El festival de M¨¢laga reconoce la pasi¨®n interpretativa de Juan Diego
El sevillano recibe el galard¨®n de honor rodeado de compa?eros
Juan Diego es un hombre de emoci¨®n f¨¢cil, pero ayer le sirvieron en bandeja la explosi¨®n de amor. En un acto repleto de halagos, y mientras un propio recog¨ªa los cristales de un ne¨®n ca¨ªdo en el escenario, Mar¨ªa Asquerino, Marisa Paredes, Fernando Chinarro, V¨ªctor Garc¨ªa Le¨®n, Antonio Banderas, Pep¨®n Nieto, Michelle Jenner y Adriana Ozores, actores y un director de muy diversas generaciones hablaron del sevillano antes de que saliera a recoger el premio M¨¢laga a toda una carrera. Cada uno cont¨® una an¨¦cdota sobre ¨¦l, y el galardonado respondi¨® con otra historia sobre sus presentadores.
Entre tambores de Calanda y autoridades varias, ministra de Cultura incluida, Diego y Banderas sellaron otra promesa de amor infinito. Cuando el malague?o habl¨® de su colaboraci¨®n en La corte del fara¨®n, calific¨® a sus compa?eros de "b¨²falos de la interpretaci¨®n", a lo que Diego replic¨® con un paneg¨ªrico sobre la bonhom¨ªa de su interlocutor.
Por cierto, que Banderas, presidente de honor del festival, ley¨® su discurso con gafas tras sacar los apuntes de un bolsillo y explicar: "Como dice Javier Bardem: 'Un actor necesita un papel". A Diego (Bormujos, Sevilla, 1942) se le reconoce con el premio M¨¢laga una carrera llena de talento y pasi¨®n. A punto de estrenar Los esperpentos, a¨²n hay Juan Diego para rato, y por eso s¨ª reconoci¨® a su compa?era Mar¨ªa Asquerino, reci¨¦n retirada, con la que quiso compartir el galard¨®n. El acto empez¨® con hora y media de retraso, dentro de la t¨®nica del festival. As¨ª que el actor sevillano recibi¨® el premio M¨¢laga m¨¢s el domingo que el s¨¢bado.
Horas antes, en un encuentro con la prensa, el premiado habl¨® de sus or¨ªgenes, del llamado "circuito Juan Diego", huy¨® del adjetivo "referente" y mugi¨®. Mugi¨® literalmente cuando oy¨® la expresi¨®n "actor de culto". "Yo soy otra cosa: un actor muy colega y muy querido. Un cachondeo".
Suelto, sonriente, feliz. Un Juan Diego siendo Juan Diego a plena potencia. Desgran¨® un par de an¨¦cdotas sobre su vida para explicarse antes de dejar claro que nunca se ha planteado grandes planes vitales: "Si algo pasa por tu vida y no eres consciente de que te viene, se convierte en algo mucho m¨¢s bonito. Yo no busco, sino que seg¨²n viene, lo disfruto. En lo art¨ªstico, empe?arse es hermoso, pero yo no estoy dispuesto a sufrir. Eso s¨ª, lo dar¨¦ todo en mi trabajo". Confes¨® trucos de interpretaci¨®n: "Yo me meto el personaje dentro, en el disco duro, que vuele en mi interior. Se va haciendo en mi interior, tengo siempre el sistema neuronal en marcha y finalmente surge"; y alguna mentira: "Yo siempre contaba que mi vocaci¨®n nac¨ªa del colegio, y un d¨ªa descubr¨ª que era falso, que me lo hab¨ªa inventado. A los cinco a?os yo le le¨ªa la tercera del ABC, los art¨ªculos de Pem¨¢n, a mi t¨ªo Sim¨®n, que era ciego, y cuando lo hac¨ªa, las criadas dec¨ªan: 'Callarse, que va a leer Juanito'. Ah¨ª empec¨¦".
En cuanto al premio M¨¢laga, asegur¨® no sentir que resum¨ªa su carrera: "Hay 150 actores de m¨¢s de 35 a?os que pueden llevarse este galard¨®n. Es una cuesti¨®n de conocimiento, no de edad. A un burro no se le da este premio por muy viejo que sea". Y de Antonio Banderas alab¨® su humanidad, su "b¨²squeda constante en otros idiomas; es un lujo para Andaluc¨ªa y el resto del extranjero".
?Y qu¨¦ es el "circuito Juan Diego"? El actor, un veterano de la noche, habl¨® de la bohemia, de que en la profesi¨®n existen dos tipos: "la establecida y el flamenco o los que ven¨ªamos del teatro, vamos el desecho de la sociedad". Y ah¨ª se incluy¨®.
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