"Nunca descanso en noches de luna llena"
Estaba como un ni?o. Hiperactivo, sonriente, conversador. Algo p¨¢lido. El actor, productor, director y guionista Jacinto Molina lleg¨® por su propio pie en compa?¨ªa de su mujer, Elvira, que no le quitaba un ojo de encima. ?l se dedic¨® a hablar sobre sus proyectos presentes y futuros: le acababan de poner su nombre a una calle en Estepona (M¨¢laga); en una semana se marchaba a Sitges a presentar su c¨®mic Alaric de Marnac, que hab¨ªa ilustrado Javier Trujillo; y all¨ª en Sitges, cont¨®, se ver¨ªa por primera vez el tr¨¢iler de La herencia de Valdemar, una pel¨ªcula de Jos¨¦ Lu¨ªs Alem¨¢n, en la que interpreta uno de los papeles clave y que se estrenar¨¢ en enero. Esta entrevista in¨¦dita se celebr¨® a principios de octubre, en el hotel Princesa de Madrid. Se despidi¨® diciendo: "Todo el mundo me llama Paul". Paul Naschy.
Pregunta. H¨¢blenos de La herencia de Valdemar. ?Tiene algo que ver con su personaje Waldemar Daninsky, el m¨ªtico hombre lobo?
Respuesta. ?Para nada! La pel¨ªcula est¨¢ inspirada en la H.P. Lovecraft. Y parad¨®jicamente, en ella interpreto al bueno. Hasta tengo una conversaci¨®n con Lovecraft y todo.
P. ?En qu¨¦ otros proyectos anda metido?
R. Estoy dando los ¨²ltimos retoques a Empusa, la pel¨ªcula que me ha hecho volver a la direcci¨®n, 30 a?os despu¨¦s. Escrib¨ª el gui¨®n hace un par de a?os y la estaba rodando Carlos Aured, pero, desgraciadamente, falleci¨® en 2008. Entonces decid¨ª volver a ponerme detr¨¢s de la c¨¢mara. Y empec¨¦ a rodarla casi desde el principio. Si todo va bien, de aqu¨ª a un mes estar¨¢ lista.
P. ?Ser¨¢ una vuelta a su cine m¨¢s cl¨¢sico?
R. Creo que s¨ª. De ni?os fantasmas ya estoy harto. Esta pel¨ªcula ir¨¢ en la l¨ªnea de El baile de los vampiros. Aparece Lilith, la madre primigenia. Y en ella, las mujeres vampiros dominan la tierra. Tienen forma de gaviotas. Es una pel¨ªcula dura. Empusa es esa vuelta al cine de los sesenta y setenta. Lo que me encanta del cine fant¨¢stico es que sea tan artesanal, tan de ingenio.
P. ?Qu¨¦ le parece el cine fant¨¢stico de hoy?
R. Al cine de ahora le falla la magia, con todo hecho por ordenador. Recuerdo una vez, hace a?os, que quer¨ªamos rodar c¨®mo unas ratas me saltaban encima. Y eran ratas de verdad. Me unt¨¦ el cuerpo entero de grasa de caballo. ?Y pegaban unos saltos! La gente me pregunta ahora que c¨®mo lo hac¨ªamos entonces... El nuevo hombre Lobo de Benicio del Toro sigue esta estela. Tiene buena pinta. Retoma el mito de Lon Chaney, mi antecesor. No s¨¦ si sabe que soy el actor que m¨¢s veces ha interpretado al hombre lobo. He hecho 14 pel¨ªculas. Lon Chaney, ha sido el segundo, con siete.
