Un premio Turner nada pol¨¦mico

Un enorme y espectacular dise?o ejecutado con l¨¢minas de oro que acapara toda la pared de la galer¨ªa sobresale entre los murales de Richard Wright, merecedores del premio Turner de arte contempor¨¢neo, uno de los m¨¢s prestigiosos de Europa a la par que controvertido. El artista brit¨¢nico se impuso por sorpresa a Roger Hiorns, cuyo apartamento convertido en una espectacular cueva de cristal azulado era considerada la apuesta favorita.

A pesar del inesperado desenlace, la edici¨®n de este a?o no ha presentado asomo de la pol¨¦mica que aparec¨ªa inherente a este galard¨®n desde su establecimiento, en 1984, para reconocer la obra de un artista menor de 50 a?os que desarrolle su trabajo en el Reino Unido. El grueso de la cr¨ªtica ha coincidido en que las obras seleccionadas de los cuatro finalistas, todos ellos formados en la pintura aunque sus producciones abarcan diversos formatos, conforman una de las mejores cosechas de los ¨²ltimos a?os.

Richard Wright (Londres, 1960) ejecuta intrincadas redes y pinturas en espacios arquitect¨®nicos que son su principal inspiraci¨®n. Pintor que trabaja en Glasgow, ha sido reconocido por los trabajos expuestos en una galer¨ªa escocesa que desprenden su fascinaci¨®n por la arquitectura, la geometr¨ªa y las matem¨¢ticas. Compitieron con sus obras -que beben de fuentes tan diversas como la pintura medieval o la tipograf¨ªa- el espacio abandonado y en ruinas que Hiorns llen¨® con 90.000 litros de sulfato de cobre para lentamente fueran cristalizando; con las esculturas y dibujos de Enrico David, entre las que destaca una forma c¨®nica convertida en figura humana gracias al collage (la cara insertada en la pieza es la del propio artista); y con las instalaciones que la dibujante Lucy Skaer, la ¨²nica mujer entre el cuarteto finalista, crea a partir de fotograf¨ªas.

El conjunto, que se expone en la sede de la Tate Britain hasta el pr¨®ximo 3 de enero, tiene un punto transgresor y original, aunque alejado de la controversia que define el historial del Turner. Figuras tan asentadas como Anish Kapoor o Steve McQueen cuentan en su curr¨ªculo la obtenci¨®n del galard¨®n, pero a la hora de hacer recuento siempre destacan aquellas obras que generaron enconados debates, como la vaca descuartizada y conservada en formol de Damien Hirst (1995), una pintura de Chris Ofilli ejecutada con excrementos de elefante (2008) o las cer¨¢micas ilustradas con im¨¢genes de alto contenido sexual que Grayson Perry ejecuta vestido de mujer. Opciones arriesgadas y valientes para sus defensores, aunque "pantomima cultural" seg¨²n la legi¨®n de cr¨ªticos convencidos de que el galard¨®n suele primar el impacto publicitario frente a las consideraciones meramente art¨ªsticas.

El nombre de Wright, receptor de un cheque por valor de 25.000 libras (unos 27.730 euros), no encabezaba ninguna de las listas de las casas de apuestas brit¨¢nicas que, a decir de los entendidos en la materia, han registrado un volumen inusitado de operaciones en las ¨²ltimas semanas (se especula que muchas procedentes del propio mundillo del arte).