Un 'Don Carlo' austero divide La Scala

El p¨²blico de La Scala de Mil¨¢n se dividi¨® entre aplausos y abucheos para el Don Carlo de Daniele Gatti y St¨¦phane Braunschweig, que marc¨® la inauguraci¨®n de la temporada l¨ªrica del teatro de La Scala en Mil¨¢n, y que tampoco convenci¨® a la cr¨ªtica italiana, que este lunes habl¨® de una representaci¨®n modesta. Acostumbrados a las largas y calurosas ovaciones de las inaugurciones de los pasados a?os, el Don Carlo de Giuseppe Verdi dirigido por Gatti se qued¨® ayer en ocho minutos de fr¨ªos aplausos y en un coro de abucheos que llegaban desde el llamado Loggione, el gallinero que ocupan normalmente los puristas.

La cr¨ªtica tampoco apreci¨® la ¨®pera ni a sus interpretes, a excepci¨®n del bajo, Ferruccio Furlanetto, en el papel del rey Felipe II, el ¨²nico que recibe hoy los elogios en los medios de comunicaci¨®n italianos. El experto del diario Corriere della Sera Paolo Isotta asegura que "nada funcion¨®" en el Don Carlo, "desde los tiempos de la m¨²sica a las voces de los int¨¦rpretes", e incluso defini¨® la representaci¨®n como "aburrida".

Toda la prensa destaca como desde el primer momento pes¨® en la atm¨®sfera del teatro milan¨¦s la inesperada decisi¨®n de Gatti de sustituir al tenor italiano Giuseppe Filianoti del papel principal, el de Don Carlo, por el estadounidense Stuart Neill. Los abucheos por parte de los expertos fueron considerados, sobre todo, una cr¨ªtica a la decisi¨®n del director de cambiar a Filianoti s¨®lo algunas horas antes de la inauguraci¨®n. No obstante, Neill es uno de los pocos int¨¦rpretes que se salvan de las cr¨ªticas.

El Corriere della Sera tilda la ¨®pera de "alica¨ªda", pero a?ade que el tenor estadounidense, a pesar de ser llamado al ¨²ltimo momento, "demostr¨® un total dominio del papel y de la voz". Aunque el "triunfador" para el diario milan¨¦s fue Furlanetto.

"D¨¦bil, gr¨¢cil y mediocre"

Por su parte, el cr¨ªtico de La Repubblica Michelangelo Zurletti elogi¨® al director Gatti, a quien, consider¨®, "no acompa?aron los int¨¦rpretes", a excepci¨®n siempre de Felipe II, "mientras que el resto de cantantes estuvieron a gran distancia". Para Zurletti, la soprano protagonista Fiorenza Cedolins (Isabel de Valois) es "demasiado d¨¦bil para el papel"; el bar¨ªtono Dalibos Jenis (Rodrigo) "estuvo correcto, pero es demasiado gr¨¢cil"; y Dolora Zajick (la princesa de Eboli) cant¨® de manera "mediocre".

El diario La Stampa titula su art¨ªculo sobre el Don Carlo como una "tarde de todo otro tenor", al referirse al cambio de protagonista, pero tambi¨¦n a la inesperada divisi¨®n del p¨²blico del hist¨®rico teatro. En el mismo diario, el columnista Giorgio Pestelli asegura que la orquesta tuvo un gran protagonismo y salv¨® las voces de los int¨¦rpretes "que no fueron irresistibles".

Una puesta en escena "fr¨ªa"

La cr¨ªtica tampoco salva al director esc¨¦nico, el franc¨¦s St¨¦phane Braunschweig, a quien tambi¨¦n se dedicaron silbidos, y que confeccion¨® una austera y fr¨ªa puesta en escena, que chocaba con la riqueza de los maravillosos trajes del siglo XVI ideados por Thibault van Craenenbroeck. "Tampoco entusiasm¨® el espect¨¢culo ofrecido por Braunschweig, con escenarios esenciales, minimalistas, pobres, sobre todo de ideas", a?ade Zurletti en su cr¨ªtica. El Corriere della Sera recoge tambi¨¦n la opini¨®n de algunos de los espectadores que definieron los escenarios como "de cementerio", "demasiado est¨¢ticos" y "helados como el m¨¢rmol", que abundaba en todas las escenas.

El director de La Scala, St¨¦phane Lissner, afirm¨® tras el evento que fue "una inauguraci¨®n humanamente dif¨ªcil, pero musicalmente estupenda".