El c¨®mic como an¨¢lisis descre¨ªdo
Felipe Hern¨¢ndez Cava y Bartolom¨¦ Segu¨ª ganan el Premio Nacional de C¨®mic por 'Las serpientes ciegas', una historia entre la Guerra Civil espa?ola y Nueva York
Yo soy de los que piensan que todo aquello que lleve la firma de Felipe Hern¨¢ndez Cava deber¨ªa ser de compra y lectura obligatoria. Pocos guionistas de este sacrosanto pa¨ªs (y parte del extranjero) tienen la capacidad de Cava de promover la reflexi¨®n y el an¨¢lisis combinando por un lado el g¨¦nero con la contextualizaci¨®n sociocultural. Una endiablada habilidad a la que suele unir un exquisito gusto a la hora de elegir dibujantes para sus proyectos -ah¨ª es nada: Federico del Barrio, Auladell, Ricard Castells, Enrique Breccia... por s¨®lo citar algunos-, consiguiendo que todas sus obras sean un placer (y un reto) para el lector. Los protagonistas de sus obras siempre han sido personajes que exploraban un concepto tan elusivo como la motivaci¨®n para seguir adelante en la vida, analizando c¨®mo los ideales e ilusiones se formaban y entrelazaban para componer un discurso vital. Peter Parovic, Lope de Aguirre, Amor¨®s... personajes que desafiaban las convenciones para escrudi?ar a su alrededor en busca de las razones que llevaban a los seres humanos a comportarse como se comportan.
Sin embargo, si ya de por s¨ª ten¨ªa razones m¨¢s que sobradas para esperar con ansia Las serpientes ciegas, su nueva obra, esta vez se multiplicaban por un sutil cambio de mensaje que, a mi entender, lanzaba Soy mi sue?o, la espl¨¦ndida obra que firm¨® con Pablo Auladell. En aquella, detectaba en el discurso de Cava un giro hacia el descreimiento, un fondo de profunda decepci¨®n hacia las ideolog¨ªas que se certifica plenamente en este ¨¢lbum. Parte de una historia de b¨²squedas, que nos habla de Ben Koch, un idealista en busca de ideales, al que encontraremos en los inicios del Partido Comunista en unos Estados Unidos azotados por la depresi¨®n y seguiremos hasta la Guerra Civil espa?ola, escenarios perfectos para que Cava vaya enfrentando a su protagonista a los discursos program¨¢ticos, a las ilusiones quiz¨¢s excesivamente ingenuas de los que abrazaban las ideolog¨ªas en busca de una revoluci¨®n que nunca lleg¨®. Jugando con una estructura temporal paralela, vamos conociendo su historia, pero tambi¨¦n la de la p¨¦rdida de su inocencia. Asistimos al abrazo de las ideas, a su formaci¨®n y a su victoria, pero tambi¨¦n a su perversi¨®n y derribo. En un an¨¢lisis casi cruel, Cava parece plantear que las ideas son utop¨ªas destinadas a ser manipuladas y destrozadas por un ser humano incapaz de separarse de sus ego¨ªsmos y avaricias. Da igual la geograf¨ªa y los momentos: la ingenuidad de quien defiende un ideal, muchas veces sin ni siquiera llegar a comprenderlo, ser¨¢ siempre derrotada por una perversi¨®n que es innata al ser humano. El diablo siempre vencer¨¢, es el destino.
Un discurso amargo que s¨®lo deja una salida: el ser humano siempre tendr¨¢ la debilidad de su humanidad, s¨®lo el pensamiento cr¨ªtico, la inteligencia y el sentido com¨²n deben ser las gu¨ªas de nuestras ideas, intentando compensar esos lances de apasionada humanidad tribal inevitable. Una apuesta que, en buen ejemplo, el propio Cava pone en duda con un final tan sorprendente e inesperado como socarronamente acertado.
Una obra brillante en la que hay que destacar especialmente el trabajo de Bartolom¨¦ Segu¨ª a los l¨¢pices, que abandona su tradicional blanco y negro para adentrarse en un color potente, lleno de sombras y matices, que juega con una paleta de tonalidades rojizas para transmitir una atm¨®sfera agobiante y opresiva, calurosa como el infierno. El trazo vitalista y nervioso al que Segu¨ª nos hab¨ªa habituado en sus obras de corte costumbrista, es sustituido por una pincelada dura, gruesa, que acompa?a perfectamente a la historia de Cava en forma discreta, invisible, pero dando el plano adecuado, el ritmo perfecto y la composici¨®n necesaria. Un ¨¢lbum excelente, en cuidada edici¨®n de Bdbanda (?ay! S¨®lo un detallito para alcanzar la perfecci¨®n: cuidado con ese bocadillo que se ha colado en franc¨¦s).
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