?o en el cine espa?ol, que alcanz¨® los 400.000 espectadores y una recaudaci¨®n de casi tres millones de euros. En los premios Feroz cuenta con tres candidaturas: por esta comedia sobre una familia burguesa y venida a menos, pero tambi¨¦n por La virgen roja y Querer. Antes hab¨ªa escrito proyectos tan diversos como Mar¨ªa (y los dem¨¢s), la serie S¨¦ qui¨¦n eres o las pel¨ªculas de A trav¨¦s de mi ventana para Netflix.
Sola se define como un artesano, ¡°un carpintero¡± dedicado a escribir historias que se resiste a la tendencia general ¡°a comprar en Ikea¡±. En esa analog¨ªa, ?cu¨¢l ser¨ªa la madera? ¡°Las emociones¡±. ?Y no las palabras? ¡°Un guion no son solo los di¨¢logos. Las palabras son solo un canal¡±. A Alauda Ruiz de Az¨²a, directora de Querer, le convenci¨® su curiosidad cuando hac¨ªa casting de guionistas para coescribir su serie sobre el maltrato en el seno de una familia acomodada de Bilbao. ¡°Lleg¨® con m¨¢s preguntas de las que ten¨ªa yo¡±, confiesa en un audio. El interesado se r¨ªe: ¡°Si no tengo esas dudas, no me parece estimulante, aunque a veces tambi¨¦n trabajo solo por dinero¡±. Por su parte, Dani de la Orden, director de Casa en llamas y amigo ¨ªntimo desde que estudiaron cine juntos, aprecia su capacidad para adaptarse. ¡°Basta con ver su filmograf¨ªa, sus pel¨ªculas son muy variables¡±, dice en un mensaje de texto.
?A expensas, tal vez, de una marca autoral evidente? ¡°No soy Rafael Azcona, pero me siento representado en todo lo que he hecho. Hubo un momento en que esa variedad me molestaba. Miraba mi filmograf¨ªa y no ve¨ªa una unidad. Cada proyecto parec¨ªa de su padre y de su madre¡±, admite. ¡°Me cost¨® tiempo entender que me miraba en los referentes equivocados. No deb¨ªa compararme con la coherencia absoluta de Paul Laverty o de Charlie Kaufman, sino con David Koepp o Jorge Guerricaechevarr¨ªa¡±. El primero escribi¨® Jurassic Park, as¨ª como La muerte os sienta tan bien. Y el segundo, las pel¨ªculas de ?lex de la Iglesia, pero tambi¨¦n Carne tr¨¦mula o Las leyes de la frontera. ¡°En Europa existe la tradici¨®n del director-guionista, y la autor¨ªa se ha consolidado sobre ese precepto, aunque creo que la industria actual est¨¢ pidiendo otra cosa¡±, a?ade.
¡°Tengo una gran admiraci¨®n por mis padres. Ellos lucharon para que yo pudiera leer a Ch¨¦jov. La paradoja de sus sacrificios es que eso ha creado una distancia entre nosotros¡±
En realidad, s¨ª existe una distra¨ªda coherencia en lo que hace. En conjunto, la filmograf¨ªa de Sola refleja un profundo inter¨¦s por las relaciones familiares, en todos sus grises y sus claroscuros. Por los matices casi invisibles que separan a padres de hijos, o los que apartan a hermanos crecidos en el mismo techo, aunque parezcan antit¨¦ticos. Por el amor te?ido de suave resentimiento, y viceversa. ¡°Cuando mi madre viene a casa, me encanta recibirla, pero tambi¨¦n me puede irritar con sus comentarios. En eso se fundamenta mi punto de vista¡±. Eso es lo que intent¨® transmitir en Casa en llamas: todos los personajes son ¡°lamentables¡±, pero es imposible no quererlos. ¡°Por eso salimos del cine creyendo que hemos visto a nuestras madres, a nuestros amigos y a nosotros mismos¡±, afirma.