P. ?14 pel¨ªculas de hombre lobo! ?De d¨®nde naci¨® esa pasi¨®n?
R. Recuerdo que lo vi en el cine de peque?o. A Lon Chaney. Y dije: quiero ser eso. El hombre lobo. Dentro de la galer¨ªa de monstruos cl¨¢sicos es el que mayor fascinaci¨®n despierta. Mire la diferencia: si aparece Frankenstein por la calle, l¨ªa la de Dios. Igual que la momia. Pero al hombre lobo no lo reconoces. Puede ser cualquiera. Puede tener hijos, y una familia. Y ¨¦l no quiere ser un monstruo. Es apasionante su doble personalidad. Es como Jekyll y Hyde, pero anterior. Y, adem¨¢s, no es perverso. De peque?o, me impact¨® esa idea: "Pero si ¨¦l quiere ser bueno...", pensaba. "Este pobre hombre, qu¨¦ culpa tiene". No s¨¦ si conoce la vieja frase: "Hasta un hombre de alma serena puede volverse lobo si el ac¨®nito florece y brilla la luna llena". Una frase ancestral que ya se dec¨ªa en los viejos tiempos.
P. ?C¨®mo se tomaron su cine en los sesenta?
R. Empec¨¦ a hacer un cine sobre el que hab¨ªa poca base. Choc¨® con la mentalidad espa?ola de la ¨¦poca. En una ocasi¨®n, un productor me dijo: "?Por qu¨¦ no te dedicas a la comedia?". Porque en aquella ¨¦poca todo el mundo hac¨ªa comedia. Y para sortear la censura, buscaba nombres ex¨®ticos y ambientaba las historias en el extranjero, aunque las rodara aqu¨ª. Pero a la postre, puedo decir que he vivido con dignidad. De lo que me ha gustado y he amado. Amo profundamente el cine fant¨¢stico.
P. ?Siente que no se le ha reconocido lo suficiente?
R. He notado en Espa?a una evoluci¨®n positiva hacia mi cine y hacia m¨ª. Sobre todo en la gente joven. Y en el extranjero ha sido otra cosa. Recuerdo mi primer homenaje en Nueva York, en 1999. ?Me vinieron a recoger en limusina al aeropuerto! Yo no me lo cre¨ªa. Y me alojaron en uno de esos s¨²per hoteles, el New Yorker. Nada m¨¢s llegar me puse a firmar aut¨®grafos. Tres horas seguidas. Al d¨ªa siguiente, a las 11 de la ma?ana, otra vez. La gente hac¨ªa cola a la puerta. Si hasta me prepararon un tamp¨®n con mi firma para que no me cansara de escribir. A lo que voy: puedo decir que soy un hombre afortunado. Porque aquella primera vez en Nueva York estuve acompa?ado de mis hijos, mi mujer y mi padre.
P. Despu¨¦s de tantos a?os, ?hay algo que le falte por hacer?
R. Nunca rod¨¦ un western y me hubiera gustado. Es mi gran pasi¨®n. Llegu¨¦ a publicar cuatro novelas de joven, bajo el seud¨®nimo de Jack Mith. De estas de sudor y sol, que tanto me gustan. Y tengo pendiente un proyecto con mi amigo Cristopher Lee. Estamos a ver si hacemos una pel¨ªcula juntos. Sobre un Don Quijote viejo. Hace poco le dije, Cristopher, ahora que ya has hecho de todo, ?qu¨¦ te parece hacer de Don Quijote? La pel¨ªcula se va a llamar Mi perro Aquiles. Ya tengo la idea. Se ver¨¢ todo a trav¨¦s de los ojos de un perro. Tendremos que hacerla pronto, porque tiene 87 a?os. Aunque a ¨¦l no le gusta hablar nada de su salud y de su edad.
P. Creo que anda en otro proyecto, m¨¢s ¨ªntimo...
R. S¨ª, acabo de empezar a buscar localizaciones y rodar recursos para Crot¨®n el grande. Es una pel¨ªcula que sucede en la posguerra espa?ola. Trata de un circo ambulante. Y cuenta la historia de un forzudo de la ¨¦poca, ya sin fuerza, y de un payaso sin gracia. En su m¨¢s absoluta miseria, se dedican a robar tumbas. Como siempre, estar¨¢ escrita y dirigida por m¨ª. En mi escritorio, siempre a mano y en cuartillas. Como Juan Palomo.
P. Parece muy activo. ?No descansa?
R. Nunca descanso en noches de luna llena. Mientras el cuerpo aguante pretendo seguir en la brecha.
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