Pere el Gran vivi¨® como un rey
El an¨¢lisis de la momia del monarca revela buena salud y una altura extraordinaria para la ¨¦poca
Pere el Gran vivi¨® como un rey. Su salud era muy buena aunque hab¨ªa perdido alg¨²n diente, seg¨²n revela el primer estudio de los restos parcialmente momificados tras la apertura de su tumba. El monarca, al que se le ha realizado un TAC, era muy alto para los est¨¢ndares de su tiempo, 173 cent¨ªmetros.
Los resultados se han presentado hoy en el Centro de Restauraci¨®n de Bienes Muebles de Catalu?a (CRBM), en Sant Cugat, adonde se traslad¨® el cuerpo del rey el pasado 17 de marzo para su estudio y donde descansa en una c¨¢mara aislada en condiciones de asepsia ambiental.
Para acceder hasta el rey, como pudo hacer este diario, es preciso revestirse con un traje especial y colocarse guantes y una mascarilla. El monarca descansa en posici¨®n curvada -la que adopt¨® el cad¨¢ver en su estrecho sarc¨®fago, una ba?era romana de p¨®rfido reutilizada- y aparece a porimera vista como una masa fusiforme marron¨¢cea de la que brotan algunos huesos como los de la pelvis. Con mascarilla no se detecta ning¨²n olor, aunque los t¨¦cnicos indican que desprende un ligero tufillo "a florido". Si te acercas es posible apreciar en la cabeza -de hecho el cr¨¢neo bastante pelado- restos de piel en la mejilla izquierda. Desde el lado derecho una oquedad permite observar los dientes. La impresi¨®n general no es en absoluto siniestra sino de paz, revestida de una cierta majestad.
No se ha encontrado ning¨²n tipo de ajuar en el enterramiento del monarca, ni entre sus ropas ni sobre su cuerpo. Y ni mucho menos tesoros escondidos. El rey, que naci¨® en Valencia en 1240 y muri¨® en la localidad barcelonesa de Vilafranca del Pened¨¨s en 1285, est¨¢ cubierto por un tejido de lana que posiblemente sea el h¨¢bito mon¨¢stico con el que, seg¨²n las cr¨®nicas, se quiso enterrar el soberano. Un tejido diferente, de seda granate, fue colocado bajo la cabeza del rey a modo de coj¨ªn y tambi¨¦n hay evidencias de tejido de lino bajo el h¨¢bito. Ni rastro de corona o joyas.
Sin embargo, s¨ª ha aparecido una peque?a bolsita de tela con un mech¨®n de cabellos en su interior y que estaba colocada debajo del cuerpo en la parte inferior del sarc¨®fago. Los estudiosos creen que los cabellos son del propio rey y que su colocaci¨®n en el enterramiento indicar¨ªa algun tipo de ritual. De conservarse la raiz de los pelos podr¨ªa realizarse an¨¢lisis que permitir¨ªan conocer datos de alimentaci¨®n y posibles patolog¨ªas.
La investigaci¨®n confirma que los restos fueron embalsamados. El cuerpo conserva restos de piel, musculatura e incluso podr¨ªa albergar parte de alg¨²n ¨®rgano. El rey no descansaba en un ata¨²d sino directamente en la ba?era de p¨®rfido, colocado sobre una plancha de madera que se hundi¨® por el centro con el tiempo y que es lo que ha provocado que el cuerpo adquiriera su caracter¨ªstica postura curvada. La semimomia tiene las manos cruzadas y, lo que resulta sorprendente, los pies cortados y recolocados entre las piernas. Obviamente eso se hizo para que el gran rey cupiera en el sarc¨®fago. Se descarta que el soberano llevara ning¨²n tipo de casquete, pero si presenta una especie de banda o cinta en la cabeza.
Tras los estudios, el cuerpo volver¨¢ a ser depositado en su tumba, en el Monasterio de Santes Creus (Tarragona) con una ceremonia hacia finales de junio, pero se seguit¨¢ trabajando con todos los datos que se hayan obtenido del an¨¢lisis del cuerpo. Est¨¢ previsto realizar una reconstrucci¨®n facial del rostro del monarca.
El traslado de Tarragona a Sant Cugat, tras la minuciosa extracci¨®n del rey de su sepulcro, dur¨® seis horas y requiri¨® a 40 personas. Durante el camino, con escolta -un rey al cabo- de los mossos d'esquadra, se hizo una parada en el Hospital Joan XXIII de Tarragona d¨®nde se le realiz¨® un TAC al monarca, que ser¨¢ util¨ªsimo para la investigaci¨®n.
Al soberano se le realizar¨¢n tambi¨¦n pruebas de ADN, que servir¨¢n para verificar si los restos de huesos que se conservan en otras tumbas pertenecen a monarcas de su familia como Jaume I (padre de Pere el Gran), Jaume II, Blanca d'Anjou o Alfons III.
Babelia
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