Al final de Casa en llamas, Sola dedica el proyecto a sus padres, ¡°siempre referentes¡±. ¡°Mi familia es todo lo contrario a la de la pel¨ªcula. Vengo de una clase culturalmente baja, soy orgullosamente charnego¡±, dice Sola, hijo de catalanes descendientes de andaluces (la tilde que le ponen a menudo en el apellido para catalanizarlo es incorrecta), de padre auxiliar de farmacia y madre pastelera, ambos nacidos y criados en las periferias del Vall¨¨s, que ¨¦l describe como ¡°peque?os guetos, peque?as andaluc¨ªas¡±. ¡°Mis padres, que hablaban castellano, decidieron hablarme en catal¨¢n para facilitar mi ascenso social. Siento que hay algo de reparaci¨®n hist¨®rica en que hoy yo sea un agente cultural v¨¢lido¡±.
Lo dice y se emociona un poco. Cuando estudiaba con una beca en la prestigiosa ESCAC, de la que salieron Juan Antonio Bayona, Kike Ma¨ªllo o Mar Coll, no siempre se sinti¨® a gusto con esos or¨ªgenes. ¡°Siendo el primer universitario de mi familia, me sent¨ªa un extraterrestre. En Nochebuena quer¨ªa hablar de Ch¨¦jov, sent¨ªa que no pertenec¨ªa a su universo¡±, recuerda. ¡°Ahora, la idea de una familia donde todos lean a Ch¨¦jov me parece una mierda como un piano. Tengo una gran admiraci¨®n por mis padres. Ellos lucharon para que yo pudiera leer a Ch¨¦jov. La paradoja de sus sacrificios es que eso ha creado una distancia entre nosotros, que es justamente lo que jam¨¢s querr¨ªa un padre o una madre¡±. Estos d¨ªas piensa a menudo en su abuelo, que falleci¨® hace 10 a?os y no sab¨ªa leer ni escribir. ¡°Cuando llega esta luz, sientes una especie de reparaci¨®n o incluso de venganza, aunque la palabra sea algo violenta. Pero un poco de violencia tampoco est¨¢ mal...¡±.
En lo que escribe suele haber una especie de secreto psicoanal¨ªtico, un dolor original nunca resuelto. Se detecta en las grietas del hijo tarambana de Casa en llamas, en la extra?a relaci¨®n de dominaci¨®n maternofilial de La virgen roja, en la distancia entre los hermanos de Querer, tan cerca y tan lejos. ¡°Supongo que es la fragilidad que compartimos todos. Cuanto m¨¢s mayor me hago, m¨¢s rojo me vuelvo, pero creo que hasta podr¨ªa entender el dolor de un facha si me contara su infancia¡±, contesta. ¡°En realidad, no s¨¦ mucho de Freud. Pese a su supuesta incultura, mi madre tiene una gran inteligencia emocional. He heredado de ella cierta lectura de los sentimientos¡±.
El ¨¦xito de sus proyectos ha atenuado el d¨¦ficit de visibilidad que suele lamentar su gremio. ¡°Nos tratan de llorones, pero si pedimos m¨¢s focos es porque vivimos situaciones humillantes. Por ejemplo, que te nieguen entrar a un estreno por la alfombra roja, mientras desfilan por ella hasta los extras¡±, denuncia. Aun as¨ª, se siente tranquilo operando en la sombra. ¡°Lo bueno del anonimato es que no te llevas los piropos, pero tampoco las hostias. Ser¨ªa hip¨®crita si dijera que esta atenci¨®n no es agradable, pero s¨¦ que es algo pasajero. Pronto volver¨¦ a trabajar tranquilo en casa y seguir¨¦ escribiendo para pagar la hipoteca. Todo esto ser¨¢ flor de un d¨ªa¡±, concluye Sola. No podr¨ªamos discrepar m¨¢s.
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