El Museo de Cluny revive el Par¨ªs g¨®tico
Re¨²ne 200 obras caracter¨ªsticas del estilo que convirti¨® a la ciudad en el centro de Occidente
Durante el siglo XIII, Par¨ªs pas¨® de ser una ciudad m¨¢s de Europa al centro de Occidente, escaparate de todas las miradas que copiaron sus modas, en particular el g¨®tico radiante, motivo de una exposici¨®n que ha abierto en el Museo Medieval de Cluny de la capital gala. Par¨ªs, ciudad radiante re¨²ne dos centenares de obras caracter¨ªsticas de un estilo art¨ªstico nacido del esplendor cultural y econ¨®mico de la regi¨®n parisiense y que empap¨® a toda la Cristiandad a lo largo de la baja Edad Media.
"En el siglo XIII Par¨ªs se transforma en un centro art¨ªstico europeo, estatus que no perder¨¢ hasta el siglo XIX", asegura el comisario de la muestra, Xavier Dectot. Notre Dame de Par¨ªs y la Sainte Chapelle han quedado como las dos obras m¨¢s caracter¨ªsticas de ese "g¨®tico radiante", pero la urbe se convirti¨® en un vergel de construcciones con un estilo muy definido, donde la decoraci¨®n pas¨® a ocultar la arquitectura. De la ciudad de talla media que era Par¨ªs a finales del siglo XII pas¨® a convertirse en la capital de Francia, sede de la universidad que atra¨ªa todas las vanguardias y tendencias y centro econ¨®mico que multiplic¨® su poblaci¨®n por cuatro hasta acoger 200.000 personas. "Se convirti¨® en la ciudad m¨¢s grande de Europa junto con Constantinopla", el otro referente cultural del momento, seg¨²n Dectot.
Un "c¨ªrculo virtuoso de creaci¨®n"
En ese ambiente se cre¨® un "c¨ªrculo virtuoso de creaci¨®n", donde todos los artistas ven¨ªan a ver lo que se hac¨ªa en Par¨ªs y aportaban las tendencias de sus diferentes territorios, sobre todo del norte del continente, indic¨®. As¨ª naci¨® el g¨®tico radiante, una evoluci¨®n del trabajo de los maestros que hab¨ªan levantado las catedrales de Bourges, Chartres, Reims, Amiens o Beauvais, todas ellas, en el entorno parisiense. "Parad¨®jicamente, el objetivo de estos artistas era hacer desaparecer la arquitectura. Los muros pasaron a ser vidrieras y, cuando esto no era posible, ocultaban los elementos arquitect¨®nicos con ornamentos vegetales", explica Dectot.
La exposici¨®n del Museo de Cluny recoge esos elementos arquitect¨®nicos, muchos de ellos recuperados de templos parisienses. Porque, como recuerda Dectot, "en la actualidad nos quedan Notre Dame y la Sainte-Chapelle, pero en el siglo XIII hab¨ªa muchas otras iglesias de g¨®tico radiante, incluso algunas m¨¢s puras y perfectas que las que han llegado a nuestros d¨ªas". Cluny recoge muchas de las piezas que fueron arrebatadas a estos templos a lo largo de sucesivas reconstrucciones, estatuas cada vez m¨¢s exentas que perfilaron este estilo arquitect¨®nico. El arte de aquella ¨¦poca se convierte en total, cada espacio del templo forma parte del conjunto, cada elemento cumple una funci¨®n decorativa.
Los contrafuertes se unen al muro y quedan ocultos en una decoraci¨®n cada vez m¨¢s abigarrada. Se configura un "lenguaje arquitect¨®nico" que, desde Par¨ªs, se extiende a todo el mundo. "El g¨®tico radiante lo encontramos en toda la Cristiandad. En Espa?a hay ejemplos muy claros en las catedrales de Toledo, Le¨®n o Burgos", se?ala el comisario. Tambi¨¦n cambian las formas constructivas, porque en Par¨ªs comienzan a tallarse las piedras en la cantera, lo que hace que todas sean iguales.
En Par¨ªs este estilo permaneci¨® hasta el siglo XIV, orgulloso de una tendencia que empap¨® a todo el mundo occidental. A partir de ese momento, los arquitectos comienzan a cambiar de gusto. El g¨®tico radiante deja paso a un estilo m¨¢s abigarrado que persigue la proeza arquitect¨®nica a medida que las t¨¦cnicas se hacen m¨¢s perfectas. El g¨®tico flam¨ªgero comienza a presagiar un cambio total de estilo art¨ªstico que vendr¨¢ de la mano del Renacimiento.
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
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